--no deseo que salgas sin mi convencimiento ¿entidades?
Marianne no respondió, solo bajo la cabeza y asintió con resignación, Antony había tenido un presentimiento terrible que le había hecho regresar a su casa, y agradeció a dios que su esposa estuviera bien, aún que no la amaba esa chica realmente la preocupaba demasiado
--si deseas salir vas a tener que ir con Baltasar y no deseo que te lo pases caminando sola por hay alguien en tu familia deberá acompañar te
--por que me haces esto?
--por que dices? Porqué me importas si algo te pasara--Antony bajo la cabeza mirando el piso--yo no se que haría--y no mentía Marianne realmente le importaba
--puedo traer a alguien de mi familia, deseo que mi cuñada viuda de mi hermano alek para no sentirme tan, ya sabes sola
--si, podrás mandar una carta a tu casa, y cuando den autorización tu cuñada podrá venir, si lo desea podrá vivir aquí
Marianne suspiro, quería mantener su respiración tranquila esa sonrisa y preocupación de Antony le recordó el por que se había enamorado tan perdidamente de el, Antony al verla sonreír sintió una ganas inmensas de besas los labios de su esposa, si bien era cierto que Marianne no causaba nada en el, no podía mentir al decir que era muy hermosa
Antony cortó el espacio entré ambos uniendo sus labios con los de Marianne, aquel fue un beso dulce sin nada de pasión, solo cariño, Antony saboreo los labios de su esposa, si riendo una sensación diferente a la que sentía al besar a Isabel
--bien--sonrió el duque mientras miraba a su esposa--cuenta me ¿que compraste querida?
Marianne sonrió complacida mientras sacaba de su armario lo que había comprado, habían tres vestidos de colores oscuros que mostró con alegría a su esposo, y por último saco la hermosa gargantilla de rubíes y diamantes que compro ese mismo día
--es un hermoso collar
--lo se, ¿crees que fue una buena adquisición?
--si, lo creo esa es una hermosa alhaja ¿ya tiene un nombre?
--no lo se, no lo pregunte en la tienda
Antony río, su esposa era una chica muy inocente he ingenua, y se sintió un pésimo ser humano al dar se cuenta que el sería quien arruinaría a esa perfecta chiquilla
--pon le un nombre Marianne
--un nombre yo?
--si, la realeza cuando compran alhajas les nombran
--cual sería un buen nombre?
--no lo se yo a tu anillo de compromiso le puse "la joya de Marianne"
La duquesa sonrió, el anillo traía su nombre, aquello la lleno de felicidad, y entonces empezó a buscar un nombre para aquel collar que había comprado, debía ser un nombre elegante y refinado de preferencia francés
--hey Marianne--llamo esta vez el duque a su esposa--que te párese si salimos los dos de compras?
Los ojos de Marianne brillaron, claro que quería salir con su esposo, desde su boda había estado caminando por Londres completamente sola, deseaba realmente salir ese día con su esposo
--me encantaría
--bien ¿vamos?
...
Isabel esperaba paciente la hora en la que se vería con su amado duque de Birdwhistle, elegía con cuidado el vestuario adecuado para ir a verle, ardía en fervorosos deseos de besar le y sentir se segura en sus brazos
--señorita?--pregunto entrando en su habitación Cora una de las empleadas de la casa--desea que le ayude con su cabello
Cora era conocida por hacer hermosos peinados para su hermana mayor, y siendo Isabel tan importante como Sabrina decidió que quería que aquella chica de escasos 23 años le ayudara ese día con su cabello
--deseo un peinado a la altura de la ocasión--pidió orgullosa la rubia
--y de que ocasión trata señorita
--iré a verme con el duque de Birdwhistle
--ese hombre es casado debería usted buscar alguien mejor señorita
Isabel apretó los labios mientras Cora frunció el ceño y sin intención alguna término por halar un mechón de cabello de Isabel que pegó un pequeño grito mientras se ponía de pie y estampaba su mano contra la mejilla de la joven mujer
--no te atrevas a retar me--grito una vez su mano lejos de la mejilla de la castaña--ni se te ocurra volver a hacerlo a hora largo de mi habitación
(...)--Este vestido me gusta--comento feliz Marianne mientras mostraba a su esposo un hermoso vestido de un color café hermoso
--a mi también--secundo el duque--te queda muy bien querida
Antony no había prestando realmente mucha atención atención al costoso vestido que su mujer tanto se esmeraba por desfilar le, pero Marianne no lo noto, estaba tan concentrada en creer que al fin Antony y ella actuaban como una pareja que ni noto la falta de interés de su esposo, ella solo estaba feliz de estar allí en aquella tienda luciendo vestidos que tal ves ni Antony se molestaba en mirar
--ese te gusta?--pregunto el duque mientras revisaba la hora
--si es un hermoso vestido Antony
--me alegra, no lo llevamos--Marianne sonrió mientras el recordaba lo que estaba a punto de decir le-- así Marianne en unos días es el cumpleaños de una muy buena amiga mía entonces aún tenemos tiempo de que elijas el vestido
Marianne asintió alegre, su primera fiesta como duquesa de Birdwhistle. entusiasta llamo a una de las mujeres en la tienda que le pudieran ayudar y empezó a buscar un vestido acorde a la ocasión
(...)
La noche había caído hacia ya un par de horas, dos o tres no estaba segura pero de lo que si estaba segura es que estaba en medio de la nada con un muy abultado vestido y esperando a un hombre que francamente ya dudaba si se precintaría ante ella
--perdonadme--se excusó una voz masculina desde un poco más atrás--se me ha echo tarde he acompañado a mi esposa y ya sabrás el resto
--lo se Antony--le tranquilizo Isabel mientras se volteaba--se cuán tardado puede ser comprar con tu esposa por...
La rubia chica no pudo terminar su oración cuando ya el duque mantenía sus labios presos entre los suyos, era ese un beso apasionado y poco decenté, y por ello agradecía a el señor, que estaban allí en medio de la nada y era de noche y solo había luz suficiente para alumbrar un poco el camino
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Mis amores hermosos ¡hola! ¿Me extrañaron? Yo si, pero he tenido unos problemillas nada importantes que me han hecho un poco más difícil la tarea de escribir y publicar pero ya regrese espero este capitulo sea de su total agrado y lo disfruten tanto como yo escribiendo lo
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My Lady: boda arreglada
Historical FictionLibro #01 de la trilogía my Lady Lo último que necesitaba Marianne BerryCloth condesa de Loughty era una boda arreglada a sus 21 años con un hombre del cual no conocía prácticamente nada salvo su nombre y título y que era un hombre ridículamente ri...