CHRISTIAN
Estaba sentado junto a Javier charlando sobre deportes y otras estupideces, cuando un portazo nos hizo ponernos de pie inmediatamente, expectantes a cualquier sorpresa. Segundos después apareció mi madre junto a Mila, mi madre con el semblante sombrío y completamente cabreada.
Algo malo había sucedido.
—¿Qué pasó? —preguntó Javier por mí.
—¡Tú! —mamá me señaló—. ¡Tú le diste el jodido portafolios a esa desgraciada!
Fruncí el ceño y sentí mi sangre hervir, pero no sabía si era por su acusación o por como se había expresado de Vera. Aprete los puños a mis costados y decidí atacar con la misma navaja.
—¿¡De qué mierda estás hablando ahora mamá!? —pregunté en el mismo tono.
Si iba a culparme de algo, al menos tenía que conocer todo el contexto.
—¡Estamos a punto de perder este jodido techo y todo gracias a tu maldito enamoramiento por esa mujer! —gritó— ¿¡Cómo puedes ser tan egoísta Christian!?
¿Egoísta? Si las cosas resultaban ser como Vera decía, los únicos dos egoístas eran mis padres. Yo nunca supe de sus planes hasta ahora.
—¡No sé de qué estás hablando, joder! —grité fuera de mí mismo.
—¡El portafolios que contenía lo de la estafa de tu padre hacia Williams, Christian! Vera lo tiene y lo ha usado en contra de tu madre —habló Mila molesta—. ¿Acaso tú se lo entregaste a ella?
¿Portafolios?
—¡No le he entregado nada, maldita sea! —dije cabreado. Ni si quiera sabía que mi madre tenía un portafolios con pruebas que la incriminaban.
Javier intervino por mí al ver que mi esposa y madre estaban perdiendo los estribos.
—Mamá, yo estaba junto a Christian el día que le entregamos los papeles de la contrademanda a Vera. Él no llevaba ningún maldito portafolios.
¡Gracias a Dios!
—Entonces, si no fue Christian, ¿quién fue? —preguntó Mila, curiosa por conocer al traidor que le dio la victoria a Vera.
—Yo —una voz firme habló y provocó que todos volteáramos hacia las escaleras.
Gabriela apreció segundos después frente a nosotros con rostro completamente neutro y con la frente en alto, lista para enfrentar la ira de mi madre. Ella se acercó unos pasos, mientras que mi hermana terminó por bajar el último escalón. Ambas se miraron con el desafío reflejado en sus ojos, pero la primera en romper el silencio fue mi madre.
—¿Que tú hiciste qué? —preguntó mamá mirando amenazante a mi hermana.
—Yo le entregué el portafolios a Vera, mamá, yo lo hice —se cruzó de brazos sin apartar la mirada—. No iba a permitir que la pobre peleara sin armas, así que le entregué las pruebas necesarias para que se haga justicia en su vida. Lo que le hicimos fue algo terrible y no iba a quedarme de brazos cruzados cuando sabía la verdad.
Gaby me miró durante varios segundos, acción que provocó que sintiera culpa, pero aun así no hablé. En su lugar, ella suspiro y continuó hablando.
—Esa chica pasó por mucho cuando estaba junto a Christian. Es por eso que lo hice —se paró frente a mi madre—. Quizá, si tan solo quizá tú no hubieras sido una bruja con ella, no estarías pasando por esto. Decidiste juzgarla por su exterior cuando lo que estaba y está podrido es tu interior.
De repente, la cara de Gabriela fue volteada gracias a una bofetada por parte de mi madre. Ella gritó, Javier soltó una maldición, y Mila jadeó, sin embargo, la historia se repitió conmigo, pues no me moví de mi sitio y permití que mi madre continuara con su drama y su maltrato.
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Rompiendo Promesas
Romance"Hasta que la muerte los separe" Christian Harris había rehecho su vida con Mila Rogers. Se habían enamorado y se casaron, sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas en la vida de Christian. Luego de que su ex novia, Vera Williams le abandonara, Ch...