Capítulo 20

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-¿____? ¿Qué haces aquí?-  Preguntó Trevor mientras seguía apretándome en su abrazo. No hice nada para separarme- No sabía que conocías a Dylan.

-Uhm... No realmente- Él lavantó una ceja en mi dirección- Estoy aquí porque un amigo me...

-¡____!- Gritó Dylan sonriendo mientras se dirigía en mi dirección, moviendo a la multitud de su camino. Lo saludé, al igual que Trevor. Los dos seguíamos pegados, cuerpo a cuerpo. Cuando Dylan nos vió, su sonrisa se desvaneció rápidamente.

-Qué onda, Dylan- Le dije separándome de Trevor. Él me devolvió una mirada fría.
«Qué extraños son los chicos»

-_____, ven aquí. Thomas me pidió que te llevara con él. Ahora.

-Ella está conmigo, Dylan.-  Respondió Trevor a la defensiva. Yo rodé los ojos y miré hacia otro lado.

-Olvídalo, Armstrong- Dijo Dylan visiblemente molesto- Ésta es mi casa y yo hago lo que se me pega la gana. Eso incluye llevar a _____ con su novio.
«¿¡Qué demonios!? ¿Cuál novio? ¿Thomas? ¡Thomas no es mi novio!.... Por desgracia.»

-Ella no tiene...

-Mira, si no te parece la idea, mejor lárgate de mi casa, ¿esta bien? Ahora, déjala en paz.

Trevor me volvió a sujetar de la cintura. Yo no quería que los dos pelearan o algo parecido, así que decidí separarme de él y volver con Thomas- Trevor, está bien. Tengo que ir con mi novio -Le lancé una mirada extrañada a Dylan, me debía una gran explicación- Hablamos luego, ¿de acuerdo? Te quiero.- Trevor me devolvió una mirada de soslayo y después desapareció en el interior del cuarto. Me volví hacia Dylan.

-¿¡Qué te sucede!? ¿Novio? ¿Enserio? ¿¡Por qué le dijiste eso!?- Le regañé entre susurros, mientras bajabamos las escaleras juntos.

-Tuve que hacerlo, por tu bien. Él no es una buena compañía.

-Estás demente, ¿verdad? Tú eres el único aquí que no es una buena compañía. ¡Ni si quiera me conoces!- Le solté cuando ya habíamos llegado al primer piso. Él me miró.

-Dentro de muy poco me lo vas a agradecer- dijo él, aún serio. Me di media vuelta, dispuesta a irme, pero él me detuvo.- Thomas de verdad te está buscando. Está en el patio trasero, ve y búscalo.

-¿Quién eres tu? ¿Su mensajero?- Me di media vuelta de nuevo, pra enfrentarlo, pero él ya no estaba ahí.

-Estúpido- dije para mí y caminé hacia el patio trasero.
Después de esquivar gente, me encontré Thomas sentado y pensante en la orilla de la alberca, sin mojarse. Estaba mirando hacia la nada.

-¿Qué sucede?- Le pregunté sentándome a su lado y enterrando mi cabeza entre mis piernas flexionadas.

-¿Dónde estabas? Encontré a Dylan justo después de que tú te marchaste- Me respondió curioso. Me giré para verlo. Sus ojos mieles se habían tornado a una especie de oscuro que me dió escalofríos.

-Lo estaba buscando. Después me econtré con un amigo y ya sabes. Lo siento, el tiempo se me pasó muy rápido.

-Si, está bien. No te preocupes- Lo miré nuevamente y ví como alzaba su mano hacia mi rostro hasta llegar a mi mejilla caliente y la acarició lentamente con sus dedos. Me congelé por unos segundos y después cerré los ojos instintivamente.- Tienes fiebre, estás ardiendo. ¿Te sientes bien?- Dijo apartando su mano de mí, abrí los ojos. Me miraba, literalnente, con unos ojos de amor. Sacudí la cabeza levemente. Esta fiesta me estaba causando alusinaciones.

-Uhm... No relamente. Me duele muchísimo la cabeza- Le dije moriéndome el labio inferior y rascándome la pierna, estaba nerviosa.- Creo que lo mejor sería si me fuera de aquí.

-Probablemente- Dijo él, pensativo- Deberías irte a casa. No quiero que te enfermes por mi culpa, o algo parecido.

Le sonreí amablemente. Mis oídos tenía. Que estar haciéndome una broma. Él nunca había sido así conmigo. ¿Se preocupaba por mí?... Después recordé sus palabras. Somo éramos amigos. Solo eso. Y los amigos se preocupan entre sí. Mi sonrisa se desvaneció.

-No te preocupes. Y si, lo mejor será que me vaya a casa. ¿Dylan te puede llevar a la tuya?- La dije levantándome del suelo y sacudiéndome la ropa.

-Por supuesto. Él me puede llevar- Alzó su mano en mi dirección para que lo ayudara a incorporarse. Se levantó y después metió las manos en sus bolsillos delanteros- Nos vemos mañana, ____. - Me dió un beso en la mejilla y después lentamente se alejó de ahí. Llevé una mano a mi rostro. Podía sentir cómo su tacto hubiera quemado mi piel, de una manera inexplicable. Volví a sonreír.

-Hasta mañana...

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Holaaa!! Voten y comenten ❤️ jajaj feliz buen inicio de semana!

Corazón Ciego - Thomas SangsterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora