Historias De Una Adolescente

Capitulo 3

Hoy es sábado así que no hay instituto, bieeen!! Pero no tengo nada que hacer porque Laura se fue con sus padres a visitar a su abuela.

Así que estoy tumbada en la cama mirando al techo y pensando en las clases cuando, de repente, me vienen a la mente los ojos verdes selva de aquel chico, que me dijeron que se llamaba Adam, esos ojos fríos y calculadores pero a la vez cálidos y cercanos son casi indescriptibles las sensaciones que vienen a mi mente y mi cuerpo...

Son las once de la mañana y ta me cansé de estar en casa, así que decido ir a pasear por el barrio.

Todo está muy bonito hace sol pero tambien hace frio, llevo puestos unos pantalones de chándal y una sudadera que me regalaron de la universidad de París. 

Me dirijo hacia el parque donde soliamos encontrarnos Laura y yo y me da rabia que ella no esté aqui para contarle lo que me había pasado en la biblioteca, le sigo dando vueltas ,aunque no debería!!!, porque yo no conozco a ese chico sólo lo he visto un par de veces y parece que el mundo se detiene.

Mis pensamientos se evaporan cuando mi reloj de pulsera suena avisandome debla hora de comer.

Ñam ñam, que habre será mejor que vaya a comer a casa.

Después de comer sencillamente me paso la tarde durmiemdo y haciendo deberes.

(...)

Son las siete de la mañana de un lunes lluvioso y tormentoso. Me levanto como una zombie ,y no se como soy capaz de llegar hasta el baño sin tropezarme con nada ni nadie.

Huele a tostadas en la cocina y cuando bajo vestida con mi ropa habitual, bueno esta mañana hice una innovacion llevo unas botas de agua negras, unos pantalones vaqueros algo ajustados y un jersey de pico  color borgoña. Encima de la.mesa y al lado del plato de las tostadas veo una nota de mi.madre que dice:

Lo siento Andrea pero hoy tengo turno doble así que estarás sola en casa todo el dia.
Te quiero, mamá!

Genial un dia sin mamá, así puedo ir a dar un paseo si el tiempo mejora...

Cojo un chubasquero y cuando me pongo mi mochila recibo un mensaje:

Andreeeeeaaaa hoy no podemos ir juntas al imsti porque me lleva mi padre. Perdonaaaaa

Vaya noticia ahora me tengo que ir sola al insti... Yupi...

No pasa nada Lau pero que no se vuelva a repetir ehhh jajajajaj

Salgo de casa y parece que el tiempo amaino, de entre los árboles surgen pequeños rayos del sol que me recuerdan a ñas luces del árbol de navidad; verdaderamente el paisaje está precioso.

Casi puedo ver el imstituto desde aqui así que me relajo y camimo más despacio, pero como la suerte no esta de mi lado, empieza a llover muy fuerte y sólo traje el chubasquero.

Estoy comoletamente empapada y no veo hacia donde me dirijo porque el golpe de lluvia es muy intenso, de repente dejo de notar las gotas de lluvia sobre mi.cabeza, alzo la vista y... Me encuentro a Adam sujentando un paraguas a mi lado tapandome de la lluvia.

Oh dios mío!!! Es él está a mi lado!!! Madre mía...

Estoy algo extrañada y muy contenta a la vez.

- ¿Te has mojado mucho? Te vi desde allí atras -señala un punto bastante alejado de dinde me.encontraba- y vine corriendo para taparte

Dios tiene una voz que parece miel de lo dulce y suave que es tambien es firme y decidida, podría ser mI perfecto balsamo

- Bueno algo mojada si que estoy, pero lo estaría mucho más si no hubieras aparecido.

Creo que me estoy sonrojando... Tranquilaaa, tranquilaaaa

- Pues menos mal, así que mada de daños graves ¿no? Por ciero me llamo Adam ¿y tu?

Lo sabía le pegaba más Adam. Me merezco un premio!

- No no tengo daños graves. Yo me llamo Andrea -mi voz titubea y creo que se da cuenta

- ¿Tienes frio? Venga aceleremos el paso si no te me vas a congelar

Noooo no quiero acelerar el paso. Y tranquilo que no creo que me vaya a congelar como mucho ya estoy mojada de cuerpo entero.

Aceleramos el paso y en cuestión de cinco minutos estamos en la puerta del insti. Adam me lleva adentro y me pone al lado de un radiador, sólo quedan cinco.minutos antes de entrar a la primera clase, quiero aprobecharlos con él, pero Adam no aparece y ya sonó la campana de ir a clase.

Mirando por el lado bueno Laura no hizo tan mal en ir con su padre al insti.