10; FINAL, CONCHETUMARE.

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Un año y meses más...

Hace dos semanas la viejita que estaba a un par de esquinas de mi casa dejó de vender rosas. Y es ese día, en el que ella comenzó a faltar, el que considero el principio del fin.

Un año después.

Alice se murió de cáncer. La peor heredación que le dejaron sus padres y otras generaciones anteriores de su familia

Ya tengo veintiséis años y mi hijo ya anda en malos pasos (me roba zanahorias del refrigerador y se las come) y mi hija Venus ya esta en segundo básico.

Hace una semana atrás, casi queme la casa con toda mi familia adentro. Un pequeño error.
Ese día madre había anunciado su primera visita en años al departamento. Por primera vez conocería a sus nietos y me volvería a re-conocer.
Estaba cocinando con mi pequeño Christian (ya casi tiene tres años) acompañándome en la cocina viendo caricaturas en mi celular, mientras que mi Venus veía algún programa en el televisor del living.
Cuando mi madre llegó junto con su esposo, Antonio, me olvidé por completo de que estaba cocinando unas papas, y me dediqué a hablarles, darles un corto recorrido por la casa y presentarles a mis bebés. También los actualicé, y que por la distancia que teníamos, no habían sido parte de mi pequeña y privada celebración de matrimonio y no sabían que soy una joven viuda, y mientras todo eso estaba siendo actualizado, las papas se hicieron carbón y la hoya se prendió en llamas. No muy grave, pero pésima primera impresión.

-No entiendo mucho, hija -me habla mi madre.- Explícame de nuevo, cómo pasó todo... tan rápido? -habiamos terminado de almorzar y les había resumido muy mal todo lo que había pasado en mi vida desde mi dramática ruptura con Amatista y habían cabos sueltos como el cuándo nació Venus, de dónde había llegado su hermanito y cómo dónde y cuándo me había casado y quedado viuda.
- A ver... -puse mis dos codos sobre la mesa y Antonio y mi madre me miraban atentos.- Conocí a Alice cuando tenía quince años, estuvimos juntas pero me quedé con Júpiter, después, volvimos un tiempo cuando tuve diecinueve, pero la dejé por Amatista y volvió al año después, con Venus de cuatro meses, recién nacida y seis meses después, vivimos juntas, después ... -y así resumí siete años en cinco minutos.
-¿Y quién es el papá de Venus? -esta vez fue Antonio el que preguntó.
- Yo no tengo papá -hablo Venus de pronto, quién a pesar de estar de estar pendiente del televisor, escuchaba lo que decíamos.- Pero tengo dos mamás y la tía Mayo dice que es a veces mucho mejor ¿Es mejor mami? -me preguntó.
- Si es mejor, estás doblemente protegida -le contesté y como cada dos minutos estaba volteando mi cabeza para ver qué hacía su hermanito, lo hice. Seguía sentado en el sillón, mirando lo mismo que veía Venus, pero desde la mesa del comedor.
-¿Por qué doble protegida? -vokvio a preguntar Antonio.
- ¿Quién es la tía Mayo? -pregubto mi madre.
- Su profesora jefe -contesté rápido y Venus dijo finalmente.- Mamá Alice nos cuida a todos desde el cielo y nos da buena suerte, y aquí nos cuida mamipapi Venus.

Diez años después.

Anoche, a las doce de la madrugada llegó mi hijo de su primer cumpleaños carrete. La mamá de su mejor amigo lo paso a dejar a él y su primera novia a la casa.

Aún tengo muchas páginas en blanco en el diario, pero no tengo qué escribir porque ya no tengo vida que contar. Vivo la vida de mis hijos, la vida de madre y trabajadora. Ya no es lo mismo. No tengo dramas que quiera recordar o errores que recordar, así que aquí termino por mientras esté diario.

Cambio y fuera Venus,
que dejó de existir y comenzó a vivir.

CONCHETUMARE | TelenovelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora