Te quiero.

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-He quedado con ella para mañana.

Dije apagando mi móvil.

-¿Qué le vas a decir?

Me fui sin decir nada ni mirarla. Subí las escaleras y noté como ella me seguía. Me quité la camiseta y los pantalones y abrí la cama para acostarme.

- Puedo dormir aquí o me vas a echar al sofá?

Me reí y ella se acercó para abrir bien la cama. Fui al baño y me lavé los dientes. Al volver Alex ya se había acostado de espaldas a mi sitio. Supuse que se había dormido así que intenté no hacer ruido.

Me acosté a su lado mirando al techo. Y, aunque dudé un poco, me giré y la abracé. Noté como se revolvía un poco y luego me daba un beso en la mano. Estaba tan cansada que me quedé dormida enseguida.

Al día siguiente me levanté antes que Alex y decidí no despertarla. Cogí algo de ropa y me vestí intentando hacer el menor ruido posible. Cuando me giré vi a Alex despierta mirándome fijamente y sonriendo.

-¿Te he despertado?

Dije buscando mis zapatos.

-No, mi corazón ha sentido tu ausencia y le ha mandado a mi cerebro despertarme.

Me subí a la cama a gatas y le di un beso Cuando me separé de ella la vi con los ojos cerrados y mordiéndose el labio. Cuando los abrió volvió a besarme y yo sonreí mientras me besaba

-Me encanta cuando haces eso.

Dijo Alex sonriendo. Yo sonreí de vuelta y miré el reloj.

-Me tengo que ir, son las 9:50.

Alex suspiró y yo me levanté.

-¿Te fías como para dejarme la casa sola a mi?

-Claro que sí, cariño.

Me levanté de la cama y la rodeé hasta llegar al lado de Alex y le di un pico para despedirme.

Cogí las llaves, dinero y fui al coche.

Al llegar a la cafetería no había señales de mi madre así que me senté en una mesa y comencé a esperarla. Pedí un café a los 5 minutos.

Eran las 10:27 y mi madre aún no había aparecido, estaba pensando en irme cuando la vi entrar por la puerta.

Me vio, vino a mi mesa y se sentó sin decir nada.

-Mamá.

Mi madre me miró y suspiró.

-¿Por qué estabas con esa chica?

Me quedé callada, sin saber que responder. Era difícil perder a mi madre o a la persona que más amo.

-¿Piper? No me he hecho el viaje para que no me contestes.

No podía contestar, no me salían las palabras de la boca. Mi madre se levantó para irse y lo dije.

-Porque la quiero.

Mi madre se volvió a sentar como en shock.

-Y no puedes cambiar lo que siento.

Dije ya con más valor.

Me madre miraba hacia otro lado pero no contestaba

Decidí levantarme, dejé 5€ sobre la mesa y me fui sin mirar atrás.

Llegué a mi casa y al abrir la puerta escuché a Alex hablando por teléfono. Deje mi abrigo y las llaves en el recibidor y busqué a Alex. Estaba en la cama aún. Estaba tumbada hablando por teléfono. Me senté en la cama y me quité los zapatos.

-Vale... Bien... Oye, luego te llamo. Adiós.

Colgó el teléfono y se sentó a mi lado. Me pasó un brazo por encima y me besó en la mejilla.

-¿Cómo ha ido?

-Bien.

-¿Segura?

-Supongo.

-Pipes, puedes decirme lo que sea. Estoy aquí para ti.

Una lágrima caía por mi mejilla. Ella la atrapó con la mano mientras me besaba la frente.

-No puedo más, Alex. Estoy harta de luchar. Estoy harta de fingir. No quiero perderte.

-Hey, no me vas a perder. Nunca. ¿Vale? No pienses eso nunca más.

Me dio un tierno beso y al separarme me di cuenta de que ella también estaba llorando,

-Lo siento.

Dijo sin dejar de mirarme a los ojos.

-¿Por qué?

-Por todo.

-No es tu culpa.

-Sí. Si no me hubiese enamorado de ti estarías más feliz. A veces siento que soy una carga para ti. Sólo te traigo problemas y más problemas. Lo siento.

-Entonces yo también lo siento.

-¿Tú? ¿Por qué?

-Porque también estoy enamorada de ti.

Alex se río y me besó.

-¿Puedo abrazarte muy fuerte?

Dijo ella con una pequeña sonrisa.

-No si lo hago yo antes.

Me lancé a abrazarla mientras me ría. Alex también se lanzó y caímos al suelo. No podía parar de reír por alguna razón.

-He ganado.

Dije yo abrazándola por la cintura.

-Te quiero, Piper Chapman.

Respondió ella.

-Te quiero, Alex Vause.

Me dormí abrazada a ella.

Al despertar, Alex no estaba a mi lado. Me levanté y vi que el reloj marcaba las 15:30 y mi estómago rugía. Así que me dirigí a la cocina. Abrí la nevera y saqué una hamburguesa. Encendí el fuego y la cociné. Me senté en la mesa de la cocina y comencé a comer mientras miraba mi móvil. Recibí un mensaje de Alex:

*Nos vemos a las 18:00 en el centro comercial :D*

Sonreí y recogí la mesa. Lavé los platos y miré el reloj, eran casi las cuatro, quedaban dos horas para ver a Alex, así que decidí jugar a la PS4 para pasar el rato. Conseguí pasarme un nivel entero de un juego que me encantaba. Cuando me di cuenta ya eran las 17:50 y yo estaba sin vestir. Corrí a mi habitación y elegí la ropa rápido. Como no sabía a dónde me quería llevar Alex decidí vestirme con una camiseta de tirantes, unos vaqueros rotos y unas botas tipo militar negras. Bajé las escaleras corriendo y cogí las llaves de mi coche. Llegué justa de tiempo al centro comercial pero llegué. Me quedé esperando a Alex en la puerta principal y alguien me tapó los ojos por detrás.

-¿Quién soy?- Dijo la persona que me tapaba los ojos.

-¿Una violadora?- Respondí sonriendo

-Hm... No, va, prueba otra vez.

-Un alien pervertido.

-¡No!- Respondió riéndose.

-A ver, hm... ¿Eres la mejor persona de este mundo?

-Esa eres tú.

Me quitó las manos de los ojos, me giró y me dio un tierno beso en los labios.














Un viaje, muchos cambios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora