Someday | BellDom

13: Impulso.

«En verdad me precipité con Malcolm. Fui demasiado impulsivo y es inevitable que haya pensado en las mil y un insinuaciones que trate de darle a entender. Es como haberle dicho completamente extasiado que lo quería en mi cama porque me recordaba a su padre.

Sí, es enfermo, ¡Jodidamente enfermo!

¿Qué habrá pensado? ¿Acaso es un hecho que dirá NO? Soy un estúpido, lo sé ¡Un verdadero estúpido!; Siendo un asunto de Dominic siempre seré el más estúpido del mundo.

Volví al auto.

-No tardaste –Vacilo Elle echándose polvo en el rostro. Jamás he entendido porque las mujeres usan eso. Son demasiado complicadas.

-Sí fue rápido –Murmuré colocándome el cinturón

-¿Y viste a Noel? –Preguntó de nuevo

-Mhm

-¿Y los papeles? –Dejo el polvo para mirarme y cerciorarse de los papeles inexistentes

-Noel no los tenía. Por ello fue rápido

-Oh, Matt, pudiste haber esperado a que volviera del trabajo

-Sí bueno, aguardar hasta las 10 u 11 no es la mejor idea –Puse mi mano sobre la suya-. Puedo estar contigo

Ella sonrió y me plasmo un beso.

Mientras ella mantenía cerrados los parpados, yo eche mi mirada hacía la ventana y pude ver como Malcolm descendía hacia la reja de salida; confundido, asustado, extrañado, fingiendo normalidad,... Él es como Dominic ¡Es Dominic, es mi Dominic!

Vamos, Matthew cálmate.

Elle termino su beso seco con una sonrisa viéndome a los ojos. Cuánto puto brillo me he gastado en las corneas fingiendo amor por esta mujer.

-¿Nos vamos? –Sugirió sacando un labial rosado

-Claro –Dije poniendo las llaves en el lugar correspondiente para arrancar el vehículo.

Con la mirada busque a Malcolm pero ya se había ido a dondequiera que tenga que ir».

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Dominic Howard visitó el departamento de Rayana Rae a las 6 en punto, no con 1 minuto ni a las 5:59; simplemente las 6 en punto.

Aún estaba bastante desconcertado por el viaje a Dubái que obligatoriamente tenía que realizar. Sus planes de ir el fin de semana a Aviemore en Escocia se venían abajo por ir a hacerse el idiota a un país con edificios altos.

Aviemore era el destino favorito de Malcolm. Le gustaban los mariscos que servían allá junto con la cerveza, las papas fritas, la arquitectura y la caminata por las colinas.

Le gustaba más que cualquier ciudad moderna, cosa que a cualquiera sorprende.

A las 6 con 3 minutos Rayana abrió la puerta, no sin antes haber preguntado quien era.

-Pasa, Howard –Espeto ella haciéndose a un lado para que este pasará.

-Gracias por recibirme. Sé que es tarde y tienes que salir –Dijo el rubio

-Tengo tiempo –Repuso acariciando su cabello-. ¿Quieres algo de beber?

-No, no gracias –Suspiro viéndola. Apretó sus labios un momento-. Sé que estos últimos días han sido para regañarme y ser como mi otra madre –Ella se echó a reír- y créeme que lo aprecio en lo más profundo de mí ser –Relamió sus labios-. Aprecias a Malcolm y sé que Malcolm también a ti. Se tienen confianza a pesar de no verse tan a menudo...