Capítulo 9

233 26 9
                                    

-Entonces... ¿Qué quieres hacer hoy?- le pregunté a Thomas mientras estábamos en la cocina, unos quince minutos después del enfrentamiento-conversación en el patio trasero, y dijo que "como su niñera" tendría que prepararle un desayuno/comida, porque eso es lo que las niñeras hacen.

-Lo que sea. Solo quiero que me prepares más de esoa deliciosos Hot Cakes, ¿Porfavor? ¿Como mi niñera?- preguntó prácticamente haciendo una voz de bebé desarrollado <<por supuesto no del cerebro>>
Lo fulminé con la mirada.

-Bien- respondí forzadamente en tono contento <<Dar y recibir, recibir y dar>> . Él sonrió maliciosamente. Rode los ojos <<Cretino>>

Seguí haciendo cada vez más y más, mientras los acomodaba en un gran plato de porcelana azul. Thomas tamborileaba sus largos dedos contra la barrera negra de la cocina y balanceaba sus piernas de acá a allá.
Acomodé con cuidado la comida frente a él y se quejó.

-¿Acaso esto no puede estar más quemado?- Preguntó arrogante mientras llevaba otro trozo a la boca. Sonreí triunfadora.

-Bien, tú querías más, así que te los dí quemados. Espero no te moleste.
Él solo levantó una ceja y sonrió.

-Bien, entonces, he terminado por hoy- dijo mientras alejaba el plato de él y cruzaba los brazos sobre su pecho. Tomé la comida y empecé a picarla con los dedos, llevándolas a mi boca después.

-Probablemente hagamos algo divertido hoy, Thomas- le comenté- tal vez podrías cambiarte con ropa decente y después podramos ir a cualquier lugar que se nos ocurra -Miré su pijama negra. Para ser sincera, le quedaba
realmente bien. Pero nunca lo admitiría en voz alta- Asi que, ¿por qué no te apuras?

-No seas tonta, no puedo cambiarme.

-¿Qué? Bueno, en éstos momentos no estás desnudo así que...

-No puedo cambiarme sin ayuda- Dijo lentamente, me sonrojé un poco ante su comentario.

-¿Y-y qué quieres qu-que haga?- le pregunté, odiaba tartamudear. Enserio. Te delata.

-Ayudarme- dijo como si fuera lo más obvio del mundo, me sonrojé aún mas

-Estás loco, ¡Eres un pervertido!- le dije fingiendo estar enojada- ¡Sólo cuando te conviene! ¿Verdad?

-Lo siento muchísimo. Pero tú querías una oportunidad. Y eso es algo que las niñeras hacen.

•••••••••
Gracias! Ya llegamos a las 200 leídas! ❤️

Corazón Ciego - Thomas SangsterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora