Sentí una molestia en mis ojos, los abrí y vi que era la luz del Sol.
Decidí levantarme y vi que todos ya estaban despiertos.
-¿Dormiste bien?- Me dijo Rem con una sonrisa.
-Si y tu?-
-Muy bien, gracias- Me respondió
-Muy bien chicos, continuemos- Gritó Ethan.-Si!- Contestaron todos.
Seguimos por el camino a través del bosque, me di cuenta de que la cabaña ya estaba muy lejos de nosotros. Continuamos atravesando por un río.
-Tengan cuidado, las piedras pueden ser resbalosas- Dijo Daniel.
Comenzamos a cruzar, Daniel tenía razón, un paso en falso y caeríamos en el agua y golpearnos fuerte.
Estaba cruzando detrás de Isabel, entonces ella resbaló y estaba a punto de caer, por instinto la sujete y afortunadamente logré evitar que ella cayera, pero al hecerlo recarge todo mi peso en mi tobillo.
-Tch!- Dije a causa del dolor
-¿Estas bien?- Preguntó Isabel preocupada por mí.
-Si, esto no es nada, Isa- Contesté sonriéndole.
Pero al ponerme de pie sentí el dolor punzante en mi tobillo. Era horrible e insoportable.
Me quedé callada.-Eso no esta bien, Valeria- Suspiró Isabel.
-¿Qué sucede?- Preguntó Ethan
-Valeria se lastimó el tobillo- Dijo Isabel.
Daniel se acercó a verme
-Isabel tiene razón, no se mira bien.
"Maldición, ahora por mi culpa voy a atrasar a los demás"
-Te llevaré en mi espalda- Sugirió Lindo.
-Excelente idea- Respondió Isabel
-Sube- Me dijoSubí, ahora estaba en su espalda, era ancha, fuerte y cómoda.
Rem comenzó a caminar, afortunadamente ya no faltaba mucho para llegar a Agnápolis, solo faltaban 15 minutos.
No sé si fue un instinto mío pero comencé a acariciar su cabello y parte de su nuca.-¿Qué haces?- Preguntó Lindo riéndose.
-Lo siento- Respondí apenada
-No te preocupes, de hecho se siente bien- Contestó Lindo.
Sentía como mi corazón se aceleraba cada vez más, sentí mi rostro muy caliente.
Abrazé su cuello, se sentía tan bien abrazarlo y sentir su calor, después de todo estoy enamorada de Lindo, ya lo estaba desde hace tiempo.-Hey, chicos, miren esto- Gritó Ethan
Todos volteamos a ver lo que señaló Ethan: La ciudad de Agnápolis estaba frente a nuestros ojos, al fin habíamos llegado.