Capitulo 14: "La lengua es el castigo del cuerpo"

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La nieve había empezado a caer, la navidad se acercaba, las casas ya empezaban a ser adornadas, los niños preparaban sus listas para Santa Claus, un ambiente navideño invadía mi pueblo, ya estábamos a tres semanas de esa celebración que a mi tanto me encantaba. Una de las cosas primordiales en mi vida es la familia y me gustaba la idea de que todas las navidades nos reuníamos todos, primos, tíos, abuelos, amigos y pasáramos un buen tiempo familiar. Kieran me había dado una idea la cual me fascino al oírla, mi hermanito era un genio como yo, Estos años de convivencia ya habían empezado dar frutos. Su idea consistía en invitar a Madison y su familia a pasar navidad con nosotros, quizás ese sería el mejor momento de demostrarles a todos que he cambiado con respecto a mi trato con las mujeres, y de decirles cuanto adoraba a esa morena.El sábado había amanecido entusiasmado, tenía planeado llevar a esa chica de sonrisa adorable a un lugar especial, quería proponerle algo que ni yo sé cómo explicarlo."Rulitos, Por primera vez creo que lo harás bien sin mi ayuda"Ya me extrañaba que esa voz no me hubiera hablado durante un tiempo.-Sal de mi cabeza - le pedí en voz alta mientras me vestía en mi cuarto."Me necesitas, sin mí no eres nada"-¿Tienes que ser tan pedante?"Soy tu, por eso soy así."-Créeme que contigo o sin ti atormentándome, haría las cosas bien."No Harry, no lo creo"-Ya me estoy volviendo loco, estoy hablando con algo que ni existe. "Si existo, dentro de ti pero existo"Decidí ignorar aquello, esa vocecita me llevaría a la completa locura. Termine de salir y me puse en marcha a casa de Madison, esa mañana hacia frio así que me abrigue. Camine por las calles y me encontré a Louis, trate de evadirlo pero no pude, no quería hablar con él, ni mucho menos decirle a donde iba no porque me apenara si no porque lo conozco, él no aguantaría para jugar una broma y no quería que amargara mi día. -Man ¿A dónde vas? - me pregunto.-Estoy apurado. Hablamos después - pase por su lado rápido y seguí mi camino.Quería concentrarme en lo que quería hacer y hablar con Louis no me haría bien. Llegue a casa de Madison y ella estaba afuera sentada en el piso con un hombre de edad media, lo visualice y se parecía en algo a mi morena supuse que era su padre. Me acerque con algo de miedo, debo admitir. El hombre me detallo con su mirada al ver que ella se había puesto de pie para saludarme con un abrazo. Hay momentos en la vida que conoces personas de las cuales dependen ciertas cosas que pueden llegar a suceder, por ejemplo, de un profesor dependen tus notas, y de tus notas tu futuro; o para un par de futuros esposo, depende de un cura para que su boda se realice pues es el que se encarga de bendecir un matrimonio ante los ojos de Dios. Por mi parte me causaba nervios conocer aquel hombre que acompañaba a Madison, pues de el dependía mi relación, como amigos o algo mas, con su hija. El hombre se puso de pie y mi morena me presento con él, le comente que la llevaría a pasear y por su cara creo que no le gusto la idea.-Cuida a mi hija - dijo con una expresión totalmente seria.-Eso hare - dije - Fue un placer conocerlo, Josep. -"Sr Booth" para ti - me corrigió y asentí.-Adiós, papá - Madison se despidió de él con un beso en la mejilla y luego volvió a mi tomando de mi mano.Cuando por fin nos alejamos de su casa solté una risa que estaba reprimiendo, ella no entendía.-¿Por qué ríes? - me pregunto.-Rio cuando estoy nervioso - me calme un poco - Creo que no le agrade a tu padre.-Sí, le caíste bien. Solo que él es así con todos los hombres que se nos acercan a mi hermana y a mi - sonrió.Eso era algo positivo, el hombre me había aceptado. Seguimos caminando, durante todo el camino me preguntaba a qué lugar nos dirigíamos a lo que yo le respondía con un "Es sorpresa". Era una niña impaciente, y de una u otra forma su impaciencia me hacía reír, pues como podía trataba de hacerme decir a donde la iba a llevar pero no lo logro. Escogí un lugar especial para mí, porque desde niño siempre estuve allí, tuve varios de mis mejores triunfos y me traía los mejores recuerdos de mi vida: El campo de futbol. Cualquiera pensaría que ese sitio no era romántico, pero es que yo no quería que fuera así, sino especial. Deseaba compartir con Madison varios momentos de mi vida que no cambiaría por nada, mi intención era compartir con ella algo que nunca antes había compartido con nadie más. La nieve había caído toda la noche y adornaba el campo de una bonita manera. -Aún no entiendo - dijo.Sonreí y la lleve a las gradas, hice que tomara asiento a mi lado, coloque mi brazo a su alrededor y la acerque más a mí.-En este lugar están muchos de mis recuerdos más preciados - comencé a decir a su oído, mi aliento chocaba con su piel haciendo que se estremeciera - Cuando tenía la edad de Kieran jugué mi primer partido y gane, transcurriendo los años aquí anotaba mis mejores goles, una vez aquí en este mismo lugar mis padres me dijeron que me darían un hermano menor, Mitchell. Recuerdo que aquí hice las paces con mi mejor amigo luego de pelear por una chica, Éramos niños y prometimos que más nunca discutiríamos por una niña, - reí al recordar aquello - Justo aquí escuche mil veces por parte de mis padres un "Estoy orgulloso de ti" y esas palabras viniendo de ellos era el mejor regalo de todos. El punto es que aquí pase muchos de los mejores momentos de mi vida y quería compartirlos contigo - Moví su rostro con mi mano para que me viera a los ojos - Quiero que tu estés entre esos momentos. Sonrió y me dio un beso corto en los labios, disfrute eso pues usualmente solía ser yo el que la besara. Volví a besarla, necesita uno de esos besos que me volvían loco, quería sentir su boca junto a la mía. Pero sentía que algo estaba haciendo mal, algo me decía que si no actuaba rápido ella se aburriría de estar solo conmigo como "algo más". Tenía que plantearle de una vez lo que quería. Hacerlo era una de las cosas más difíciles para mí pues nunca antes había propuesto aquello que planeaba.-Madison - deje de besarla y la vi a los ojos - Quiero acerté una pregunta la cual quiero recordar en este lugar- sonreí.-¿Qué cosa?-Es realmente difícil hacerlo - dije y con mis brazos adorne su cintura - No sé ni cómo empezar.-No tengas miedo - decía mientras acariciaba mi rostro con sus manos.-Es que la palabra que utilizare no es una palabra que yo use mucho - reí nervioso pues realmente así estaba.-Dilo cuando estés listo.La mire directamente a sus ojos intensos, deseaba sentir esa confianza que ella me daba cuando me miraba, nuestras miradas estaban paralizadas una en la otra, sentía como si se hablaran."Es ahora o nunca, Rulitos"-Madison ¿Quieres ser mi... - me calle antes de terminar y ella me miro totalmente sorprendía y eso que aun no terminaba la frase - ¿Quieres ser mi novia?"Novia" Esa palabra que yo nunca llegue a utilizar con ninguna mujer la termine usando con la persona que menos imagine, con esa que llegue a odiar una vez, esa chica que recibió humillaciones de mi parte. Pero justamente ella sabia como enloquecerme y últimamente la necesitaba para sentirme completo.Madison se puso de pie soltándose de mi agarre, aquello me desanimo por completo, ella no me miraba, no decía nada, sentía que iba a decir un enorme "NO", yo también me pare y espere paciente a que me mirara pero no lo hizo. No hallaba palabras para que me dijera su respuesta, ya estaba imaginando que iba hacer cuando escuchara su rechazo, quizás preguntarle ¿Por qué me rechazaba? O cualquier otra cosa, pero volverle a insistir no estaba en mis planes pues mi orgullo solía ser muy fuerte en estos casos. Tendría que buscar la forma de olvidar ese sentimiento que ella despertó en mí y superarla.Por fin después de minutos eternos y frustrantes, ella se giro a verme.-Harry, yo... - bajo su mirada - Han pasado tantas cosas entre nosotros últimamente y creo que es mejor... - soltó un suspiro - Decirte que sí.Su expresión cambio totalmente y se le dibujo una sonrisa, sentí un alivio impresionante al oír esas palabras. Ella me abrazo y yo la aferre lo mas que pude a mí, hice que se alejara a pocos centímetros para poder besarla, ese sería el primer beso que le daba como novios - aun no me acostumbro a esa palabra -. Quería disfrutar cada roce, guardar en mi memoria ese momento.-No vuelvas a repetir mas nunca eso - dije despegando nuestros labios.-¿Qué? - pregunto riendo.-Hacerme pasar por ese mal rato - ella pego su frente con la mía mientras se reía, adoraba su risita, era melódica y muy dulce - Pensé que me dirías que no.-Aun que no lo creas estuve a punto de hacerlo - me dio un beso corto - pero tu cara de tragedia al ver que yo no respondía me hizo recapacitar mi respuesta.-¿A si? - Asintió - No te creo, pues sabes que me encuentras irresistible y te mueres por mí.-Que egocéntrico logras ser en algunos momentos - dijo tratando de soltarse de mi agarre pero no la deje - Definitivamente eres un imbécil - rio.-Un imbécil que adoras.-¡Quizás!La bese nuevamente para cerrar aquel momento tan especial.Ahora más que nunca entendía ese dicho que la gente decía: "La lengua es el castigo del cuerpo". Yo me llenaba la boca diciendo que nunca estaría con Madison, que ella nunca me podría llegar a gustar y termine proponiéndole que fuera mi novia. Quizás hacia mucho drama con respecto a noviazgo, pues ni que me fuera a casar pero para mí era algo que nunca imagine que haría, me acostumbre a ver a las mujeres como un objeto de diversión. Muchas chicas al principio me llegaron a decepcionar, pues solo querían estar conmigo por acercarse a mi mejor amigo, el famoso cantante y si yo no respetaba a las mujeres antes eso hizo que mi opinión hacia ellas empeorara, ¿Alguna vez saque provecho de que me buscaran por interés? ¡Si, lo hice! Si ellas querían jugar conmigo ¿Por qué yo no hacerlo con ellas? Y justo cuando me estaba perdiendo en esa idea machista, se atravesó Madison para cambiar mi forma de pensar. Lo más irónico es que ella siempre estuvo allí y yo nunca la vi con otros ojos, hasta el día en que me decidí a conocerla. Por dentro me sentí tan feliz, ella me había alegrado el día después de darme uno de los sustos más grandes de mi vida, pero con una sonrisa o un abrazo lo recompensaba. Esa tarde la lleve al cine y desfrute una película con ella, Primera vez que no quise sobre pasarme con una mujer en un lugar de esos, la conocía y sabia que si llegaba hacerlo me podría una de esas cachetadas fuertes que ella daba y aunque esos golpes a mi no me duelen ni física ni emocionalmente, no deseaba perder esa confianza que ya me había ganado.Saliendo del cine, ella se monto encima de mi espalda mientras yo sostenía sus piernas y ella me tomaba del cuello, pues estaba cansada. De esa forma empezamos el camino hacia su casa.-¿Disfrutaste la película? - le pregunte.-Disfrute más la compañía - respondió cerca de mi oído, aquello me gustaba.-¿El lunes harás algo?-Si - respondió desanimada - Estaré toda la tarde ocupada acompañando a mi tío en lo de la Diálisis. -¿Te puedo acompañar?-No - respondió con rapidez - Ese es un lugar algo triste, no me gustaría que presenciaras aquel ambiente.-Déjame apoyarte.-Hazlo pero no en ese lugar - beso mi mejilla - Y no me insistas. Por favor.-Como quieras - quería acompañarla. Brindarle mi apoyo, pues me imagino que ver a su tío en ese estado no debe ser muy bonito, pero no le insistiría si ella no quería - Mañana pasare todo el día con mis hermanos después de la iglesia. ¿Te animas?-Claro, adoro a tus hermanos - gire mi cuello para verla mejor, ¿Los adoraba? Se supone que me tiene que adorar mas a mi no a ellos - ¡Calma! No los adoro como a ti - soltó una pequeña risa.Al llegar a su casa ella se bajo de mi espalda, le pedí un beso antes de irme pues quería algo con que sobrevivir hasta el siguiente día. Esos besos eran como una droga para mí pues nunca antes sentí la necesidad de besar unos labios de forma tan intensa. Mientras nos besábamos no pensé en lo que nos rodeaba y mucho menos en que su padre nos estaría viendo.-Suelta a mi hija en este instante - dijo aquel hombre con voz gruesa y despertando el pánico en mi.

No debí juzgarla HarryStyles&EmilyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora