Me desperté mas temprano de lo habitual el día siguiente. Había dejado mi ventana abierta durante la noche, por lo que un sillón y una pequeña parte del suelo quedaron empapados con gotas de lluvia y un par de hojas verdes se habían colado hasta llegar a mi cabello.
Me estiré perezosamente, bostecé un par de veces y rasqué mi cabeza hasta que decidí saltar de la cama y preparar mi desayuno. A pesar de ser vacaciones mis padres seguían trabajando con un único descanso los domingos: Y como estábamos en jueves, tenía la casa solamente para mí hasta muy tarde. Pordría hacer lo que quisiera -menos una fiesta salvaje, claro- y no tendría que preocuparme por los regaños e insultos provenientes de mi padre.
Saqué una pequeña rama de mi cabeza y reí un poco, mientras juntaba mi ropa sucia e intentaba acomodar un poco mi habitación. -Si, se podrán dar cuenta que soy miy salvaje cuando estoy sola- Miré al reloj azulado encima de mi mesilla de la noche y de golpe volví a la realidad. Al igual que mis padres yo también tenía trabajo, y si no me daba prisa, llegaría mas que tarde.
Sin pensarlo dos veces, me saqué la ropa interior -no se dormir con mucha ropa- y tomé una toalla gris que encontré en el pasillo camino al baño, la heché sobre mi hombro. Una de las mil ventajas de estar sola en tu hogar, esque podría andar de un lado a ptro desnuda y sin padres desmayándose ni abuelos con paros cardíacos. Por supuesto, evitaba las ventanas abiertas y las miradas morbosas de los vecinos.
Cerré la puerta del baño por detrás de mí y dejé la toalla encima del toilette -no se preocupen, está perfectamente limpio- Giré las perillas de la bañera de mármol y cascadas de agua brotaron de ella.
Heladas, por supuesto.Dejé reposando un poco el agua y miré mi rostro en el espejo; mi cabello castaño claro embarañado se levantaba en todas direcciones posibles, como si estubiera electrocutada o algo así. Mi rostro que normalmente era pálido por el clima de Inglaterra, se veía oscura por la tierra y mugre de las ramas.
Tenía una pequeña nariz respingada y unos enormes ojos entre castaño y verde. Aunque hoy se veían mas bien aceituna.Cuando el agua estuvo finalmente lista, me merí a la bañera y me hundí por completo en esta. Aún no podía creer la clase de trabajo de niñera que había obtenido. Le había hecho uno que otro comentario a Caroline por teléfono y ella optó por cambiar de opinión, qué gran apoyo.
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Media hora mas tarde me encontraba en casa de la señora Sangster.
Esta vez, había cambiado de ropa informal por algo más "elegante". Llevaba un vestido de mangas verde y unis zapatos de charol marrones. Me veía mas o menos decente.
La señora Sangster me acompañó hacia el vestíbulo principal de su casa y se sentó a mi lado en un gran sillón negro.-Sabes_____, he hablado con mi hijo Thomas sobre esto, y bueno, él realmente no está muy conforme con la idea -De nuevo estaba moviendo sus manos nerviosamente sobre su regazo- Tal vez ésta no fue la mejor decisión que he tomado así que...
-¡No!- dije rápidamente. Tasha me miró con una expresión confundida y continué- Lo siento, es decir, talvez yo podría ayudarlo <<Piensa>> Usted me ha dicho que es de mi edad, ¿No?- Ella asintió- ¿Tiene hermanos?
-Una, Ava. Pero es mayor, ella ni siquiera vive aquí.
-¿Lo ve? No tiene a nadie mas de su edad. No quiero ofenderla pero.. Talvez él se sentiría mejor con alguien que pueda entenderlo. Podría ser su amiga- Tasha asintió covencida- <<Bien_____, tienes Oxford asegurado>>
-Tienes razón _____. Sólo una cosa. -Ella vaciló- Thomas es... Bueno, puede ser demasiado terco para alguien de sh edad -Dijo mientras pasaba una de sus pequeñas manos por su cabello.
-No se preocupe. Su hijo, uh, está en buenas manos -Intenté darle mi mejor sonrisa, aunque probablemente me parecía mas al gato Cheshire de Alicia en el País de las Maravillas que otra cosa. Solo me faltaba teñirme el pelo magenta y tendría el disfraz perfecto para Halloween- Confié en mi, Tasha.
-Así lo hago____. Ahora, si me disculpas, tengo que ir al trabajo. -Me dijo levantándose del sillón.- Dejé un par de números telefónicos anotados a un lado del teléfono de la cocina. Si nececitas dinero, pídele a mi hijo. Volveré a las tres.
-¡Esta bien!- Le dije mientras ella salía por la puerta principal y la cerraba detrás de ella. Me giré hacia la nada por unos segundos
Me sentía sola en esta inmensa casa.
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Ya saben que la sigo a los 3 votos pero quise subir antes porque quiero que amen esta novela tanto como yo:3No quiero lectoras fantasma, me harían muuuy feliz si dejan algún comentario o dejan estrellita:)
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Corazón Ciego - Thomas Sangster
Fanfiction"Si quieres a alguien por su belleza, no es amor, es deseo. Si quieres a alguien por su inteligencia, no es amor, es admiración. Si quieres a alguien por por su dinero, no es amor, es interés. Si quieres a alguien y no tienes idea porqué, eso es...