32: Tiempo.

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Quizá esa había sido la noche más incómoda que Malcolm haya pasado, ni siquiera la noche en que se acabó una botella de tequila solo lo habían puesto tan mal e incómodo. El ventilador había hecho mucho ruido toda la noche además sentía ahogarse por lo que se despertaba cada quince o veinte minutos.

-¿Cómo la pasaste, Malcolm? –Pregunto el doctor apareciendo con una amplia sonrisa- ¿Descansaste?

-No, esa cosa hace mucho ruido y los demás pacientes gritaban o escuchaba como tosían o vomitaban –Arrugo la nariz-. Muy asqueroso en mi opinión, lo admiro por soportar todo eso

El doctor sólo pudo reír al oír esas palabras tan sinceras e infantiles, clara prueba de que el chico se encontraba mejor.

Mientras le hacían las pruebas correspondientes para saber que tanto había progresado Malcolm pudo divisar a su abuela entrar a la sala.

-Mi abuela –Dijo repentinamente. El doctor se giró levemente sin dejar de postrar el estetoscopio sobre el pecho del paciente-. Vaya, no creo que mi papá le haya dicho que estaba aquí

Afuera de la habitación la mujer fue a la central de enfermeras donde pidió informes sobre su nieto pero inmediatamente arribo Dominic a lado de Rayana.

-¿Mamá, qué haces aquí? –Pregunto el hijo

-Yo le dije –Respondió Rayana antes de que la mujer se alterara

-En efecto, Rayana me dijo que Malcolm estaba internado –Corroboro-. ¡Es increíble, Dominic, que Rayana haya tenido que decirme en vez de ti! Es algo grave y tú por ahí haciéndote el tonto, ¡Ah, y tu padre ya hablo conmigo sobre lo ocurrido en Dubái!

-Mamá, no estamos aquí para hablar sobre mí –Dijo el hombre-, y perdón por no haberte avisado pero no era del todo grave

-¡No importa! Es mi nieto, merezco saberlo

-Nunca te ha importado y ahora vienes muy asustada, ¿No?

-Dominic...

-¡Por favor, por favor, cálmense! –Irrumpió Rayana poniéndose en medio de ambos- En este momento Malcolm debe estar tranquilo no verlos peleando –Madre e hijo suspiraron tranquilizándose-. Más tarde hablarán civilizadamente sobre lo que quieran

Las pruebas para verificar si el chico estaba mejor habían terminado y dictaban que podría ir a casa con ciertos medicamentos inhalados, una dieta especial y la suspensión definitiva del cigarrillo.

-¿Es indispensable que deje de fumar? –Preguntó el rubio con deje de ansiedad

-Sí, Malcolm. Es de suma importancia que no fumes pues ese es el principal factor que está alterando tu sistema respiratorio y por ende a tu circulación, lo que empieza a desarrollar la falta de aire y la sensación de ahogo como la que sufriste ayer –Explico amablemente el de la bata blanca

-Sabe, no creo que me sea sencillo –Murmuro apenado-. Cuando me siento mal fumo y tengamos en cuenta que de los siete días a la semana, cinco me siento mal, ¡No sé, no creo poder...!

-Hay terapias para dejar de fumar y sirven muchísimo. Aún eres muy joven y lo que pasaste es para personas con 50 o 40 años, ¿Tu padre fuma?

-No que yo sepa. Nunca lo he visto

-¿Sólo vives con tu papá, Malcolm?

Justo en ese momento Dominic y su madre se acercaron a la ventana para verlo.

-Así es –Respondió-. Creo que para sólo ser él hace un buen trabajo

-Me alegra oírlo, con su apoyo y del de toda tu familia saldrás adelante

Someday | BellDomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora