안되는데 (I can't) (Taehyung y Tú) (+18)

Pt. 1 - Taehyung

La pareja perfecta...

Llegas a la habitación de Taehyung y abres la puerta de un golpe. Estaba medio abierta, algo ha pasado. Entonces decides volver a respirar para seguir viviendo y buscarle con la mirada. Las manos te tiemblan, y no por el frío.

-¿Tae? -musitas en tono muy bajo. Te aferras a la tela desgastada tu bolso y, nerviosa, avanzas. 

La ducha. El sonido del agua caer y chocar contra la baldosa, la puerta abierta. Taehyung se encuentra sentado dentro de la ducha con las piernas recogidas por los brazos. Avanzas con precaución, ya sabes que te ha escuchado. 

-Taehyung -repites en un tono más serio, desesperada por respuestas. Al verle sollozar, se desborda el vaso, no puedes aguantar más y decides acudir a él inmediatamente. Lanzas el bolso a un lado y entras a la ducha para sacarlo de allí. Cuando deja de correr el agua por cerrar el grifo, él levanta levemente la cabeza, el fleco húmedo le tapa los ojos, y sus mejillas están húmedas también por las lágrimas.

-Viniste -Dice, casi sin creérselo.

-Claro que sí. Me llamaste, me necesitabas –respondes un <<vivo a siete casas de aquí, retrasis>>hubiese sido más efectivo, pero no. Tomándolo del brazo para ayudarle a levantarse, él no deja de verte, de pies a cabeza, pero sin hacer contacto visual. 

-¿Qué? 

Entonces te das cuenta que, además de estar empapada, la blusa blanca se ha ceñido a tu cuerpo y se ve claramente el sujetador rosa que llevas debajo.

Ignoras el hecho de estar medio expuesta y, sonrojada, lo llevas hasta la cama. Taehyung te toma de la cintura y ambos quedan tendidos sobre la cama, mirándose con una distancia ridículamente corta. Sin dejar de verle y con el corazón latiendo a mil, acercas una mano temblorosa a su frente y peinas su cabello hacia atrás. 

-¿Qué pasó? -dices conforme las caricias en su cabello se vuelven más suaves. 

La poca distancia entre ambos es anulada por él, te vuelve a tomar de la cintura y acerca sus cuerpos empapados, trata de esconder su cara en el espacio entre tu cuello y los pechos, susurrando:

-Ya estás aquí, me siento mejor.

-¿No piensas decirme? 

Niega con la cabeza. Aunque no puedes verle, sientes el gesto. De hecho, lo sientes demasiado cerca, tu corazón está por salirse del pecho, si es que no lo ha hecho ya. Apoyas la mano en su espalda y sientes la tela extremadamente fría, como tocar un cubo de hielo. 

-Hay que quitarte eso.

Escuchas cómo reprime una risa. 

-Eres un pervertido –gruñes, pero divertida.

Taehyung se aparta de ti y te da un beso rápido en la mejilla, causando que te ruborices. Acto seguido, se quita la playera y la lanza a una esquina de la cama. Te sientas como una tonta sin saber qué hacer. Él se levanta y toma una toalla, te la extiende y toma una para él. 

Cuando empieza a secarse el cabello te preguntas qué demonios haces allí con alguien que actuaba con tal serenidad, pero esa serenidad no era característica en él; si no quería hablar de lo que sea que hubiese pasado, ¿entonces?

-Eres un tonto -murmuras, secándote y aún con la ropa puesta.

Taehyung sonríe de medio lado, pero no como siempre lo hace, gatea sobre el colchón, hacia ti. Como una presa, te ves obligada a retroceder, hasta terminar tendida en la cama, acostada.

-¿Un tonto? -ríe él. 

Taehyung apoya los codos en la cama, uno a cada extremo de tu cabeza, aprisionándote. Hace lo mismo con sus piernas. 

-Todo está tan bien cuando estás aquí- susurra, casi para sí mismo. Después de decir eso, se ríe -Si vuelvo a decir algo así, golpéame.

No te da chance de responder. Sus labios te hacen suya y no puedes evitar seguir su juego. Están húmedos y suaves, ni siquiera el frío abrasador puede quebrar los hermosos labios de Taehyung, los carnosos labios que solían hacer esa sonrisa mueca que te traía tonta.

Desliza una de sus manos por debajo de tu espalda y te eleva levemente, y la distancia vuelve a romperse.

El beso tierno y lento se intensifica, y sientes un calor corriendo desde tu garganta hasta tu vientre. Te pesa el cuerpo, consecuencia de perder control sobre él.

A pesar de todo lo que siente Taehyung en ese momento, con esas ganas tan asquerosas de querer gritarlo en tu cara y llorando a más no poder, sabe que debe mantener la compostura, y una presión en la parte de la entrepierna ajusta sus pantalones más de lo que debería, ha de quedarse callado si quiere hacerte suya de la manera tierna en la que lo ha planeado.

Te toma del cuello para atraer tu rostro al suyo, el beso que se dan hace volar sus mentes, pero entonces Taehyung recuerda algo importante, y deja de besarte. Mierda. No hay preservativo que los salve, porque el último se lo ha llevado Yoongi, el maldito peliverde les ha jodido la noche, pero él prefiere volver al papel del bebé que necesita de alguien para consolarle, apoya su rostro en tu hombro mientras maldice en su mente.

Sin entender bien cómo funciona la mente del chico, y nunca lo has hecho, acaricias su cabello y su espalda mientras intentas recuperar el aliento. ¿Qué hago?, ¿dónde estoy?, siempre pasa, cada vez que le besas. 

-Tengo sueñito.

Ríes, es la cosa más tierna del mundo.

-Duerme entonces -susurras en su oído, provocativa y juguetona. 

-No quiero dormir, quiero follar. 

Le das una palmada en la espalda y acercas los labios a su oído.

-Tengo que irme.

Él asiente, no quiere verte porque si sigues frente a él tanto tiempo, no aguantará las ganas que te tiene.

Se separan, justo una notificación se dispara de tu móvil y te apresuras a abrir el texto.

-¿Quién es? 

Es un intenso, siempre pendiente de todo lo que pasa. 

Respondes con la verdad, sabiendo que le hará gracia:

-Hoseok. Es otro vídeo de un perro manejando.

Escuchas a Taehyung rechistar, sacudiendo la cabeza. 

Tomas el bolso y te vuelves hacia él, alzando una ceja.

-¿Celoso...? -Dices. Taehyung frunce el ceño y sigues - ¿de un perro? Ah, Taehyunnie.

Besas su mejilla. Es hora de irte. Después de todo, no encajas. 

Caminas hasta la puerta, abierta de par en par, decidida a irte y enviarle un texto cuando llegues al departamento, tal vez las palabras que no se pronuncian son mejores con él, así ha sido siempre.

Afuera, llueve a cántaros.

¿Qué demonios había sido todo eso?

                                                                                              ღ 엔 마 ღ