MAAARATON 1/3
Mis padres habían tratado de hablar conmigo pero en el momento en que llegue a mi casa no hice otra cosa que encerrarme en mi cuarto, necesitaba un poquito de soledad para poder pensar en tranquilidad, le pedí a la voz que no me atormentara no quería ni tenía ganas de discutir con ella. Absolutamente toda la noche no pegue un ojo, no dormi ni un poquito, las horas pasaban y yo solo pensaba en que le diría a Madison cuando por fin hablara con ella, no le gritaría por muy enojado que este porque sé que no era lo correcto, debía pedirle solo una razón por la cual ella nunca quiso que yo me enterara de lo que le pasaba. Hay personas que suelen decir "No dormí toda la noche" pero por lo menos lograron dormí una o dos horas, en mi caso si era literal, yo no había podido dormir ni un poco, por más que tratara no lo lograba. Le di gracias a Dios cuando vi que el sol empezaba a salir, me sentía tan cansado, no había comido en la noche y mucho menos había descansado, a donde caminara me tambaleaba, los ojos se me cerraban solos pero yo trata de no dormirme, pensé que la mejor solución de mantenerme despierto era una ducha así que como pude entre al baño, me desvestí y abrí la ducha. Todo giraba y de un momento a otro caí al suelo, recordé que pegue un grito y de para adelante no recordé mas nada.Vi a mis padre que me llamaban y me decían que no me durmiera, mi mamá había buscado una toalla y me la puso encima, llegue a pensar que había muerto, pues ni hablar podía, hubo un momento en el que sentí los golpes de mi papá en mi cara, sentí que me iba morir el dolor en la cabeza era insoportable. Al recobrar la compostura me di cuenta que me encontraba en mi cama, con una sabana que me tapaba y mis padres a mi lado, pregunte qué había pasado y me dijeron que me había caído en el baño, así habrá sido el cansancio que ni me acordaba exactamente como había sido. Ellos habían luchado para que yo no me durmiera porque si no todo empeoraría, me dijeron que nunca más volviera a meterme a la ducha de esa forma, los había angustiado demasiado, intentaron llevarme al médico pero les dije que estaba bien, que no era necesario. Al rato me cambie y me lave la cara, al principio no querían dejarme salir de casa así que tuve que escaparme sin que se dieran cuenta, pues necesitaba hablar con Madison y aunque siguiera con mucho sueño no podía pasar el día sin por lo menos hacerle entender que contaba conmigo para todo. Mi cuerpo estaba cansado pero mi mente activa, dándole órdenes para que me llevara hasta su casa.Toque la puerta dos veces y su madre me abrió, al verme su mirada se entristeció, antes de dejarme pasar solo me pidió que la entendiera y que por nada del mundo la hiciera sentir mal por haberme mentido que aunque ella no me quería ver iba a permitir que yo hablara con ella porque era lo mínimo que me merecía.Pase como 2 minutos en frente del dormitorio de Madison, pensando que palabras le diría. Cuando por fin tuve el valor de hacerlo entre sin siquiera pedir permiso. Ella se encontraba sentada en la cama, escribiendo en un cuaderno, me miro y se sorprendió. No dijo nada solo soltó un pequeño suspiro, me dedique a observarla, tenia puesta un pijama de tirantes, por fin veía sus brazos y eran hermosos, a pesar de la fistola que tenía en el izquierdo seguían siendo unos brazos hermosos. Cerré la puerta tras de mí y me acerque a ella. Madison solo bajo la mirada mientras me sentaba a su lado.-¿Me odias? - Pregunto aun sin mirarme - ¡Me odias por mentirte!-Te equivocas, se me hace imposible odiarte - dije - Me molesto que no me dijeras la verdad pero no te odio.-Dame un abrazo - pidió con los ojos totalmente aguados.Yo la complací, como solía hacerlo, todo lo que me pedía yo se lo daba. Le di un abrazo cálido, para que se sintiera protegida, acompañada, con apoyo y que nunca se olvidara que yo siempre iba a estar para ella. Sentí como empezó a llorar y eso me partió el alma. Me soltó y se limpio las lagrimas, retiro el cuaderno en el que escribía que parecía más un diario, se acomodo mejor en la cama y me pidió que la acompañara, rodee sus hombros con mi brazo mientras la aferraba a mí.-Ahora me toca a mí decirte toda la verdad - dijo con la voz quebrada.Una parte de mi quería escucharla pero la otra no tanto.Ella miro hacia al frente, tomo aire y comenzó.-Cuando tenía 7 años diagnosticaron que mis riñones ya no funcionaban por una infección. Cuando me dieron esa noticia yo era una niña inocente que no entendía de nada de esas cosas, y mucho menos sabia que aquello se podía controlar con Diálisis o quizás con un trasplante lo podía solucionar, así que pensaba que me iba morir, lloraba todos los días, sentía la lastima de los padres de mis amigos que en esa época estudiaban conmigo, me deprimí, no jugaba como los demás niños y cuando me llevaron a mi primera diálisis no pare de llorar por dos semanas, solían inyectarme muy seguido y llevándome de un lugar a otro -hizo una pausa - Recuerdo que me tuvieron que llevar a un psicólogo para que me hiciera entender que a pesar de mi problema yo podía llevar una vida normal como cualquier otro niño pero con limitaciones. Crecí dializándome por 10 años y hoy en día ya me acostumbre a eso. Te debes de preguntar porque no te lo dije y la respuesta es clara: Yo no quiero tú lastima.-¿Lastima? - la interrumpí.-¡Si, Harry! Lástima. Yo no quería y ni quiero que estés conmigo por lastima...Hice que me mirara, limpie unas lágrimas que corrían por sus mejillas y susurre encima de sus labios.-Yo nunca estaría contigo por lastima. Y si estoy contigo ahora es por algo más fuerte que la lástima, algo que ni yo sé que es.Acomodo su cabeza en mi pecho mientras yo acariciaba su cabello suavemente, permanecimos en un silencio cómodo, acompañándonos el uno al otro, respirando su aroma, compartiendo su verdad, ella lloraba y sus lagrimas caían en mi camisa, varias veces se las seque con mi pulgar, no negare que yo también sentía ganas incontrolables de llorar pero me las tragaba pues tenía que mantenerme fuerte. Había tantas preguntas que deseaba hacer pero no era el momento correcto, esperaría a que ella hablara pues ese silencio entre nosotros era confortable y no deseaba terminarlo. No hubo un segundo en que yo no despegara mi vista de ella, amaba observarla con tenerla de esa forma me mantenía feliz. Nunca antes me había imaginado que ella había pasado por tanto, que vivía en una constante lucha para sobrevivir donde su enemigo era su propio cuerpo, no imagine que detrás de esa Mujer valiente que se defendía de mis humillaciones y no dejaba que yo la pisoteara existiera una niña frágil. Muy frágil. Siempre la juzgue por su vestimenta, su forma de comer, su forma de ser y jamás pensé que ella podía estar pasando por algo tan grave, pues simplemente yo la juzgue sin conocerla y cuando por fin me dedique a hablar y compartir con ella conocí a esa niña de corazón y mente increíble, vi en ella algo especial que ninguna otra tenia. La empecé a querer y ahora me encontraba compartiendo su tristeza, la cual me lastimaba a mi también porque de una u otra forma ella ya era parte de mi, desde el momento en que la bese por primera vez y ella me golpeo, desde que le pedí que fuera mi novia, ella era mía sin necesidad de llevarla a la cama.-Te quiero mucho, Harry.-Yo también te quiero, preciosa.Ella se giro a verme un poco más calmada y con menos lagrimas en los ojos, acaricio mi rostro con dulzura, cerré mis ojos para disfrutar el roce de su piel con la mía, era especial lo que sentía cuando ella hacia eso.