Narra Lindo
Entramos a esa casa de campo con la esperanza de que Valeria se encontrara allí.
Inspeccionamos la casa y no encontramos nada ni a nadie. Justo cuando iba a perder la esperanza escuché una voz -"Mis amigos vendrán a salvarme-" Era la voz de Valeria, podía decir con total seguridad que era la voz de ella.
-¡No, no lo hagas, no me mates!
Todos corrimos al lugar de donde provenía la voz. Era un cuarto escondido. Ethan pateó la puerta y entramos.
Aquel cuarto era una calamidad: Estaba lleno de extremidades humanas pertenecientes a chicas.
Valeria estaba atada sobre una cama de metal mientras aquel tipo estaba a punto de cortarle el brazo.Isabel disparó una flecha hacia él
-Déjala en paz, imbécil- GritóEl hombre se tiró al piso por el dolor, fui corriendo a la cama para ayudar a Valeria. Rem me ayudó a quitarle las correas.
Valeria me abrazó con mucha firmeza.
-Lindo... creí que no vendrían. Estoy tan contenta-
Ella comenzó a llorar sobre mi pecho, la abraze igual y con cariño le acaricié el cabello, tal como lo hizo ella.
Marina se encargó de matar por completo a ese hombre. Salimos de aquella pesadilla.
-Dame tu brazo- Le dijo Daniel a Valeria
-¿Él te hizo eso?- Le pregunté
-No, me corté el brazo para dejar el rastro de mi sangre y así pudieran encontrarme- Respondió.
-Que inteligente, creo que esto es tuyo-Dijo Rem mientras le devolvia la daga a Valeria.
-Mi daga! Muchas gracias Rem-
Daniel se encargó de curar el brazo de Valeria. Me alegro de que ella esté bien y no pasara a mayores.
Seguimos caminando, por suerte no nos desviamos mucho del camino ya que faltaban 3 horas.
En la noche todos nos pusimos a platicar, tratamos de no hablar de lo que ocurrió ya que Valeria aún seguía asustada.
Cuando nos íbamos a dormir fui con ella.
-Gracias Lindo-
-No debes agradecerme-
Pude notar que se miraba inquieta ya que movía sus dedos sobre su cabello de manera nerviosa.
-¿Te sucede algo?-Le pregunté
-Tengo miedo de dormir, él me capturó en la noche, mmm... ¿podrías dormir conmigo?- Me dijo con una voz pequeña y débil.
La verdad no me esperaba que me dijera algo así, pero acepté, no podría rechazar a la chica que amo.
Los dos encagábamos perfectamente, ella se quedó dormida muy rápido. Se miraba tan serena y linda mientras dormía. Desearía que siempre esté así, que nunca sufriera como lo hizo ahora.
-L-Lindo...no me d-dejes...
-¿Qué?- Pregunté
Como no me contestaba la miré y vi que estaba dormida. En el fondo me sentía muy feliz de que me dijera eso, incluso si estaba dormida.