En la mañana nos reunimos con Dylan nos dio una daga a cada uno, me gustaba la mía: Era muy puntiaguda,el mango era color negro con tonos azul claro.
-Muy bien, la clave de las dagas es clavarlas en la cabeza al matar a los zombies, para hacerlo deben patear su rodilla, cuando caigan le clavan la daga, así será rápido- Explicó Dylan.
También nos dijo que si estamos entre varios zombies, no debíamos correr en línea recta ya que ese es su sentido de orientación, lo mejor era desplazarse en curvas y esquivarlos. Todo esto nos sirvió mucho.
Después seguían las armas de fuego, sinceramente me daba algo de miedo usar e incluso tocar una. Dylan nos dio un arma con silenciador y colocó unos blancos.
-Para esto deben sujetarla con fuerza, antes de disparar aguanten la respiración para no desviar el tiro, ustedes ya saben cómo hacer para que salga la siguiente bala-
Mis manos temblaban, no podía sostenerla bien, comencé a sentirme angustiada como cuando cruzé aquella tabla.
-¿Te encuentras bien?- Preguntó Rem.
-No, no puedo calmarme, me tiemblan mucho las manos y desvío el tiro-
-Entiendo, haslo así-
Rem tomó mis manos y las acomodó correctamente sobre la pistola, me ayudó a disparar y lo logré.
-Excelente, con algo de practica lo dominarás-
-Gracias Rem-
-No hay de que, en mi familia mi padre tenía una pistola, cuando tenía 10 me inscribió en un curso de disparo- Contestó Rem.
-Wow... eso es interesante- Respondí.
Lo que más me gustó fue utilizar el arco y flechas y la ballesta, también los combates cuerpo a cuerpo pero eran muy duros.
Me encantaba ver a Lindo, se miraba genial en los combates, me miraba de vez en cuando y le respondía con una sonrisa. Yo me sentía tan feliz por dentro.
Al terminar tomamos un descanso con Dylan, Ethan decía sus paysadas qué nos hacían reír, Isabel nos contaba historias interesantes y Daniel cuentos de terror.
En medio de las risas llegó Blear
-Chicos, saben que ocasionó todo esto?- Nos preguntó
-¿A qué viene eso?-Preguntó Daniel
-Bueno, les contaré algo: Como saben yo soy buena en medicina, hace poco más de 7 meses, es decir, cuando todo esto empezó yo trabajaba como médico en un laboratorio, unos científicos crearon una máquina capaz de revivir a los muertos, la intención era usarla para regresar a las personas los seres queridos que perdieron ya que el recusitado tenia sentimientos y conciencia propia, se pensaba que la persona revivida duraría con la familia un año y luego seria regresada. Uno de los científicos que crearon la máquina estuvo en desacuerdo y quiso estropearla, cuando revivían a unas personas aprovechó para arruinarla; sin embargo, el resultado fue terrible: Las personas que estaban siendo resucitadas se volvieron zombies y comenzaron a morder al personal, incluyendo al científico que estropeó la máquina; yo logré escapar y afortunadamente encontré a Agnápolis-
-Vaya... no me esperaba eso, es.. extraño- Dijo Ethan.
-Bastante- Respondió Isabel.
-Entonces ese el origen de todo esto- Contestó Andrish mirando hacia abajo.
No lo podía creer, quién diría que una máquina y un cientifico serían los culpables de que la humanidad esté al borde de la extinción.