Amor por accidente |Niall Horan| TERMINADA

Capitulo 4: Niall Kamikace Horan

Como cada día, Callao estaba a rebosar de gente que iba y venía.

Paula y yo nos sentamos en el borde de un macetero mientras esperábamos.

Mire a mi alrededor y el chico de la moto no estaba por ninguna parte.

-¿Esta aquí tú chico?- pregunto Sara.

-No y no es mi chico, solamente es el idiota que me atropello y que ha cotilleo las conversaciones de mi móvil.

-¿Cómo es tú "ángel"?- pregunto Lidia.

-Esta buenísimo- dije y mis amigas comenzaron a reírse.

-Nunca cambiaras, _____

-Da algún detalle sobre tú "ángel"

-Tenía los ojos azules, iba muy bien vestido, supongo que tendra dieciocho o diecinueve años aunque parecía de dieciséis y...

-¿Y...?- preguntaron más amigas impacientes.

-¡Era rubio!- dije demasiado alto, todas volvimos a estallar en una carcajada.

-Tú debilidad- comentó Paula.

-Sí...- dije poniendo cara de niña buena- No se por que, pero los rubios me ponen bastante.

Dije mordiendome el labio inferior levemente y mis amigas volvieron a reír ante mi gesto, para que negarlo, era una salida mental, no me cortaba al decir lo que pensaba pero no era una guarra, no me liada con cualquiera.

-Ya se una cosa más de ti- dijo una voz detrás nuestra, me gire lentamente y vi al rubio mirándome sonriente- Te pongo cachonda pérdida.

La sangre subió hasta mis mejillas, tomando un tono anormalmente rojo y me puse más colorada cuando vi a cuatro chicos más con él.

Todos eran absolutamente perfectos pero mi atención se centro en el rubio camicace.

-¿No te enseñó tú madre que esta feo escuchar conversaciones ajenas?- pregunté, Paula hizo un sonido muy típico suyo para meter zizaña ¡Shhhhhhhhhh!

Los cinco chicos se juntaron con nosotras, los observe detenidamente, cada uno era diferente al otro pero sí coincidían el algo, los cinco podrían pasar por Dioses.

Habia un chico de pelo riendo y ojos verdes que comenzó ha hablar con Sara, otro de pelo moreno y una mecha rubia de ojos miel que le guiño un ojo a Paula, el siguiente era el más alto de todos, era castaño y de ojos marrones, el sin embargo le dio un abrazo a Lidia como forma de presentación y él último tenía el pelo seta y ojos azules que directamente cogió la mano de Carol y le dio un beso haciendo que esta se pusiera colorada -que mono- pensé.

Fije mi vista de nuevo en el rubio después de examinar a sus amigos. Iba con la chaqueta roja de esta mañana.

-No si la conversación es sobre mí- dijo sonriendo ¿por qué estaba sintiendo derretirme?

Sacudi la cabeza, eliminando de mi mente esas absurdas ideas.

-¿Me entregas mi móvil, porfavor?- pregunté bajando del macetero, el kamikace era de mi misma altura salvo que me sacaba unos cinco o seis centimetros.

-Primero mi cita.

-Ni hablar- dije cruzandome de brazos.

-¿Por qué no? Tampoco soy tan malo- dijo llevándose una mano al pecho y sintiendo ofenderse - Además tú has dicho que te pongo cachonda.

-Deja de decir eso- pedí avergonzaba ¿por qué me sonrojara? Yo nunca me sonrojo.

-¿Decir el que?- pregunto, le fulmine con la mirada.

-Que me pones- dije demasiado fuerte, las parejitas nos miraron para luego volver a su conversación cuando les fulmine con la mirada.

-Siento sí te he ofendido, pero no todos los días uno escucha eso de unos labios tan bonitos como los tuyos- comentó sonriendo haciendo que me sonrojara de nuevo -_____ tranquilizate-

Busque con la mirada a mis amigas para pedirlas ayuda pero estaban demasiado ocupadas con los amigos del camicace -Menudas amigas...-

-Dame mi móvil quiero irme de fiesta, porfavor- le pedí al rubio aún con los brazos cruzados y tratando de disimular mi timidez

-Creo que nuestros amigos se han caído bien- dijo mirandoles, luego centro su vista otra vez en mi- ¿Por qué no lo intentamos tú y yo?

Aquello era una proposición indecente en toda regla, nunca nadie me habia dicho algo así y nunca nadie habia conseguido que me sonrojara de aquella manera como él lo estaba haciendo.

-No se ni siquiera tú nombre, como para que tú y yo tengamos algo

-Perdona mi mala educación, me llamó Niall, Niall James Horan- dijo estendiendime la mano la agarré y se la estrelle- ¿Y tú princesa?

¿Princesa? Dios mío, creo que voy a morir.

-_____.