Capítulo Nueve

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VERA


Había sido citada el miércoles a las 7:00 a.m. en el juzgado. Margaret Harris me había contrademandado, algo perfectamente patético de su parte. Alisé mi traje y entré al edificio muy segura de mí misma, todo gracias al maletín que Gabriela me había entregado. Estudié todo su contenido y tenía más información de la que podía desear para hundir a esa mujer.

"Elliot Williams Sommers cede los derechos de su gran propiedad casi embargada al magnate empresario Louis Harris Thompson."

Lo que no sabía mi padre, era que ese contrato era completamente falso e ilegal. Este mismo prometía ceder una gran parte del terreno a mi persona luego de que saliera del embargo y mis padres ya no estuvieran. Claro está que no fue así y mis padres se quedaron sin nada por lo que luchar.

¿Cómo supe todo eso? Mi padre tenía una hermana menor de trece años llamada Tina quién para su edad, sabía más de lo debido.

"05 de mayo de 1994"

Hoy ha nacido mi querida sobrinita Vera, es tan pequeña y tan frágil, es como una muñeca de porcelana. Mi hermano Elliot dice que es un pequeño ángel que ha venido a rescatar su matrimonio. Al parecer a Lisa, su esposa, no le agradan los negocios que Elliot hace con un hombre llamado Louis. Ella dice que es malo y quiere hundir a mi hermano sin piedad. No comprendo mucho sobre lo que hablan, pero han discutido demasiado desde que ese hombre llegó a nuestras vidas. Excepto ahora, el nacimiento de Vera hizo que dejaran de discutir y es por eso que le llamamos angelito.

Al parecer, mi madre tenía un muy mal presentimiento ya qué, Louis Harris jamás fue de su agrado y ahora yo lograba entender el porqué. Siempre hubo una mala relación entre los Harris y los Williams, algo que continúa siendo así y creo que acabará de ese modo, con odio.

"19 de agosto de 1995"

Hoy ha sido un día horrible. Elliot llegó furioso a casa, y aunque hace unas horas atrás no sabía por qué, Lisa me contó todo.
Mi hermano está en bancarrota y está a punto de perder la casa donde vivimos. Le han dicho que, si no consigue el dinero para pagar sus deudas, embargarán el lugar. ¿Lo peor?, no sabemos a dónde iremos. Tengo miedo, no quiero que mi sobrinita viva en la calle, es muy horrible. Elliot y yo pasamos por eso y no quiero que esa historia se repita, no con Vera. Ella es muy bebita como para pasar por algo tan horrible como vivir bajo el frío o la lluvia. Necesitamos algo para evitar que nos vayamos a la calle.

Cada palabra que había leído esa noche que abrí el portafolio fue desgarradora para mí. Realmente no sé cómo mi tía Tina había sobrevivido a tanto junto a papá, pues su vida fue un completo tormento. Por todo eso estaba más que dispuesta a recuperar todo el terreno, por él, por mi madre, por ella... por nuestro honor.

Abrí la gran puerta de madera que daba a la oficina del juez Daniels encontrándome con él, con Margaret y con la famosa Mila Harris. Sonreí y miré a Mila, provocándola. Sabía que ella me odiaba a muerte, y yo estaba más que satisfecha jodiéndola.

—Buenos días —dije cortésmente, claro, quería cortarle la cabeza a Margaret y a su estúpida nuera.

—Buenos días, señorita Williams, por favor tome asiento —el juez me señaló una silla al lado de Margaret.

—Muy bien, comenzamos con la demanda de la señorita Williams haciendo constar de que el difunto Louis Harris estafó a su padre, Elliot Wiliams también fallecido, con un contrato totalmente embaucador para la familia del señor Williams. Según el contrato, este decía que luego de que la propiedad fuera rescatada, esta sería dada a su única hija de ahora veintitrés años lo cual no fue así. ¿Estoy en lo correcto, señorita Williams? —el juez Daniels me miró.

Me limité a asentir.

—He aquí que luego de que la viuda Margaret Harris recibiera la demanda de la señorita Williams, decidió contrademandar haciendo constar que, lo que la señorita Vera Williams dice es completamente falso, ya que no se encuentran pruebas que digan que, lo que su difunto esposo hizo sea cierto. ¿Así es, señora Harris?

—Sí, señor juez —sonrió con timidez.

Quise vomitar, pero me contuve y sonreír. Quien ríe al último, ríe mejor, Harris.

—No es así, señor juez —puse el portafolio sobre la mesa—En este maletín están todas las pruebas que indican que Luis Harris estafó a mi padre.

Mila me miró completamente asombrada, mientras que el rostro de Margaret palideció al instante. Sus ojos se dirigieron al maletín y pude ver como todo su mundo se derrumbó de golpe.

—¿Puedo, señorita Williams? —preguntó el juez, tomando el maletín.

—Por favor —respondí dándole el permiso.

Este terminó de abrir el portafolio dejando ver varios papeles esparcidos dentro de él. Margaret estalló al ver que los diarios de mi tía estaban ahí, probablemente porque ella los tenía escondidos.

—¡Por favor, señor juez, esto debe ser una broma de mal gusto! —chilló—. ¡Mire que desorden!

—¡Será mejor que te calles, Harris! —sentencié—. Señor juez, le pido que lea el diario de mi difunta tía Tina Williams. Ahí encontrará confesiones bastante viejas sobre lo que fue esa jodida estafa —le señalé el diario.

El juez cuidadosamente lo abrió dejando ver la página que yo misma había marcado.

"2 de septiembre de 1995"

Finalmente pudimos conservar la casa gracias al señor que Lisa no soporta, Louis Harris. Aunque ahora no comprendo bien el porqué, ya que él mismo accedió a ayudarnos con nuestro hogar. Al parecer, Elliot firmó un contrato donde le cede nuestra casa durante los años en que Vera no pueda hacerse cargo, es decir que la casa estará a su nombre hasta que mi sobrinita cumpla la mayoría de edad. Lisa cree que es una trampa, pero yo digo que no es cierto, además, el señor Harris tiene un hijo muy lindo y amable, se llama Christian y tiene ojos preciosos. Siento que él sería perfecto para Vera, pero esa es otra historia que luego escribiré.

El señor Daniels dejó de leer dedicándome una mirada llena de compasión. Le hice seña de que siguiera leyendo y así lo hizo.

"20 de mayo de 1996"

Mi querida sobrinita Vera ya ha cumplido sus dos años de vida y es maravillosa. Afortunadamente no sabe las cosas malas que han ocurrido.
Desgraciadamente, para mi cumpleaños número quince, descubrí que Elliot está enfermo de cáncer y no me lo había dicho para protegerme. Seguido de que lo que parecía ser la salvación de Vera, resultó toda una estafa. El señor Harris había engañado a mi hermano para que le cediera la propiedad de él sin derecho a nada, sin derecho a un trozo de tierra y mucho menos a dejar a Vera como heredera definitiva. Lisa tenía razón, Louis es un hombre despiadado lleno de malos sentimientos, pero como mi mami decía, hombres así lo pagan con la justicia de Dios."

El juez me miró y yo lo miré, satisfecha por lo que había recolectado gracias a Gabriela.

Ahora Margaret no iba a detenerme.

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Vaya noticias hay por aquí. Margaret y su familia han sido desenmascarados. ¿Qué más sucederá?. ¡Dejen sus comentarios por acá!

Subí el capitulo un día antes ya que el sábado no tendré tiempo. ¡Disfrutenlo!

Mel.

Rompiendo PromesasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora