Un viaje, muchos cambios.

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La foto está hecha por mí, es literalmente Argentan xdd. #Postureo okya

-Sí, lo tengo todo preparado.

Dije hablando con Polly por teléfono.

-¿Segura de que te quieres ir?

-Polly, confío en ella. Es mi "novia". Se me hace raro decir esa palabra.

-Y a mí que la digas. Pero no sé, Piper...

-¿Temes que me olvide de ti?

-¡N-no! ¡Eso es lo que menos me preocupa!

-Ajá...

Dije sonriendo y metiendo la bolsita de aseo en la maleta.

-¡Va enserio! No quiero que te haga daño.

-No tienes por qué preocuparte entonces, si me hace daño le quemamos la casa, sé dónde vive.

Escuché cómo se reía de mi comentario a través de mi teléfono.

-Bueno, si tan segura estás, ten un buen viaje, supongo... ¡Y ten mucho cuidado!

-Gracias Polly.

Y le colgué.

Estaba impaciente, en una hora teníamos que estar en el aeropuerto y Alex iba a venir a recogerme para ir a desayunar. Eran las 8:30 de la mañana y el avión salía a las 11:30.

A los cinco minutos mi timbre sonó, bajé corriendo las escaleras y abrí la puerta, era Alex.

-¡Hola!

Dije abrazándola fuerte. Ella me abrazó de vuelta y cuando la solté fui a por mi maleta.

-¿Lo tienes todo preparado?

-Sep

Respondí cerrando la maleta.

-¿Y tú? ¿Estás preparada?

-Chi.

Dije levantando la maleta de la mesa sobre la que estaba.

-Deja, yo la llevo.

Dijo Alex quitándome la maleta de las manos.

-¿Qué quieres? ¿Mostrarme tu impresionante fuerza y sensuales músculos?

-Ci.

Dijo ella poniendo cara de psicópata.

Me reí y la seguí por detrás camino a su coche.

Mientras ella metía la maleta en el maletero yo me sentaba en el asiento del copiloto.

Condujo hasta el aeropuerto y aparcó en el parking. Luego buscamos un sitio para desayunar y, tranquilamente, desayunamos.

Pasamos el control de seguridad sin ningún problema y más tarde ya estábamos en el avión a punto de despegar.

-¿Te sigue dando miedo volar?

Me preguntó Alex sonriendo.

-No creo.

Alex suspiró y miró por la ventanilla.

-En un avión como este nos conocimos. ¿Te acuerdas, no?

Preguntó sin dejar de mirar por la ventanilla.

-Pues claro, ¿cómo me iba a olvidar?

-Parece mentira que haya pasado un año ya.

-¿Un año? Wow

Alex se rió y buscó algo en un bolsillo. No podía ser un anillo, sólo llevábamos saliendo un año, era muy temprano. A ver, por supuesto que me casaría con ella pero era un poco precipitado

Sacó un billete de avión.

-Este es el billete de avión de aquel día.

-¿Cómo es que aún lo tienes?

Pregunté yo. Hacía un año que habíamos tomado ese vuelo.

-Porque cuando conoces al amor de tu vida no quieres olvidar ningún detalle, ni el número de vuelo, ni la habitación de hotel, 1202, ni su preciosa mirada.

El avión empezó a despegar, Alex seguía hablando. Yo me agarré disimuladamente a los apoya brazos.

-Ni el miedo que le da despegar, ni una mala experiencia en un ascensor que terminó siendo de mucha ayuda porque, en realidad, nos unió más. Te quiero, y por eso este me parece el sitio perfecto para esto, a más mil metros sobre el nivel del mar, surcando los cielos, como me haces sentir tú cada vez que me tocas, cada vez que me besas, cada vez que me miras, que me sonríes, que escucho tu preciosa voz, que miro tus preciosos ojos almendrados, que rozo tu piel, con preciosos lunares. Te quiero y no tengo miedo a que lo sepa todo el mundo, quiero que todo el mundo sepa que eres el amor de mi vida y así quiero que sea para siempre. Piper Chapman. ¿Quieres casarte conmigo?

Se sacó una cajita del bolsillo, era azul y tenía un lazo grabado en dorado. Abrió la caja y un fino anillo dorado con una pequeña piedra brillante en el centro que iluminaba mis ilusiones más profundas se haya dentro de esta. Lágrimas caían por mis mejillas.

-Alex Vause, casarme contigo es mi mayor sueño.

Ella sacó el anillo y lo depositó cuidadosamente en mi dedo. Me acarició la mano delicadamente sin dejar de mirarme a los ojos y me besó. Me besó, en un avión, lleno de gente, con familias, niños pequeños. Me besó sin importarle nada, solo el choque de nuestros labios y nada más.

Me separé y le dije dulcemente:

-Te quiero, Alex Vause, y nunca dejaré de hacerlo.

Al bajar del avión me cogió de la mano y andamos juntas hasta la salida, donde nos recogería un taxi para ir a nuestro hotel.

Al llegar era muy lujoso incluso más grande que el de Las Vegas donde la conocí.

Alex aún no me había soltado la mano, tampoco quería que lo hiciese, estar unida a ella, aunque solo fuese por una facción de nuestro cuerpo era lo que me hacía feliz. Ella era la que me hacía olvidarme de mis problemas. La amaba. Ella era, es y será mi media naranja, mi media mitad, mi todo, la persona que me ilumina cuando el camino está oscuro, la persona que me ayuda a seguir, me da fuerzas. Estar con una persona como ella merece la pena. Y así seguiremos hasta que nuestros cuerpos estén en descomposición porque ella es el amor de mi vida.

Y bueno, este es el final, gracias por toda la gente que lo ha leído y espero que os haya gustado, estoy pensando en hacer otra, pero conociéndome tardaré medio siglo en terminarla. Gracias por todo, enserio, por los votos, los comentarios, etc. De verdad os digo que me alegráis el día.

Un viaje, muchos cambios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora