Though I Can't See You (Kellin Quinn)

Capítulo veintidós.

Andy abrió los ojos con sorpresa mientras soltaba mi mano lentamente.

—L-Lo siento. —masculló en voz baja.

Yo me giré para mirar a Kellin y un extraño sentimiento de enojo y furia se instó en mi corazón. ¿Cómo se atrevía a celarme después de haberse dejado besar por aquella chica?

Sin dejar de mirar a Kellin dije —Espera, Andy —me giré hacia él y dije —. Una canción.

Pude sentir a Kellin tensarse detrás de mi pero no estaba dispuesta a aceptar sus condiciones. Quería que yo estuviera con él cuando él lo quisiera y se besaba con otras chicas. Las cosas no eran así; si él podía jugar ése juego, yo también podía.

Andy me miró dudoso y yo extendí mi mano para tomarlo de la muñeca y tirar de él hasta la pista de baile.

Kellin se quedó de pie frente a la barra mientras yo me escabullía entre la gente.

El valor repentino que había sentido estaba mermando. De pronto, una sensación de remordimiento me invadió, ¿Qué diablos estaba haciendo?, ¿Iba a portarme de ésta manera tan cruel con él?

"Se besó con otra" dijo una vocecilla dentro de mi cabeza. Cerré los ojos con fuerza y me obligué a apartar la culpa que me invadía y comencé a bailar.

Andy no me tocó para nada. Simplemente bailaba a mi alrededor.

Pude mirar de reojo como Oliver sostenía del brazo a Kellin y él parecía furioso.

Un nudo se formó en mi garganta, pero me obligué a apartar la mirada de él y enredar mis brazos en el cuello de Andy.

Él me tomó por la cintura y comenzamos a bailar más juntos el uno del otro.

Ésto se sentía tan mal, tan erróneo, tan cruel...

Un par de manos se instaron en mis caderas y solté un grito ahogado al sentir como me arrancaban de los brazos de Andy.

—¡NO LE VUELVAS A PONER LAS MANOS ENCIMA, HIJO DE PUTA! —gritó la voz de Kellin detrás de mi.

Los vellos de mi nuca se erizaron mientras Kellin me apartaba del camino de Andy.

Pude observar a Oliver detrás de Kellin. Entonces supe que él lo había llevado hacia nosotros y le había dicho que Andy me estaba tomando por la cintura.

Lo miré con reproche y él me miró con severidad.

—¡Sólo estamos bailando! —dijo Andy.

Pude ver un destello de seguridad en su mirada ahora que había notado que Kellin era ciego.

—¡No la vuelvas a tocar! —siseó Kellin pegando su cara a la de Andy de forma amenazadora.

A pesar de no poder ver, Kellin parecía intimidarle demasiado a Andy.

—¡Joder!, ¡No te alteres! —soltó Andy alzando las manos como si estuvieran apuntándole con un arma —, no quiero iniciar una pelea contigo, amigo.

—¿Por qué?, ¿Por que soy ciego? —siseó la voz de Kellin.

—K-Kellin... —dije intentando detenerlo.

—¡Cállate! —me espetó el furioso. Yo me encogí mientras él encaraba de nuevo a Andy.

—Tranquilo, amigo. No volveré a acercarme a tu chica —dijo Andy intentando calmar los ánimos.

—¡Vete al infierno! —le espetó Kellin.

Mis manos temblaban, mi corazón latía con fuerza y estaba a punto de llorar, ¿Qué había hecho?

Kellin se giró hacia mi y dijo con la voz ronca por la ira —Kate es mi ex novia. Fue mi novia antes del accidente. La rechacé; no te quedaste el tiempo suficiente para ver como la apartaba de mi. La rechacé, _______; y tú corriste con el primer imbécil que se te paró enfrente sin darme el maldito beneficio de la duda.

Yo no pude responder.

Lo vi alejarse por la pista de baile mientras abría el bastón blanco para guiarse.

Oliver me miró con aprehensión y salió corriendo tras Kellin.

¿Por qué tenía que ser así de idiota siempre?, era la más grande de las estúpidas.

Hannah me miró sin saber que decirme. Cerré los ojos esperando un sermón pero ella me abrazó. —Yo hubiera reaccionado igual. No es tu culpa —dijo.

Las lágrimas comenzaron a bajar por mi rostro pero me obligué a secarlas y poner mi mejor cara.

Hannah intentó animarme pero nada podía hacerlo.

Me sentía una completa idiota.

—Quiero ir a casa —dije después de haberme tomado casi una botella entera de vodka.

Sentía el cuerpo entumecido, la lengua y los labios me picaban, estaba mareada, se me cerraban los ojos y las piernas me temblaban.

—Has bebido demasiado —apuntó Hannah. —, tu resistencia al alcohol es mucha a pesar de no beber nunca.

La miré con cara de pocos amigos y comenzó a reír, presa del alcohol.

Tomó su móvil y marcó por teléfono.

—Baba, _______ y yo queremos irnos ya..., si..., en la barra..., vale allá nos vemos. —colgó.
Me miró y dijo —Nos veremos en el estacionamiento. Vamos.

De pronto, me sentí enferma. Tendría que viajar en el asiento trasero con Kellin y no estaba segura de querer enfrentarlo. Habría deseado que Hannah trajera su auto pero, al parecer, Oliver había insistido en conducir y llevarnos a todos a casa.

Cuando llegamos al auto, Kellin estaba arriba del auto ya. Trepé y me pegué al lado extremo contrario de donde estaba el.

Sin duda, sería un camino muy largo a casa.