Taehyung de verdad disfrutaba las caricias, tenía sus ojitos cerrados, hacía ruiditos y se alarmaba en cuanto te detenías, abrazaba con fuerza. Y tu pasatiempo era verlo disfrutar. Con los dedos le despejas la frente del cabello en ondas, que volvía a su lugar como atraído magnéticamente a su piel. Fue esa noche que compartieron la mejor intimidad, resguardados bajo una manta y compartiendo el silencio menos incómodo y relajante, ni siquiera opacado por la música que venía de la sala. Por suerte, les habían dejado en paz, pero no era suficiente para salir, algo en los gritos de Namjoon te hizo cuestionarte todo esto que está pasando, y el efecto del alcohol pegó diferente.
No estás segura qué tan viable es llevar una relación, en un país lejano, cuando las exigencias de las clases son tan altas, ser una estudiante de intercambio te genera una desventaja, porque el ritmo de vida es más acelerado; los dramas y las películas coreanas estaban mucho más alejadas de la realidad de lo que cualquiera pensaría, incluso la presión social sobre tu cuerpo aborda tus divagaciones. Te abruma de repente, y las caricias que le das se vuelven bruscas, eso le hace exaltarse, y se acomoda a tu lado. Le sonríes, porque te fuerzas a dejar todo ir, porque estás segura de que es preocupación del futuro.
El teléfono no deja de sonar, pero alcanzarlo significaría desacomodarte, y eso jamás. Taehyung despertaría. Además, existe un 90% de probabilidad de que sean regalos, o fotos borrosas que tus amigos los borrachos toman y te envían en conmemoración de la gran injerencia de alcohol.
Así que pasan la noche en el cuarto, sin molestarse en encender la luz, Taehyung se duerme pronto, en la misma posición, sentado, casi que sobre ti, y te abraza la cintura, habla y ríe sutilmente entre sueños, y te acercas para escuchar, cuidando que tus movimientos no lo despierten, tu cuerpo está entumecido, pero la serotonina a mil. Hay algo extremadamente relajante en monitorear sus sueños.
Después de unos minutos, la música termina y escuchas el resto del jaleo. Agudizas el oído, la puerta de la entrada se abre y cierra un par de veces, pero hay voces de borracho en la sala, posiblemente Seokjin, pero no estás segura. Con las piernas adormecidas y el peso de Taehyung casi que sobre ti, te las arreglas para acomodarlo sin despertarle y caminar hacia la puerta. Cuidas tus pasos como una protagonista de película de terror, y toda la carga de pensamientos negativos de perforan la mente.
Abres la puerta sólo un poco y asomas la cabeza para comprobar que todo ha terminado. La mitad de las pertenencias de los chicos están esparcidas por la sala, y luce como si un tornado hubiese revuelto todo ahí. No te molesta, pero saltan a tu mente los alaridos de Namjoon y regresas casi que corriendo al cuarto.
-Buenos días.
A Taehyung le dificulta abrir los ojos, se los frota, pero también su sonrisita con los labios muy presionados alza mucho sus mejillas, y su mirada permanece oculta. El parpadear de sus ojos no está coordinado, primero un ojo y después otro; no puede existir algo más adictivo de ver que eso.
El corazón te da un vuelco, y te acercas a él, que se levanta con dificultad. Sólo hasta el momento en que estás en sus brazos, recobras los escalofríos de la noche anterior.
-Buenos días -musitas abrazada a su pecho -, ¿Descansaste?
Desayunan juntos los panecillos de avena que a él le toman una eternidad en cocinar, pero canta mientras se mueve por la cocina y te dedicas a observarlo y recordarle a tu cerebro que ninguna otra información vale tanto la pena cómo está. Es muy temprano en la mañana y Taehyung sugiere escribir en el chat grupal para decirles a los demás chicos que sus cosas estaban en el apartamento, con la esperanza de obligarlos a limpiar. Le miras, dubitativa, él suspira y procede a buscar implementes de limpieza, se hace un nudo en su ropa holgada y reza por evitar un salpullido.
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안되는데 (I can't) (Taehyung y Tú) (+18)
FanfictionAsí fue el primer día... Yoongi había dicho "Eh, Twinkie, va a haber una fiesta en mi baño" Kim Taehyung Hacía una mueca con su sonrisa, siempre lo hacía. -¡Taehyung, Dios del sexo! -grita él con un vaso de plástico vacío en su hombro, haciendo equ...