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Octubre, un mes viviendo sola.

Es ahora cuando sé que comienza la etapa en donde mi primer amor queda atrás y comienzo con mi gran amor.

Amatista llego un mes después a Chile, con visa extendida y tiempo en su agenda. Había renunciado a su trabajo por vivir un tiempo conmigo. En Marzo entraré a la Universidad y el resto del tiempo trabajaré. Ya encontré un trabajo de medio tiempo, que es horrible pero la paga es bien y así puedo salir con Amatista; ella llego un día domingo por la mañana. No tenía auto así que volvimos a mi departamento en un taxi del aeropuerto y el día lunes, salimos en nuestro primer Tour por la ciudad, que para mi no tiene nada de lindo u especial. A ella le encantó.

Escritora, drogadicta, alcohólica, feminista, tatuadora, artista, cantante, bisexual y para colmo, perra. Ese es mi conteo de cosas que he sido a mis cortos diecinueve años.

Amatista y yo estamos tomando once en la mesa comedor, de vuelta de nuestro primer Tour y la charla interesante es lo que escribiré.
Que lindo tu departamento ¿Hace cuánto vives aquí? –recuerden que escribo cursiva porque traduje su inglés, hasta traductora soy.
Como un mes, estoy de vuelta, vivi aquí tres años con mi padre antes de mudarme con mi madre.
– Esta bacán, perrita –ella habló español y quiso copiar mis modismos. Linda.
Gracias, mi hogar será el tuyo por los próximos seis meses.
–¿Siempre viviste con tu papá?
–No... cuando él y mi madre se divorciaron, me vine con él luego de un año. Él era gay y yo recién estaba saliendo del closet... él siempre me entendió, me aconsejó bien y me quiso sin importar mis tontos errores juveniles.
–¿Y qué fue lo que realmente paso entre tu madre y tú?
Tuve sexo con su novio, y nos encontró en el acto.
¿Enserio? –estábamos terminando de beber té y ella dejo su taza de vuelta en la mesa. Sin dejar de mirarme esperando saber más.
Si, fue algo de una vez. Una estupidez, sé que estuvo mal... pero ya lo conociste en Cancún, el imbécil es guapo –le respondí ella sonrió y negó con su cabeza.
– Y sexy –agregó y repetí sus palabras. ¿Y siguen juntos, él y tu madre?
No lo creo, no sé nada de ellos. Como sabes volví, y mis cosas estaban aquí y a pesar de que Antonio quería tener algo formal conmigo, lo rechace.
¿Y si vuelve?
No tiene dónde volver, ya tengo a mi pareja conmigo –tomamos nuestras manos sobre la mesa.– Y esta viviendo conmigo.

CONCHETUMARE | TelenovelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora