corinna miro desde lo lejos a su señora quien en los brazos cargaba al pequeño hijo de la rubia que se habia encargado de arruinar su vida, la pelirroja lo cargaba y le daba mimos como si fuera su propio hijo, se veia totalmente tierna y hermosa con el bebe de ojos azules en los brazos
--creo que todo este tiempo te he juzgado mal vincent--murmuro la duquesa mas para ella que para el pequeño bebe--tu no eres el culpable de nada de lo que paso, y de eso me he ido dando cuenta de apoco ¿crees que podamos iniciar de cero?
--madame--hablo la nodriza interrumpiendo a marianne--lamento decirñle esto, pero se acabaron las visitas
marianne asintio sin decir ninguna palabra y se entrego al pequeño vincent de 3 meses de nacido, ya grande y regordete de ojos azules y cabello rubio como sus padres, deposito un beos en su cabeza y sin mirar atras dejo la casa
--se esta encariñando del niño
--¿como dices corinna?
--que usted le esta tomando afecto al bebe
--no, no seas ridicula, solo acepto que no todo lo que paso es su culpa
--nada de lo que paso es su culpa
--vale, en realidad es culpa de su madre
--me alegra que lo haya comprendido--sonrio--¿planea criarlo usted?
--¿a vincent?
--si
--pues supongo yo, que seria una buena idea, si lo criare yo
--que gusto saberlo
(...)
--marianne--sonrio margott al ver entrar a su cuñada--estas en casa de nuevo
--si ¿me extrañaron?
--tardaste un poco
--¿antony lo sabe margott?
--para nada, el ignora el que te fuiste
--hay menos mal, estare en mi habitacion si me necsitan
la rubia asintio y dejo ir a su cuñada, desde hacia 2 semanas marianne habia regresado a casa de su esposo, la misma cantidad de tiempo que llevaba frecuentado al conde de lynton y visitando a vincent, desde ese mismo tiempo, habia empezado a ir mas seguido con la princesa y ahora todo parecia estar muy bien
--¿planeas traer a vincent pronto?
--quiza en una semana
--¿con que lo alimentaras?
--agnes esta embarazada ella lo hara por mi, ademas, creo que de 3 meses en adelante ya pueden tomar leche de vaca
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My Lady: boda arreglada
Ficción históricaLibro #01 de la trilogía my Lady Lo último que necesitaba Marianne BerryCloth condesa de Loughty era una boda arreglada a sus 21 años con un hombre del cual no conocía prácticamente nada salvo su nombre y título y que era un hombre ridículamente ri...