-Encesté -dice Yoongi, casi demostrando emoción.
A veces resultaba increíble cómo le quitaba alegría a los pequeños placeres de la vida, como lanzar una bolita de papel, sin ganas, a un basurero lejos de tu posición. En cierto punto, resultaba incómodo hacer todo con él, pero era lo único que te quedaba en cuanto a entorno social.
-Yuju -contestas, alzando un puño perezosamente, imitando su tono de voz.
Ambos se quedan mirando la cesta de basura junto a la pila de latas de atún en descuento que se encuentra muy mal ubicada en la sección de verduras.
Es ligeramente deprimente.
-¿Comemos una hamburguesa después? Estás pálida, muchacha.
Sabes que algo está mal contigo cuando un menudo y deprimente chico asiático te dice que le preocupa tu color de piel, piensas. ¿Es que no se había visto él en un espejo? Sus venas se le veían tanto a través de la piel, que su color pasaba de ser "pálido" a "verde pálido enfermo"; si aún llevase el cabello color menta, hubieses unido toda aquella reflexión y rematado con una broma. Ja. Ja. Casi vuelves a tener sentido del humor.
-Estamos haciendo compra, Yoongi, para dejar de comer fuera de casa. Es más saludable -mostrándote arrogante, lo más que tu faceta de actriz pudo ofrecer y porque sabes que él odia eso, alzas el tomate más bonito del grupo y lo meneas frente a sus ojos.
Se hace hacia atrás, fastidiado.
Ese ceño fruncido explotaría algún día, una verdadera bomba de tiempo.
-Oye... -musita, usando el tono de voz que corresponde a "papá Yoongi", y que usa cuando le incomoda tanto el sermón que está a punto de dar, que no es capaz de mantener el hilo de su voz -, creo que tienes que salir más de esa casa, ¿Qué haces en todo el día? No sales para nada, salvo cuando te obligo, ¿No te estresa eso?
Ya lo habías visto venir. De hecho, justo después de la increíble humillación que habías pasado, además de chillar entre gritos, era de esperarse que alguien, cualquiera, en algún punto de la vida, fungiese como mediador entre tu depresión y tú.
-No me estreso, tengo mis hobbies.
Te paseas por las cebollas. Joder, qué olor, y te alejas lo más que puedes, evitando un inminente llanto -tal vez el fantasma del pasado, tal vez el olor de las cebollas-. Yoongi te sigue, también rodeando las verduras y fingiendo que busca un pimentón, sus cestas están casi que vacías, pero nadie toma nada. Es una intervención, no la compra.
Incómodo, seguramente a punto de rechistar, Yoongi intenta seguirte el hilo, cree que así no te hará sentir tan miserable. Gran error, porque el daño ya estaba hecho, y había sido tan fuerte que nada en este mundo podía empeorarlo, así que te rindes ante él.
Yoongi ríe, sin ganas, como si estuviese encestando una bolita de papel en una cesta.
-¿Ah, si? ¿Qué haces para desestresarse? -la última palabra perdió fuerza en su boca, y estuvo a punto de quedarse sin voz.
Sonríes de medio lado, dándole la espalda, frente a otra pila de latas de atún, pero sin descuento.
-Leer, cocinar, construir alguna estupidez con Lego's -haces una pausa, reorganizando los pocos productos de la canasta, que llevas para una sopa de verduras -, y masturbarme. Eso me relaja mucho.
Abriendo los ojos como platos, Yoongi deja de seguirte, y siente un vuelco en su estómago. Finge una risa, y sigue.
-Qué bien, a mí igual.
En ese momento, dejaron de hablar. A una velocidad increíble, toman todo lo que necesitan de la sección de verduras, y se dirigen a pagar.
Lo que Yoongi quería decir, decide guardarlo. Ni siquiera le importaba defender a su amigo, el autor del crimen, Taehyung, pero no recordaba haber sentido una preocupación por alguien como había pasado contigo: humillada, llevando su vida como si nada hubiese pasado, sacando fuerza de donde no parece haber, en su mente había emergido una admiración nunca antes vista. Detrás de ti, en la cola para pagar, se asoma muy ligeramente hacia tu cuello, y percibe un aroma dulce y fuerte, que le da otro vuelco, regresa a su lugar en cuestión de milisegundos, y traga saliva ruidosamente. Te volteas hacia él, sin mirarlo, de hecho, buscando algo en él.
-¿Hacemos cena en mi casa? - le preguntas. Él responde afirmativamente con un gesto.
Le das una sonrisa y, al darte vuelta, repite su sigiloso movimiento para recibir ese aroma de nuevo. De manera juguetona y casi inocente, apoya su frente en tu hombro, gruñendo. Sueltas una risita, creyendo de que se trata de un acto propio de Yoongi, intolerante a la espera y a las colas del supermercado. Pero, aprovechando la cercanía, Yoongi respira cerca de tu piel.Hola, supongo. Jeje.
No tengo excusas ni palabras... :D ...
¡¡¡DISFRUTEN, LAS LEO!!!Si les gusta, pues, seguiré c:
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안되는데 (I can't) (Taehyung y Tú) (+18)
FanfictionAsí fue el primer día... Yoongi había dicho "Eh, Twinkie, va a haber una fiesta en mi baño" Kim Taehyung Hacía una mueca con su sonrisa, siempre lo hacía. -¡Taehyung, Dios del sexo! -grita él con un vaso de plástico vacío en su hombro, haciendo equ...