Capitulo 24

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--buenas tardes querida--saludo Marianne entrando en la habitación donde se encontraba Isabel

--que haces aquí--grito la rubia

--no es obvio?--pregunto Marianne cínica mientras miraba al bebe dormir a un lado, le acaricio la cabeza con el dorso de la mano--¿que es?

--es un niño madam--respondió una mujer angustiada al ver a la duquesa

Marianne la miro y le dio una mirada gélida que le heló la sangre, la mujer bajo la cabeza y volteó la mirada hacia a un lado

--es sano?

--si, ha nacido a tiempo y su peso es estable

--esta bien, arropad le me lo llevo--pidió mientras miraba a Isabel

--Marianne no por favor es mi único hijo

--bien podrás tener muchos más, con esas piernas tan abiertas tuyas no será difícil verdad--sonrió la pelirroja--tómalo como un favor de mi parte

--un favor?

--si un favor, nadie sabe de tu parto ¿que dirían de ti si se enteran que has traído a un bastardo al mundo? La sociedad te destrozaría te comería viva, Isabel, yo no puedo permitir eso

--que pretendes

--cobrar lo que me debes--dijo con frialdad--tu te acostaste con mi marido y me quitaste a mi hijo, ahora yo te devuelvo el favor no hay de que


Isabel empezó a hablar y lloriquear pero Marianne no tenía ni ganas ni tiempo de hablar con ella, por eso tomado al pequeño bebe en sus brazos salió

El frío de Londres a finales de octubre hizo lloriquear al pequeño bebe recién nacido, en ese momento Marianne se sintió un poco culpable, había alejado a un bebe de su madre, pero poco a poco ese sentimiento fue remplazado por odio

Si Isabel no se hubiera metido con su marido quizá ella tendría a su propio hijo en aquel momento entre sus brazos, pero no la estúpida rubia se empeñó en arruinar su felicidad ahora ella le pagaría con la misma moneda   


--cárgalo Corinna--hablo autoritaria--tu lo cuidarás, no lo quiero cerca de mi ¿ok?

--entonces para que lo traes contigo?

--porque me quería vengar, no soportare a eso crió cerca de mi tu hazte cargo de el yo no quiero escucharlo llorar ni tenerlo cerca, odio a esa criatura

--entiendo que te molesto el hecho de que Isabel no perdiera a su hijo, sin embargo quitarle a una madre su hijo es algo muy bajo repugnante y digno de un ser repulsivo me temo que es algo en lo que de apoco te estas convirtiendo  

--Corinna cállate, el que seas mi amiga no te da el derecho de hablar de esa manera no te equivoques, recuerda tu lugar y quien eres y quien soy yo


Corinna asintió mientras arrullaba a la criatura, no podía creer el cambio que había sufrido su amada señora desde la desafortunada muerte de su hijo, abrazo al bebe protegiendo lo con su cuerpo del frío y entro en la carroza de su ama


--¿cree que la señora Isabel diga algo?

--ella no es ninguna señora, y descuida no dirá nada

--como esta tan segura?

--porque no le servirá de nada, nadie arremeterá contra una dama de alcurnia, y a ella no le serviría tampoco que se enterasen que trajo al mundo un bastardo hijo de un hombre casado, además, ¿que podrían hacer me?


Corinna asintió mirando al pequeño bebe envuelto en la manta, no quería meterse en problemas, pero sinceramente lo que estaba haciendo su ama no se le hacía para nada gracioso 


--como planea explicar se lo a su marido?

--no lo se--respondió la pelirroja sincera--pero tampoco me interesa


El resto del camino fue en silencio, la pequeña criatura no había emitido sonido alguno y Corinna tampoco, Marianne por su parte miraba hacia afuera, estaba algo aturdida, ¿enserio acababa de robar a un recién nacido?


--como deseas ponerle al bebe madame

--Vincent, su nombre será Vincent

--no te has preguntado como alimentaremos a Vincent

Marianne lo pensó, era verdad, ella no podía alimentar a un bebe recién n

acido, pero luego lo medito, ella podía contratar a una nodriza que se encargara del bebe los primeros 5 meses de vida del niño y luego de eso, lo alimentarían con leche de vaca recién ordeñada


--le llevaremos con una nodriza

--con una nodriza

--si con una nodriza, ella cuidara de Vincent en sus primeros meses de vida y luego tu te encargarás de su crianza ¿bien?


Corinna no dijo nada y en cambio asintió mientras apegaba más el bebe a su pecho, Marianne grito un par de cosas en francés y el cochero re dirigió su paso hacia la ciudad nuevamente


--nos llevarán con la nodriza--le comunico

--cuanto cobra una de esas mujeres

--no lo se, quizá tres o cuatro monedas de oro al mes, igual, de esas nos sobran en casa ¿no crees?

--pues si

--listo, entonces no hay porque preocuparnos, vamos

   

         (...)


--alimenta lo las ve es que el quiera, cuida lo mucho, no lo dejes enfermar, Corinna vendrá cada semana a verlo y caundo yo lo retire de aqui el debera estar en perfectas condiciones 


exigio marianne mientras miraba al niño recien nacido, vale quiza este no habia sido su mejor plan, pero vera a isabel tan adolorida y sufriendo asi, le haria repetir todo lo sucecido una y otra vez 


--ahora, tu no me conoces, yo no te conosco ¿entendido?

--si señora 


y con ello se marcharon, a lo mejor marianne sentia muy en su interior un poco de culpa, le estaba quitando a ese pequeño su oportunidad de tener una vida medianamente normal, sin embargo por culpa de su madre ella no llevaria una vida normal nunca y su pequeño bebe nisiquiera tendria vida, era su momento para devolver le el favor 

My Lady: boda arregladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora