C1 - Rutina Arruinada

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Narra Lauren.

Yo nunca he creído en el destino, más bien, lo que pienso es que mi maldita enfermedad es la responsable de toda la mierda por la que paso día a día,

Fue un 18 de enero del 2014 el día que el doctor me dijo que sufría de TOC (trastorno obsesivo compulsivo), después de su gran explicación sobre este trastorno pude entender muchas de las cosas que me afectaban y que en varias ocasiones me habían dejado desecha y no queriendo ser yo ni un minuto más.

Aún recuerdo ese día...

*flashback*

Hilary quien es mi mejor amiga y yo habíamos ido al cine, ese día me sentía muy rara, era algo que ni yo podía explicar.

Cuando fue mi turno para pedir los boletos de la película que veríamos le dije a la señorita los datos de la función y ella me dijo que serían 25 dólares, antes de sacar el dinero para pagar le volví a repetir los datos a la señorita y me dijo que eran correctos, pero ante la afirmación de la trabajadora yo insistí en decir los datos a lo que ella me dijo en un tono desesperado que todo era correcto. Tuve que contar el dinero al menos 4 veces para asegurarme de que era la cantidad correcta se lo di a la chica y escuché a varias personas decir que por mi culpa se les hacía tarde para comprar sus boletos y en seguida me empecé a desesperar por mi actitud.

Me dirigí a la dulcería para ayudar a Hilary con las palomitas, ella notó que yo estaba triste pero no dijo nada me pidió que llevara las palomitas mientras ella llevaba los refrescos y la cantidad de porquería dulce que comeríamos.

Cuando llegamos a la sala decidí poner mi celular en silencio y Hilary hizo lo mismo, cheque el número de mi asiento como 4 veces para ver si era el correcto, tenía la sensación de que no lo era. La película empezó y en los primeros 10 minutos cheque que mi celular estuviera en silencio tantas veces como pude, nada en mi estaba bien ese día, esa rutina de revisar las cosas que hacía era muy recurrente en mi niñez, pensé que había terminado pero este día se estaba encargado de que todo regresara.

La siguiente media hora pasó muy lento yo estaba totalmente nerviosa y sentía que algo oprimía mi pecho, fue en ese momento cuando decidí tomar mi bolsa y sin decirle nada a mi amiga salí de la sala y corrí a encerrarme en los baños.

Hilary llegó corriendo hasta donde yo estaba y lo único que recuerdo fue el brillo de sus ojos color avellana, después de eso todo se volvía negro y no supe nada más hasta que desperté en el hospital.

Después de explicar al doctor lo que había padecido durante el día y como ya había ocurrido cuando era niña, decidió hacerme un par de exámenes tanto de sangre, radiografías y tests de personalidad y comportamiento. Al día siguiente lo único que escuché fue "Usted sufre de trastorno obsesivo compulsivo de 2do grado, es un padecimiento incurable pero controlable a base de medicamentos, hoy mismo empezaremos con su tratamiento", esas palabras se quedaron haciendo eco en mi cabeza por minutos y aunque no entendía muy bien lo que me pasaba supe que ya nada sería igual y que posiblemente mi vida sería una mierda.

*Presente*

Mi reloj marcaba la 01:30 p.m. en la boutique había una chica de muy baja estatura la cual era muy hermosa, ella había estado ahí por lo menos 45 minutos tomando prendas al azar, probándose cada una y modelando frente al espejo, ella era tan indecisa y se veía que la chica que la acompañaba ya se había cansado de tanta espera, yo solo reía porque ninguna de las dos se veía feliz.

A la 01:39 sabía que era momento de dejar la caja registradora y como parte de la rutina que me había impuesto para sentirme "normal" escuché sonar mi alarma que indicaba que tenía que salir a tomar un poco de aire fresco, 1:40 p.m. la única hora de la tarde que me hacía feliz, todos en la tienda sabían porque lo hacía y nadie me lo impedía.

Cuando estaba a punto de salir del local escuche que mi jefe me pedía que regresará a cobrar el consumo de un cliente, no quería hacerlo pero mi jefe insistió debido a que ese día había mucha gente en el negocio.

Mi rutina sería interrumpida por un estúpido cliente adinerado, ¿dónde quedaba yo, mi estabilidad y mi rutina?

Respiré lenta y profundamente conté hasta 7 como cada vez que estaba nerviosa y vi que Hilary me veía desde adentro de la tienda con una cara de preocupación. Sabía que nada estaba bien pero aun así regrese a mi puesto, empecé a cobrar y el cliente en turno dijo que esperará que había olvidado algo.

Quería llorar...respiré hondo nuevamente y conté.

1...2...una lágrima salió de mi ojo derecho...3...4...mi pecho se oprimió...5...escuché al cliente hablar...6...miré directo a sus ojos y vi a la misma chica indecisa por la ropa que se probaba, ella sonrió...7...nada pasó.

Me quedé sorprendida, la chica bajita me miro y sonrió nuevamente, la miré indiferentemente, casi odiándola, le di lo que sobraba del dinero y me retiré.

En ese momento supe que odiaba a esa idiota adinerada, mi rutina quedó en el olvido al menos por ese día y me deprimí totalmente durante el resto de mi jornada en aquella boutique.




01:40 p.m. - Nuestro infinito amor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora