Un viaje, muchos cambios.

Planes para febrero.

Cuando llegó Alex yo me estaba lavando los dientes. Le abrí la puerta con el cepillo aún en la boca.

-Hey.

Dijo ella entrando a mi casa. Yo le respondí moviendo la cabeza y subí arriba para terminar de lavarme los dientes.

-He alquilado "Nick and Norah's Infinite Playlist"

-Nunca la he visto.

Dije encendiendo el grifo para enjuagarme la boca.

-Te va a encantar, es una de mis películas favoritas.

Me sequé la boca y bajé las escaleras, ella estaba encendiendo la tele y poniendo la película.

-¿Pedimos pizza?

Pregunté cogiendo el teléfono.

-Obviamente.

Me respondió Alex girando la cabeza para mirarme.

Marqué el número de la pizzería y pregunté a Alex.

-¿Cómo quieres la pizza?

-Hm... ¿Te gusta la pizza carbonara?

-Es mi favorita.

-Pues perfecto.

Así que pedí una pizza carbonara mediana.

Ayudé a Alex con la película y a los 10 minutos llegó el chico con la pizza. Alex y yo nos peleamos como niñas por abrirle, hasta que ella me ganó y puso sus brazos impidiendo que yo saliese. Cogí mi monedero y saqué 10€ que le di al chico de la pizza por debajo del brazo de Alex.

Ella estaba haciendo lo mismo, ofreciéndole el dinero al chico. Él se quedo mirando a Alex y luego miraba mi brazo con dinero.

-Coge el mío.

Dijo Alex y se lo tendió en la mano.

Yo estiré más mi brazo para intentar dárselo y dije:

-No. Coge el mío.

Noté como rozaba el dinero con su camiseta y el se apartaba.

El chico no decía nada, pero Alex tampoco se apartaba así que para que me dejase pasar le pellizqué el culo y aprovechando que daba un pequeño salto me puse delante de ella, le di el dinero al chico que lo cogió dudando y cerré la puerta de un portazo.

-¡Au! ¡Eso es trampa!

-¡Pero si no hay reglas!

Dije yo riéndome.

Volvieron a tocar a la puerta y Alex fue a abrir mientras yo hacía un estúpido bailecito de victoria.

-La p-pizza.

Me giré y era el chico de las pizzas, se nos había olvidado coger la pizza. Alex la cogió disculpándose y cerró la puerta suavemente.

Alex fue a la cocina con la pizza y yo empecé a reírme.

A Alex se le contagió mi risa y empezó a reírse conmigo.

Cuando ya nos calmamos, nos sentamos en el sofá a tomar la pizza mientras veíamos la película.

Alex apoyó su cabeza en mi hombro y yo le besé la frente.

Ella cogió mi mano que estaba apoyada en mi muslo.

Al rato me quedé dormida.

Cuando me desperté Alex seguía recostada en mi hombro.

El sol ya había salido así que cogí el móvil y miré la hora. Las 11:30.