Capitulo 4

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Hoy me tengo que ir al médico, un chequeo rutinario, así que hoy solo podré ver a Adam por la mañana ya que me voy en el primer recreo. No hemos hablado desde que me acompañó al instituto, tampoco le conté a Laura lo que me pasó. Estoy hecha un lio!!

Adam y yo coincidimos en cuatro clases: Inglés, tecnología, biología y música.

Nunca habiamos hablado, él me atraía, quizá por su velo de misterio o por sus ojos, no lo sé.
Lo que se es que ahora mismo me encuentro en la clase de matemáticas mirando al profesor, pero en realidad estaba en mi mundo y no prestaba atención.

- Andrea por favor, ¿me puedes decir la respuesta al problema del encerado?- dijo el profesor

- Emm... Emm... ¿Que problema?

Toda la clase se echó a reir.

Genial Andrea te acabas de lucir completamente. Menos mal que Adam no está en esta clase.

- Veo que estabas prestando mucha atención a la explicación- dijo el profesor con evidente sarcasmo- ¿ Que te parece si te quedas castigada en el recreo haciendo el problema?

Me callé porque en realidad no era una pregunta si no una afirmación rotunda.

Mierda voy a perder mi oportunidad de ver a Adam. Genial...

Ahora estoy haciendo un problema ee matematicas que no entiendo, Laura intentó colarse para ayudarme pero la pillaron y casi la castigan. Me pongo a tamborilear con el lápiz en el libro y la libreta.

¿Por qué me tienen que pasar estas cosas a mí? Valee en parte el profesor tiene razón pero yo.me voy a ir en breve y no he tenido un momento para preguntarle a Adam por que me habia tapado.

Tocó la campana, mi madre me vino a buscar puntual, como se nota que yo no he salido a ella.

Lo bueno de tener una madre enfermera es que:

1) Se sabe lo bueno y lo malo de los medicos y hospitales.

2) Tienes la casa para ti sola. Eso en mi caso me da igual porque no hago fiestas todas las noches.

3) En mi opinión sabe más de medicina que los propios médicos. Eso ya es personal así que...

(...)

Son las seis de la tarde, me llega un mensaje de Laura preguntandome si voy con ella a tomar algo. No me apetecía mucho pero le dije que si porque no tenia nada que hacer.

En cuestión de pocos minutos nos encontrábamos en el parque, dando un rodeo para alargar nuestro tiempo juntas y contarnos un poco de nuestras vidas.

Laura y yo tenemos la.misma edad pero solo tenemos dos clases en común y en los recreos ella se va al pabellón (es muy deportista) y yo me voy a la biblioteca o doi una vuelta por el patio.

Ella me cuenta que ultimamente no está atenta en clase porque no para de pensar en la competición que tiene la próxima semana.

Por mi parte yo le cuento que el pesado de Victor no deja de meterse conmigo porque dice que no sé contar chistes.

Llegamos a la cafetería y pedimos un par de cocacolas, Laura me invita a pesar de que dije que invitaba yo.

- Cuéntame, ¿Que tal con Adam?

Como podía saber que me pasaba algo con él!!!

- ¿Adam? ¿Quien es ese?- me tiembla algo la voz y creo que se da cuenta.

- Andrea a mí no me engañas te conozco de sobra.

- Que dices! No me pasa nada.

- ¿Me lo vas a contar o te lo tengo que investigar?

Historias De Una AdolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora