Guilty Pleasure {Ruby Rose y tú}

Capítulo 23: Sorpresa.

Le di un toque de atención en el hombro.
-Phoebe. -Dije embobada.
Ella se giró dramáticamente y sonrió.
-Ruby, necesito tú ayuda. Estoy arruinada, tengo una deuda de 15.000$ Estoy teniendo problemas financieros con esto de la colección. -Habló tan rápido que sólo entendí 15.000$
-Phoebe ¿De dónde quieres que saque tanta pasta? -Pregunté cabreada.
-Pero..-La interrumpí.
-Oye, ya no somos pareja. Además le dijistes a mi novia que te besé, lo cual no ocurrió así.
-Supongo que tengo que empezar a irme haciendo una idea. -Me abrazó con fuerza. Le devolví el abrazo.
-Oye, seguro que sales de esta. -Me despedí.

Me dirigí a una joyería, entré y compré un bonito collar para _____.
-Gracias. -La dependienta puso la bolsa en mi mano y se despidió.
Pasé por un restaurante y decidí pararme a reservar mesa para esta noche ¿por qué no?

Llegué a mi casa agotada de tanto ajetreo, compras..
Me tiré en el sofá y puse tranquilamente la tele.
Tras una hora de descanso, preparé una hamburguesa y la comí pringándome las manos.
Me fui a la ducha. Me relaje un rato bajo el agua caliente. Salí y me puse una camisa blanca, unos pantalones negros ceñidos y mi chupa negra. Llamé a _____ para sorprenderla.

*Conversación de teléfono*

-Dime Ruby -Contestó con tono de haberse levantado.

-¿Te he despertado? -Pregunté preocupada.

-No, no tranquila. Dime. -Dijo

-Voy a pasar a recojerte. Te voy a llevar a un sitio. Solo ponte algo elegante. Te quiero. -Me despedí sin apenas darle explicaciones.

-¿Qué? ¿Por qué? ¡Ruby! -Le colgué, seguro que la cabreaba y todo al haberla dejado así.

Narra _____:

Vale, no tenía ni idea de que acababa de pasar. Ruby no me había dicho ni a dónde íbamos ni a que.
Fui corriendo al armario, lo abrí y me quedé procesando que me podía poner. Al final cogí un vestido ceñido negro. Y unos botines. ¿Y sí andábamos? No me podía llevar tacones, con lo incómodos que son.

Me puse un pintalabios rojo y retoqué mi pelo. Sonreí al escuchar el timbre. Corrí a abrir.
Ruby estaba tan guapa y masculina con esa chupa.
-¿Nos vamos? -Dijo tendiéndome la mano. Cogí una chaqueta y las llaves.
-Claro. -Besé su mejilla y me dirigió hacia el coche.
-Estás preciosa. -Me susurró al pasar por mi lado, cuándo me volteé a verla tenía una gran sonrisa en la cara.
Me quedé observando sus maravillosos ojos.
Se acercó a mi cuello y rió.
-¿Qué pasa? -Comenté extrañada.
-Adivino, vainilla. -Me quitó el flequillo de la cara y puso el coche en marcha.
-Siempre. -Asentí.

Paró en un restaurante, que no tenia pinta de ser muy barato.
-Ruby, ¿seguro que es aquí? -Pregunté desorientada.
-Sí, hazme caso. -Me puso su mano en la cintura dirigiéndome.

Nos sentamos en una mesa reservada y pidió la cena por mí.
-Vaya estoy impresionada, ¿es que me vas a pedir matrimonio o algo así? -Reí sarcásticamente. Ella sonrió irónica.
-Puede. -Rebuscó algo en su bolsillo y sacó una cajita.
Trajeron unos deliciosos spaguettis y dos copas de vino.

Ruby cogió la caja y me la tendió.
-Toma, he visto este collar y pensé que quedaría mejor en tu cuello que en el escaparate. -Estaba perpleja, Ruby podía llegar a ser muy romántica.
-Ruby, no tenías que haberte molestado. -Cojí la caja y la abrí, era un precioso collar con un diamante colgando.
-Gracias. -Apenas me salían las palabras.
Ella lo sacó y me lo puso.
-Así está mejor. -Sonrió observándome.

Nos montamos de nuevo en el coche, cuando terminamos de cenar. Me había encantado todo esto. Pero esto no podía acabar así. Ruby había hecho mucho por mi.

-¿Te llevo a casa? -Preguntó mientras conducía.

-No, vamos a tu casa. -Ella se giró rápidamente a mirarme.

-Oh, ¿y eso? -Dijo sorprendida y poniendo carita perver.

Puse la mano en su muslo acariciándolo.
-Así nos vamos a estrellar. -Rió nerviosa Ruby.
Llegamos a su casa y nos sentamos en el sofá. Me levanté a por una botella de vino y dos copas.
-Vamos, la noche no ha acabado cielo. -Dije animada.
-Ven aquí nena. -Dijo extendiendo los brazos
Me senté encima suya tendiéndole una copa de vino.
Estuvimos bebiendo un rato, demasiado rato.
-Tienes un pizco. -Señalé sus labios y la besé fogosamente.
Ella me agarró con fuerza de la cintura atrayéndome hacia ella.
Le besé el cuello dejándole un chupetón.
-Te quiero mucho. -Le susurré al oído.
-Yo más, créeme. -Dejó la copa de vino en la mesa y sonrió divertida.

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Hoooolis, ¿qué tal chicas? Espero que bien. La semana que viene solo voy a poder subir un capi el finde, porque mi querida (y una mierda) profesora, de una asignatura en concreto nos tiene fritos de deberes. Pero subiré o bien el viernes o bien el domingo y con suerte los dos. Gracias por seguir leyendo la novela. Voten y comenten que les a parecido.
Besssssoss♥