-Tienes preguntas que hacerme, lo sé - dijo haciendo que yo la mirara - Y creo que te mereces preguntar, así que hazlas.Yo debía ser muy predecible como para que ella ya supiera que deseaba preguntar mil cosas, y si ella estaba lista para responder entonces era hora de preguntar ya que no encontraría otro lugar ni otro momento tan perfecto como aquel para hablar de esas cosas que nos atormentan.-Mis preguntas se reducen a una sola - tome el valor suficiente para hacerla y cuando por fin lo tuve la hice - ¿Tus desmayos son normales?Ella negó.-¿Qué significan? - Insistí - Dime la verdad por favor.-Mi cuerpo ya está débil y mi organismo no está asimilando bien la diálisis, cada vez me siento más pesada, no tengo fuerzas y todo eso no indica nada bueno. Esas palabras las dijo con una tristeza que a mí me partía el corazón, y aunque ella no dijera las palabras yo sé lo que significaba todo eso, y el daño que podría causar en un futuro.-¿Quieres decir que tu estas...? - las palabras no me salían.-¿A poco tiempo de morir? - nuevamente lagrimas recorrieron sus mejillas y esta vez no fue la única pues yo también solté unas cuantas que estaba reprimiendo - Si, no sé cuánto tiempo me queda pero si mi cuerpo no asimila bien la diálisis o no llega un riñón del cielo yo puedo llegar a morir.¿Cómo es que ella lograba decir esa palabra con tanta tranquilidad? El solo oírla me hacía temblar.-No llores - me pidió - yo ya me acostumbre y de una u otra forma yo ya sabía que tarde o temprano esto iba a pasar, esa fue una de las principales razones yo no quería estar contigo en un principio. -Madison yo no te quiero perder - dije tomando su rostro con mis manos - No quiero. La bese con cuidado, con dulzura, lentamente mientras las lágrimas de ambos se mezclaban en ese beso. No quería perderla, es más, no podía permitir que el destino la arrancara de mí.-¿Qué puedo hacer? - pregunte al soltarla.-Nada. Ya no se puede hacer nada.-Claro que se puede, alguna cura debe haber - me exalte.Me pidió que me calmara para poder explicarme, pero yo no hallaba explicación algo debía de haber para que ella se salvase.-Solo un trasplante me puede salvar - dijo - Pero desde hace mucho tiempo yo descarte esa posibilidad, pues ni mis padres ni mi hermana y ni LIam son congénitamente capacitados para donarme un riñón, y el resto de mi familia no vive aquí. -¡No es posible! -Sí lo es, Harry. Y pienso disfrutar cada día de mi vida como si fuera el último porque yo no sé hasta cuando mi cuerpo pueda aguantar.Quizás si había una salida, quizás todo tenía solución, quizás si tan solo ella no se rendía y pensábamos un poco conseguiríamos resolver ese problema. Una solución paso por mi cabeza, estaba completamente seguro que ella no se negaría, yo había encontrado una manera de salvarla y me sentía bien con aquello pues pretendía luchar contra lo que se me pusiera en el camino con tal de no perderla.-¿Y si uno de mis riñones te pueden salvar? - le pregunte.Madison abrió sus ojos ante la sorpresa y agito su cabeza en forma de negación.-No me perdonaría si hicieras eso. No lo aceptaría - dijo - Y por favor no me discutas la decisión. No hay salidas para esto y no quiero que tú te hagas una prueba para saber si eres compatible y luego salga negativa, además nunca me perdonaría si algún día tú llegases a necesitar de ese riñón.Iba a seguir contradiciéndola, insistiendo que me dejase intentarlo pero su madre entro al cuarto para decirnos que mis padres se encontraban en la sala esperándome. ¡Genial, descubrieron que me escape de casa!
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No debí juzgarla HarryStyles&Emily
RomanceHarry el mujeriego de la clase y del colegio empieza a averiguar sobre emily y sobre su misteriosa situación y actitud, él deja de lado muchas de laa cosas que hacía antes para acercarse a emily pero no se le hace fácil ya que emily no es la típica...