Un viaje, muchos cambios.

Demasiadas coincidencias

Marta, una de las chicas que se acostó con mi exnovio estaba ahí y lo peor es que él también.

Pasé de largo y por suerte no me vieron. Fui al hall del hotel y oí una voz que podría reconocer en cualquier sitio.

-Hola, Piper

Me giré y ahí estaba ella con una sonrisa de oreja a oreja.

-Alex! Hola!

Era mi salvación podía hablar con ella y olvidarme de lo que había visto, o más bien a quien había visto.

- Demasiadas coincidencias en un día, eh?

-Si, la verdad es que si... ¿No me estarás acosando verdad?

Ella, riendo, me contestó.

-No, ¿y no me estarás acosando tú?

-Nop.

Negué con una sonrisa en la boca.

-¿Quieres ir a tomar un café? Me gustaría conocerte mejor.

-Vale, pero mejor vayamos a mi habitación, en la cafetería hay mucho ruido...

Seguidamente le cogí de la mano y tiré de ella hasta llegar al ascensor. Subimos hasta el piso 3 y caminamos hasta mi habitación. Abrí la puerta, entramos, y me dirigí a la cocina, busqué café entre los armarios y sorprendentemente había un paquete de café. Preparé el café y lo llevé al salón donde estaba Alex. No tenía pastas o cosas así para acompañar el café así que estaba un poco soso.

Hablamos de un montón de cosas: donde vivía ella, que comidas le gustaban y cosas así. En ese rato hablando ya parecía que la conocía de toda la vida.

Estaba todo bien, hasta que la conversación llegó a un punto un tanto... Incómodo.

-Piper, ¿Nunca has pensado en acostarte con una chica?