Someday | BellDom

19: Aceptación.

El avión había aterrizado en Dubái a las 3:33 pm siendo en Londres las 11:14 pm. Los emiratos árabes no era atractivo para Dominic, le daba un poco de miedo estar allí.

-Tengo sueño -Dijo para sí mismo

-Deja tu sueño de lado, pronto conocerás a Margot -Replico William al escucharlo

-Creí que sería un viaje de negocios pero me equivoque ¡Como siempre! -Dominic puso los ojos en blanco

-Escúchame, Dominic Howard; Estoy harto de tratarte como a un niño y sus rabietas que están fuera de lugar, ¡Tienes 38 años! -Le jalo del brazo acercándolo hacia él- ¡Trato de hacer algo bueno para ti, como siempre lo he hecho! Margot es hermosa, te va encantar

-¡Ya basta, William! -Se alejó bruscamente sin importarle que el personal del aeropuerto los viera de reojo- ¡Estoy casi seguro de que así contrajiste matrimonio con mamá, porque mi abuelo te obligo a cortejarla y pedirle matrimonio!

-¿Quieres callar...

-¡Y a mí que me importa que la gente sepa de esto! -Irrumpió molesto- ¡Ni siquiera entienden lo que digo!

-Dominic -Volvió a jalarle del brazo llevándolo al taxi que los llevaría al hotel- ¡Anda, sube! Hablaremos en el hotel con más calma

A zancadas Dominic subió al vehículo. Su entrecejo estaba fruncido, sus labios formaban una línea recta que difícilmente se movería.

Su padre ingreso inmediatamente después luego de corroborar que su equipaje estuviera arriba también.

-Quita esa cara que la pasaras bien -Sugirió colocándose unos lentes de sol.

Howard hijo sólo pudo rodar sus ojos neutralizando su enojo.

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«Dominic se la ha de estar pasando genial en Dubái mientras que yo estoy tratando de entender lo que no entendí en tres años. El moka grande se estaba enfriando, la gente salía y entraba constantemente, el transito era cada vez más agitado y Matthew fingía ver el teléfono pero de reojo también me miraba a mí.

Suficiente presión en un día.

-¿Entendiste?

¿Qué cojones? ¿Quién dijo eso?

-Malcolm, ¿Entendiste? -Repitió Matt diciéndolo más fuerte al ver que no le hacía caso

-¡Oh, perdón! ¿Q-qué? -Titubee confundido alzando la cabeza

Matt sonrió nerviosamente.

-Qué si entendiste -Volvió a decir

-Am s-sí -Volví a titubear sonriéndole por cortesía y para que no creyera que estaba mintiendo (aunque sí).

-Bueno creo que es todo por hoy -Exclamo- ¿No te acabaste el café? -Pregunto tras ver la taza llena aún. Me sonroje deprisa.

-Hem, he, yo, perdón, Matt, digo profesor, ah no, Matthew... -Mi lengua era muy graciosa algunas veces- Lo siento, estaba más concentrado en... Esto.

-Oh no te preocupes -Añadió caluroso.

-Yo lo pagaré

-Nada de eso -Sacó su billetera y de ella salió una American Express de color negro-, ¡La cuenta! -Vocifero.

Cerré el libro rápidamente guardándolo en la mochila. Me sentía muy nervioso, mis mejillas estaban ardiendo y eso lo sabía él.

No dejaba de mirar cada acto que hacía. Eso me ponía más nervioso, demasiado, ¿Por qué lo hacía? ¡Oh cierto, seguramente le gusto!