-¡Iros a un hotel!
Gritaron unos adolescentes sentados en un banco cerca de donde estábamos.
-¿Y privaros de este espectáculo tan sensual? Ni de coña.
Me sonrojé hasta tal punto que parecía que iba a explotar. Alex me cogió la mano sonriendo y entramos juntas al centro comercial.
-¿Para qué hemos venido?- Pregunté intrigada.
-Quería que hiciésemos algo juntas, ¿sabes? Ir de compras y esas cosas que hacen las amigas normales.
-Pero nosotras no somos amigas normales, ¿verdad, Alex?
-¿No lo somos? Oh dios, sabía que eras un extraterrestre. Por favor, no me comas los sesos.
Dijo Alex soltándome la mano y tapándose la cara. Yo me reí.
-Vine a este planeta con ese propósito, no me lo va a impedir nadie. RAWR.
Dije acercándome a ella intentando imitar a un extraterrestre. Ella se rió y yo me empecé a reír también. Me di cuenta de que muchas personas se habían parado a mirarnos.
-Somos muy infantiles, ¿sabes?
-Demasiado.
Retomamos nuestro paseo por el centro comercial y entramos en una tienda de ropa.
Alex me dijo que nos separásemos, que buscásemos ropa y que fuésemos luego a los probadores para probárnosla juntas. Pero que no fuese algo que llevase todos los días. Algo nuevo que me gustaría llevar.
Busqué por la tienda y la verdad es que tenía de todo. Cogí una camiseta negra de Paramore, un grupo que me encanta. Busqué unos vaqueros negros rotos y con cadenas y unas botas como las que llevaba pero más altas y con tacón.
Mi teléfono sonó. Lo cogí y era otro mensaje de Alex:
*Ya estoy en los probadores, ¿vienes?*
Me dirigí a los probadores y estaban vacíos, sólo estábamos Alex y yo. Me acerqué a ella y sin yo decir nada ella gritó:
-¡La que primero se cambie gana!
Y se metió corriendo en el probador. Yo la imité y empecé a cambiarme a toda velocidad y cuando terminé salté fuera del probador y grité "¡Ya!". Alex salió una décima de segundo después.
-¡Gané!
Dije yo. Ella se quedó mirándome boquiabierta. Me fijé en su atuendo, llevaba puesto unos vaqueros ajustados, una camisa a rayas azules que parecía de hombre pero aún así era ajustada y encima un chaleco. Además también llevaba un sombrero negro y unas botas como las mías.
-Wow, Pipes.
Puse una pose sensual y le dije:
-¿Te gusta?
-Te queda demasiado bien, parece que esté hecho para ti.
Me reí y me acerqué a ella.
-A ti eso te queda genial. Te queda bien el estilo tomboy.
-¿Tú crees?
-Por supuesto.
Me reí y la besé. Ella colocó sus manos en mi espalda baja, amenazando con descender y yo las situé en su cuello. Alex, sin dejar de besarme, me empujó ligeramente hacia el probador. Y me besó el cuello.
-Alex...
Dije casi sin poder hablar. Ella me había comenzado a desabrochar el pantalón.
-Shh, nos podrían oír
Me dijo antes de besarme.
Metió la mano en mi pantalón y comenzó a acariciar mis zonas sensibles. Oh dios, se sentía tan bien que por un momento me había olvidado de que estábamos en un probador. Oí a gente hablar. Cada vez se acercaban más. Alex no paraba. Abrí los ojos y vi que la gente pasaba de largo. No se fijaron en nosotras.
Aparté a Alex y suspiré.
-¿Estás loca? Podrían habernos visto.
-Pero no lo han hecho.
Iba a responder, cuando vi que tenía razón. Han pasado de largo y ni siquiera se han dado cuenta de que estábamos enrollándonos dentro de un maldito probador público. Bendita ignorancia humana.
Alex cogió su ropa, la metió en mi probador y cerró la puerta. Se quitó la camiseta y yo la imité.
-Me gustan tus tetas.
Dijo Alex de repente. Yo me sonrojé y me tapé el pecho como pude.
Alex se rió y me cogió las manos para apartarlas de mi pecho.
-No tienes por qué avergonzarte, he visto más allá de tu sujetador.
-A mí no me gustan tus tetas, Alex.
Agh, maldito cerebro. ¿Por qué había dicho eso?
-Gracias.
Dijo ella riéndose. Y tras esas palabras se formó un silencio incómodo. Alex me miraba al igual que yo la miraba a ella.
Alex intentó aguantarse la risa pero explotó en una carcajada y su risa me contagió.
Cuando al final conseguimos cambiarnos y salir Alex insistió en comprarme la ropa que me había probado, así que hicimos un trato y yo le pagué su ropa.
Cuando estábamos saliendo del centro comercial Alex me paró y se puso delante mía.
-Por casi se me olvida. Tengo un regalo para ti.
Yo ladeé la cabeza, curiosa, mientras Alex buscaba en su bolso.
-¡Ah! Aquí.
Dijo ella mientras sacaba un sobre blanco con mi nombre escrito.
-Déjame adivinar... Tus facturas.
Dije levantando una ceja.
-¿Tan cruel piensas que soy, Chapman?
Respondió ofreciéndome el sobre. Yo lo cogí y lo abrí suavemente. Saqué dos papeles.
-¿Te vienes conmigo?
¿Enserio me lo estaba preguntando? Un viaje a Argentan, en Francia y me pregunta si quiero ir...
-Wow, Alex, te debe haber costado un pastizal.
-Eso no importa, Pipes. ¿Vienes?
-¡Pues claro que sí!
Y me lancé a sus brazos de felicidad.
-Sabía que te iba a gustar.
Dijo ella devolviéndome el abrazo.
Caminamos hasta su coche de la mano.
-¿Hacemos una cosa?
Me pregunto ella sin soltarme la mano.
-¿El qué?
-Esta noche voy a tu casa y pedimos una pizza y yo alquilo una película ¿Te parece bien?
-Perfecto.
Dije sonriendo. Me parecía una propuesta genial.
Le di un beso corto y le dije:
-Hasta esta noche, Alex.
-Hasta esta noche, Pipes.
Y me dio otro beso, después me di la vuelta y me fui.
Cuando miré hacia atrás estaba abriendo la puerta de su coche para entrar.
Sí que me gustaban sus tetas, vaya si me gustaban.
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Un viaje, muchos cambios.
Hayran KurguAVISO IMPORTANTE: Esta historia contiene escenas eróticas, románticas, dramáticas, etc. La mayoría de los personajes de este fanfic están basados en la serie de Netflix, Orange Is The New Black. Es todo inventado y estoy abierta a propuestas para la...