Fui a la sala de estar en donde estaban Daniel, Isabel, Lindo y Rem, también nuestro anfitrión: Ethan.
-¿Ahora que le estará pasando?- Susurró Isabel a mi oído
-No tengo ni la menor idea- Respondí riéndome
-Ok, chicos, pongan atención, unos amigos se quedaron en una ciudad llamada Agnápolis, en esa ciudad solo hay sobrevivientes, hay grupos que se dedican a matar a los zombies, otros que se dedican a cultivar, etc. El único requisito es ser mayor de 13, lo cuál ya cumplimos.
-¿Y qué con eso?- Interrogó Daniel
-Buena pregunta Dani, pues resulta que mañana nos iremos a Agnápolis.
-¿Qué??!!!- Dijimos todos sorprendidos.
Todos nos quedamos muy sorprendidos, pero no era tan mala idea; sonaba bien ir a otro lugar y conocer nuevas personas, hasta podrían ser nuestros amigos en un futuro.
Había escuchado sobre Agnápolis, Isabel me había mencionado de eso, pues ella y yo compartíamos la habitación y siempre hablábamos en las noches. Ella me la describió tal como lo había hecho Ethan, pero solo creian que eran rumores.
Yo también pensé lo mismo, ya que sonaba demasiado bueno para ser verdad, pero estábamos completamente equivocadas. Al parecer la supuesta Agnápolis si existía.
Me pregunto cómo seria la ciudad y cómo serían las personas que la habitaban.
Tendríamos que dejar todo esto atrás y empezar allá desde cero, me entristece un poco dejar la cabaña porque hicimos buenos recuerdos y también porque se convirtió en un hogar para todos, pero al mismo tiempo me emocionaba muchísimo y a los demás también.
Nos fuimos a empacar ya que partiriamos mañana. Al ayudar a Isabel ella me dijo.
-Oye Valeria ¿Rem y Lindo aún no se han decidido?
-Isa, no te entiendo,¿qué quieres decir?
Ella se echó a reír
-Me encanta que seas mi amiga, llevaba mucho tiempo sin hablar con una chica, en fin, me refiero a que si no te han dicho lo que sienten por ti.- Dijo lanzándome una sonrisa.
-Amm... n-no creo que eso sea posible-
-Por Dios! No puedo creer que no te hayas dado cuenta, ellos 2 te quieren, no como amiga, si no como algo más- Gritó Isabel
-Cállate, nos pueden oír idiota-Dije algo sonrojada.
-Esta bien, tienes suerte, son dos chicos y son guapos- Respondió Isabel con su mirada astuta.
Yo sólo me puse a reir con ella, estaba agradecida de que seamos amigas.
En la noche no podía dormir por ese tema que mencionó Isabel y también por saber cómo sería la ciudad de Agnápolis.
Esa curiosidad me mataba a más no poder, así que decidí relajarme, cerré mis ojos y antes de darme cuenta caí en un profundo sueño.