Someday | BellDom

06: Recuerdos

-¿Clases apartadas? –Replico Malcolm en cuanto oyó a su padre decirle el plan de su rectora-, ¿acaso soy retrasado?

-Malcolm –Inquirió Dom tomando una bocanada de aire-, tú te buscaste esto. Te he pagado las mejores escuelas, la mejor educación, jamás te ha faltado nada ¿Qué rayos pasa contigo?

El menor rodó los ojos con evidente fastidio.

-Ay, no estoy para tus sermones ahora –Vocifero tajante jugando con su celular-. ¿Por qué no lo arreglaste o algo?

-¿Qué no me estás oyendo? –Bramo Howard arrebatándole el teléfono- ¡Responde eso!

-¿Responder qué? –Bramo

-¿Qué rayos pasa contigo, Malcolm? –Repitió cabreado- ¡Te he dado más de lo que necesitas! ¿Qué diablos necesitas? ¿Nunca es suficiente para ti o qué?

-¡Deja tus preguntas tontas para otro día! –Resoplo- Creí que lo arreglarías pero ya veo que te importa más tu trabajo

-¡Pues claro! ¿De dónde crees que te mantengo? ¿Acaso crees que nuestros gustos se consiguen en el mercado de pulgas?

-¿Entonces si te importa más tu empleo qué yo?

-¿Y acaso yo te importo?

El chico se dio media vuelta, una línea recta se dibujó sobre sus labios.

-¿Por qué te ofende entonces? –Retomó Dominic decepcionado

-Eres mi padre –Musito-. Lo único que tengo porque no fuiste lo suficiente hombre para retener a mamá a tu lado

¡Tu madre está muerta!

-Ni siquiera sabes cómo era tu madre –Dijo calmándose

-Al parecer inteligente –Espeto- De su libertad a quedarse con un sujeto como tú, tomó la mejor decisión

-No me interesa lo que pienses –Le tomó del hombro y lo giró violentamente-; tu acabaras la preparatoria de ese modo o de cualquier otro. Ya he tenido suficiente de ti, Malcolm. Estoy harto de ti y de tus estupideces. Sí no quieres estudiar más, sólo dímelo y ponte a trabajar ¡Sirve de algo en la vida, deja de ser un inútil, un fracasado que cree que las fiestas con alcohol y drogas son lo mejor que hay en el mundo! –Suspiro- Sí no puedes con el estudio mejor salte de una vez y deja de hacerme perder el tiempo.

Dicho esto fue escaleras arriba.

*****

Malcolm no sabía cómo reaccionar ante las palabras tan horribles de su padre.

No, no era la primera vez.

A pesar de no serlo, nunca se había mostrado tan molesto como lo hizo. Malcolm siempre considero a su padre débil e incapaz de controlarlo pero las lágrimas bajar de sus ojos decían otra cosa.

Y no, tampoco era la primera vez que lloraba por algo así.

Subió a su habitación luego de que su padre lo haya hecho; se encerró y se tumbó en la cama reprimiendo su llanto –o intentándolo-.

Todo estaba tan obscuro, tan frío, tan inseguro. Su habitación era muy grande, llena de cosas innecesarias y que sólo eran de decoración salvo por la batería que tenía, lo único que le gustaba hacer en verdad era tocar hasta quedar sordo.

En momentos así, solía pensar en que su padre lo odiaba.

No era por su comportamiento en la escuela, iba más allá de todo eso; él sentía la indiferencia de Dominic, su rabia, su rencor, su tristeza... incluso dudaba sobre el veredicto de su madre