BRYCE.[COMPLETA]

Twenty-Seven.

Nos encontramos en el coche de camino a la casa de Bryce.

-Danna.-me llama el tatuado.

-Dime.-respondo mirando por la ventanilla.

-¿Tú me quieres?.-le miro a los ojos un momento.

-Bryce..-susurro.-No se decirte ahora mismo.

-¿Y por qué sigues aquí?.-dice molesto.

-Por Darnell,le prometí que jamás le dejaría.-susurro.-Mira,llevamos cinco meses juntos,y en los últimos días estuvimos distanciados,no podemos pasar un día sin discutir,y me engañaste.

-Tú también a mi,con André.-dice mirándome con furia.

-Fue un estúpido beso.-respondo molesta.

-Pero estamos juntos no tienes por qué andar besando a ese.-dice gritando.

-No me grites Bryce.-le advierto.

-No hay otra manera de hablar contigo.-dice serio.

-Paso de ti.-suspiro.

El silencio se hace presente en el coche,prefiero no seguir hablando antes de que diga algo peor.

Finalmente llegamos a la casa,sólo escucho el ruido de los dibujos favoritos de Darnell.

Entro con cuidado,cuando voy a entrar al salón el tatuado entrelaza su mano con la mía le miro y sonrio timidamente.

-Bichito.-digo entrando a la sala.

-¡Angelitoooooo!.-dice tomando impulso para saltar sobre mi,pero Bryce le intercepta y le coge antes de que llegue a mí.

-No,no puedo hacer esfuerzos.-le dice a su hijo.

Él asiente con la cabeza y me abraza fuerte,no puedo evitar sonreír,hace tan sólo unas horas pensaba que no volvería a verlo pero aquí estamos de nuevo.

-Estoy contento porque ya viniste.-dice deshaciendo el abrazo.

-Y yo por verte de nuevo.-digo con una sonrisa.

-Voy a hacer los deberes.-dice apenado a lo que yo me rio.

Cuandi desaparece de mi campo de visión,me fijo en Bryce que mira su teléfono con una amplia sonrisa.

-¿Que es tan divertido?.-digo confusa.

-Nada,sólo cambié mi fondo de pantalla.-dice despreocupado.

Me muestra la pantalla y puedo vernos a Darnell y a mí abrazados;ambos con los ojos cerrados y sonriendo.

-Es muy bonita.-le digo.

-Igual que tú.-me da un beso en los labios.

-No hagas caso a lo que dije antes.-le acerco a mí.

-¿A que no debo hacer caso?.-dice confuso.

Dudo sí decirlo o no ya que podría arrepentirme o simplemente podría estar apresurandome.

-Cuando digo que no te quiero.-él me sonríe.-Está claro que sí.

-¿Que tal sí salimos a dar una vuelta con Darnell?.

-Está haciendo los deberes.-le recuerdo.

-Entonces tenemos un ratito.-dice pícaro.

-Idiota.-digo rodando los ojos.