Pt. 10 - Desnudez

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-Eso no es cierto, Kim.
-¡Lo dimos en clase!
Haces una mueca.
-Pues, si fue así, seguro no estuve ese día -con la mano intentas alcanzar otra cerveza, y esa es la décimo quinta lata qué pretendes terminar.
Estás bastante mareada, y al inclinarte, tu cuerpo cede y caes sobre las palmas de tus manos. Haces bastante ruido contra el metal, pero las miradas sólo se posan en tí por medio segundo. Cediendo poco a poco, empiezas a recostarte para que las vueltas que te dan la cabeza te abandonen, posas una mano en el abdomen y te quedas mirando el techo de la van, todo rayado.
El brazo de Taehyung roza tu pierna, aprietas los múslos y cierras los ojos. Él extiende el suéter después de tomarlo y te mira, con ojos tristes.
-Déjame ayudarte -musita él, también bastante mareado. Levanta la mitad superior de tu cuerpo y te vuelve a recostar sobre su suéter, disfrutando el contacto.
Suspiras profundamente, viendo cómo se acuesta a tu lado.
-¿Por qué siempre tienes que verme en este estado? -dices, aunque riendo nerviosamente.
Les separa una distancia de siete centímetros, sus respiraciones se entremezclan y por los poros se les escapan los deseos que el uno tiene del otro. Sólo por un momento, mientras los demás están fuera, intentando hacer una fogata, son dos seres humanos escondiéndose de la cotidianidad, tal vez de manera cobarde, porque cada quien tiene ideas mundanas que sólo desea compartir con otra persona, pero no un cualquiera.
Después de mucho tiempo en silencio, juntas tu frente con la de él, desordenando su fleco, inhalas profundamente para catar sus aromas, y te embriaga, sabes que acabas de cruzar un límite del cual no tienes vuelta atrás. Y así permanecen unos minutos, hasta que, lentamente, Taehyung posa su mano en tu muslo, acariciándolo, y sólo con eso, sientes cómo se paran tus pezones y ejercen presión contra la tela de la blusa, ya hace bastante que te deshiciste de tu Jersey, zapatos y medias, pocas eran las ganas que te faltan para desnudarte por completo, le acaricias el cuello. Su mano, fría y temblorosa, hace círculos sobre tu piel, lenta y provocativamente, y se toma su tiempo para ascender, de a poco, hacia tu trasero, donde uno de sus dedos encuentra el borde de tus bragas, las mismas que deseaba arrancar desde el momento en que te subiste a la van enseñando todo; ¡Cómo se había imaginado eso!, Taehyung tenía una mente bastante creativa, para él no era suficiente llegar a esa zona de calor con sus dedos, eso era muy mundano para él. Lo que se había imaginado era muy, muy diferente, se moría por hacer el recorrido de nuevo, pero con sus labios, dientes y lengua, y tomándose su tiempo, y dejando marcas varias a su paso.
Ambos iban lento, pero después de ya dos semanas de conocerse, no necesitan esperar más para quitarse las ganas de follarse al otro. Deslizas tu otra mano por el contorno de tu blusa y empiezas a desabrochar los botones, desde abajo. Taehyung te sigue con la mirada, te sigue el juego.
-Espera -interrumpe él -, no es buena idea.
No. Eso no es posible, debe ser parte del juego.
Te detienes a escuchar lo que Hoseok le está gritando a Jimin cinco metros más adelante, sabes que no corren peligro, y también que no piensas retroceder; lo que necesitas es hacérselo saber. Desde su cuello, sosteniéndole la mirada y mordiéndote el labio, deslizas por su pecho, lo presionas, es firme, hasta llegar a su entrepierna, donde su erección hace presión contra tu mano, palpita y te transmite mucho calor. Lo siguiente que escuchas es el sonido más satisfactorio que jamás ha podido pronunciar alguien en tu presencia, la voz de Taehyung, suave y rasgada, te lleva al máximo nivel de excitación.
"Ah..." Intentó murmurar, jadeando.
No puede evitar mirarte desabotonar la blusa y, cuando terminas, se ahoga con la forma en que juegas con tus pezones y pecho, frotando suavemente la piel, estrujando tus picos entre los dedos, rebota, y gimes. Tragas saliva aunque tu garganta se sienta estrecha, sólo esperas a que él empiece a involucrarse directamente con tu juego, quiere, eso se nota en la dilatación de sus pupilas.
Incontables voces dentro de Taehyung le gritan que se detenga, antes se había aprovechado de una chica borracha hasta los folículos, a quien llevó a su apartamento y folló en tres embestidas, sin protección y viniéndose dentro de ella; jamás le volvió a ver, y sólo vuelve a su mente cuando empiezas a bajar su bragueta, torpemente; lleva su mirada desde su pene erecto y detiene tu mano, justo antes de que lo tomes desde la base, empapado de líquido pre seminal, y ambos suben la mirada.
-Basta, detente -cecea, con la voz entrecortada por la fogosidad, jadea, su cuerpo se encuentra totalmente erizado, y una gota de sudor corre por su sién. Denota que tu blusa ya se encuentra abierta, y uno de los senos se asoma provocándole tomarlo con la mano y morderle, pero te cubres, avergonzada -. Lo siento, pero no quiero...
Su error fue garrafal. La palabra que buscaba, inmediatamente siguiente a "quiero", era "obligarte", "usarte", "hacerte daño", sí, tal vez dos palabras. Pero como un tonto, corta la frase, y es también de las peores cosas que te han dicho en tu vida, y más aún después de llegar tan lejos.
-¡Vale! -exclamas, cabreada. Como puedes, te levantas, y tu cabeza se golpea contra el techo de la van. Él se apresura a vestirse para ayudarte; tú, en una pinta que ni la desnudez misma podría asimilarsele, abres la puerta de la van y saltas fuera, con la blusa abierta y la falda por las costillas, con todas las bragas mojadas y expuestas, te das vuelta para hacerle frente, porque te sientes, de cierto modo, timada, engañada, frustrada -Yo lo siento, ¡Siento no ser la case de chica que te quieres follar, Taehyung!
Todos los presentes acuden a la escena, en una extraña combinación de miradas y evasión de las mismas, el mismo Jin, respetuoso y encantador, no puede despegar los ojos del encaje negro que decora el borde de tus bragas, y, al mismo tiempo, se obliga a sí mismo a verle a Taehyung, juzgando. Tú también te le quedas mirando, respirando pesado y al borde de una frustración que sabes desembocaría en llanto.
-No-no es eso -intenta excusarse él, bajando de la van y avanzando hacia tí, a la defensiva. Correspondiente a eso, retrocedes dudosa, embarrándote los pies de barro y casi resbalando. Yoongi te sujeta por los hombros, evitando que tú siguiente desgracia sea caer sobre lodo.
En ningún momento le dejas de ver.
-Eres un cerdo -sollozas. Reprimes las lágrimas, frunciendo los labios.
Su mirada de cordero degollado te cautiva, hasta que Namjoon interviene entre los dos:
-¡Basta! Taehyung, aléjate de ella, ve con los demás a la fogata.
Obedece, y todos igual, Jungkook se le acerca para escuchar su versión de la historia, porque en ese punto, todos y cada uno de ellos están casi complemente seguros de que es él el culpable, incluyendo al mismo Taehyung.
-Twinkie -susurra Yoongi en tu oído -, ¿Qué sucedió?
El llanto, la cercanía con Yoongi, tu ropa, aún excitada, tiemblas de terror, confundida. Lo menos que quieres después de esa escenita es que Yoongi esté pegado a tí por detrás.
-Yoongi, déjala -Jin le hace una seña para que retroceda y saca una manta de una de las mochilas que están apiladas, te cubre los hombros y te aferras fuertemente a ella.

Maldito seas, Kim Taehyung.
Estoy supeditada a tí.

¡Sorpresa! Esta es mi ofrenda de paz con ustedes jeje... Disculpen la tardanza, pero por fin llegó...

¡Espero les guste mucho! Esperaré sus comentarios con ansias. Si les gustó, denele una estrellita ;) ♥️♥️♥️♥️

안되는데 (I can't) (Taehyung y Tú) (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora