Someday | BellDom

29: Diferentes personas, palabras y... Dominic.

Dominic viajo a otro plano existencial en donde el nombre de Matt Bellamy resonaba a lo alto hasta derrumbar sus tímpanos. La sangre viajaba cada vez más rápido y una sensación de vértigo le hormigueo todo el cuerpo.

-¿Pero mi hijo estará bien? –Cuestiono calmando una sensación de opresión en su estomago

-Sí; Por esta tarde y noche estará bajo ventilación mecánica a parámetros nocturnos –Informo el hombre de la bata blanca-. Con un par de broncodilatadores y revisiones podrá ser dado de alta en poco tiempo pero es de suma importancia que Malcolm deje de fumar ya mismo

Ambos asintieron tratando de concentrarse en lo más importante, que era Malcolm, pero dicha información proporcionada por el profesional le hacía difícil a Dominic sopesar la circunstancia con relajación y a Rayana también la ponía en una posición difícil.

-¿Y el profesor, dónde está? –Preguntó Dominic

-Ha estado paseándose por los pasillos un poco desconcertado aunque ya ha rendido testimonio...

-¡Muéstremelo! –Irrumpió el padre mostrándose bastante desesperado

-¿Está todo bien, señor Howard? –Interrogo el medico inspeccionando bien la rápida reacción de Howard- ¿Existe algún improperio entre Malcolm y el profesor Bellamy? Sí es así puede levantar una demanda

Dominic sello sus labios sin saber qué hacer, o que pensar, o que acción tomar. Aquel mar de sensaciones encontradas en lo más profundo de su mente y muchas otras nuevas le estaban hostigando tanto que era la misma muerte o lo más cercano a ella.

-Doctor, ¿Podemos ver a Malcolm? –Preguntó Rayana antes de que Howard dijera algo

-La disnea desapareció –Dijo leyendo el reporte sobre la tabla-; Ha estado saturando mejor –Movió lentamente sus labios-. Sí, pueden entrar pero en unos cuánto minutos. Le están retirando la mascarilla para ponerle unas puntas

-¿Qué es eso? –Cuestiono Rayana

-Puntas nasales, para saber cómo reaccionará con un flujo bajo de oxígeno

La morena abrió paulatinamente las orbes sin haberlo entendido bien. Dominic seguía sin decir nada, se mantenía distante en sus pensamientos.

El doctor se fue dejando solos a los tutores del chico.

-Dominic tranquilízate por favor –Dijo ella

-¿Cómo quieres que me tranquilice cuando él, él... Y, Ma-Malcolm...

-No sabemos lo ocurrido –Interrumpió-. Hablaremos con Malcolm y él...

-¡Rayana por favor no puedo calmarme! –Vocifero exaltado. Inmediatamente se tranquilizó pues debía estar en perfecto orden para ver a su hijo- ¿Cómo se encontraron? ¿Qué diablos ha pasado y yo no estaba enterado? ¡Ves como si soy un padre terrible! –Se sentó rápidamente en una de las bancas de la sala- Ya no sé qué pensar, juro que me siento cansado mentalmente

-¿Quisieras que yo pasará con él mientras te tranquilizas? –Propuso cogiéndolo del hombro. Dom negó moviendo la cabeza

-Tengo que oírlo yo mismo –Se dijo casi a si mismo

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«Me sentía jodidamente fatigado, el dolor de cabeza era peor que el de las resacas. Me dolía el pecho, mi visión estaba muy difuminada y no podía ni mover un dedo. Era un cansancio agobiador.

Había una enfermera encima de mí poniéndome un plástico sobre la nariz. Trate de moverme pero no pude, sólo sentía como aire entraba por mis fosas nasales a través de ese pequeño tubo de plástico.