O5 ❧ Intereses fortuitos

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    Con la respiración irregular, Rin se recargó sobre la puerta detrás de ella, sintiéndose terriblemente culpable.

Sus ojos habían presenciado cómo la indefensa humana caminaba casi arrastrándose, sosteniéndose en las paredes, intentando llegar a su cuarto después de haber sido toscamente utilizada como alimento.

Y sabía que ellos tomaban de su sangre desde antes que ella llegara a la mansión, pero en esos últimos días aquellos vampiros habían abusado de más con la pobre chica. Y solo uno era el motivo.

    Su aroma.

Ellos sentían una sed más insaciable debido al olor que desprendía su nueva invitada, por consecuencia, tomando a la débil humana de maneras más bruscas y abundantes.

Pero no podía hacer nada, su corazón era sensible, sin embargo no podía actuar innecesariamente tan solo por una humana.

Estaba fuera de sus alcances.

Mas eso no disipaba la culpa.

Rin apretó sus labios soltando un suspiro junto con sus emociones, pensando en las palabras que su padre duramente le recordaba; «Los sentimientos son debilidad que nublan el juicio y debilitan el sentido del deber.»

—Ya se va convirtiendo en una acción fuera de lugar que me sigas incluso a mi habitación. —recriminó cansada, caminando hacia su ropero para sacar su camisón de dormir—. No tengo interés en saber lo que pretendes.

Por otro lado, Shu, que descansaba sobre su cama, abrió uno de sus profundos ojos, observando atentamente cada movimiento de la muchacha. Él jamás lo admitiría, pero como nunca le había pasado, un cosquilleo de interés se había prendido dentro suyo. Esa chica se le hacía interesante, además tenía la excusa interna de averiguar sobre ella, su padre era un hombre muy calculador, y para que una persona como aquella esté ahí en ese momento, era obvio que no era simplemente por una acción solidaria. Tougo Sakamaki se traía algo entre manos, y él, siendo el mayor, debía indagar sobre qué se trataba.

—¿Sigues aquí? —cuestionó la rubia en cuanto salió del baño, vistiendo ahora un camisón de seda blanca, con los brazos cruzados y mirándolo fijamente—. Está de más fingir, no soy ninguna tonta, me he dado cuenta de tu sombra todos estos días. Pero hoy no estoy claramente de humor, y necesito dormir.

Shu, con los ojos cerrados sonrió un poco, divirtiéndose con sus reclamos. Ella decía estar cansada, mas en todo el tiempo que había estado detrás de ella, se la topada durmiendo, no importaba el lugar, ni la situación, ella dormía mucho. Claro que, él no era quién para juzgarla.

Rin dio un resoplido mostrando su irritación y caminó hacia la cama farfullando.

—Bien, no me importa.

Ella se subió a su lado, quitando las sábanas y cubriéndose, dándole la espalda al grande cuerpo del chico a su lado.

Demostrándole a su manera que nada de lo que hiciera le afectaría.

Ella esperó que sus emociones se esfumaran al intentar dormir, pero ni si quiera podía pegar sus ojos, no podía sacarse la imagen de Yui de su cabeza. Por otro lado, también era la primera vez que se metía en la misma cama que un chico, aunque la presencia de Shu no la ponía necesariamente nerviosa. Al contrario, de alguna inexplicable forma, al igual que cuando miraba sus profundas orbes azules, le relajaba.

—Solo quiero saber quién eres —susurró con pereza, respondiendo a la primera pregunta de la rubia. Rin se sentó apoyándose en sus manos, mirándolo con ojos inquisitivos, él sin duda era el mayor, pero esa respuesta antes de sonar amenazante, había sonado muy... Normal. Como si fueran dos jóvenes recién conociéndose.

❦ Hilos del Destino ❦ Diabolik LoversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora