Venganza Jinyuuriki

La captura

–Hijo no te acerques a él– Madres comentan por las calles en voz baja.

–¡Mire es el niño raro!– Infantes se burlán en voz alta.

Todas esas palabras dirigidas a una sola persona, Naruto Uzumaki. Antes no entendía el motivo del desprecio continuo hacia él, llegó a pensar que estaba haciendo algo mal pero ahora que lo sabe, el sentimiento de odio lo agarra con fuerza porqué jamás tubo la culpa del desperdicio recibido por la gente y nunca podrá hacer nada al respecto para cambiar su situación, ya que el miedo en las personas es más grande que su empatia.
Tenia que escapar, a como diera lugar de esa aldea antes de que lo encerraran por considerarlo peligroso. Sin previo aviso empezó a correr en dirección a los limites de la aldea sin detenerse. El ninja que lo atacó lo persiguió sin tregua, si no pensaba rápido Naruto pronto seria alcanzado. Junto sus dedos índices con los mayores en forma de una cruz y el jutsu de multiclones de sombra fue ejecutado, miles de clones empezaron a correr en todas direcciones escondiendo al verdadero.  A pesar de los esfuerzo del ninja por atraparlo, Uzumaki logro escapar con éxito.

(En esta historia aparecerá Gaara mucho antes ya que sin él esta historia no sería posible).

Naruto no se detuvo hasta saltar la barda y estar afuera de la aldea. Le arde su herida de su hombro pero no sabe como tratarla y deberá aguantar el dolor por un tiempo.

Atrás de él se encontraba un chico de cabello rojo como el fuego, tiene unas enormes ojeras que casi cubren sus ojos, cargaba en su espalda una especie de jarra ondulada como una cascara de cacahuete con algún contenido desconocido. Al sentir su presencia, Naruto volteó de inmediato en modo de defensa pero al ver que era solo un niño decidió expresar con ira:

–¡Vete de aquí!, soy el zorro de las nueve colas. – empezaba a aceptar su situación.

–Nueve. Yo solo tengo una.

Uzumaki lo miro durante un momento con un rostro de sorpresa y confusión.

–¿Hay más? – Fueron las únicas palabras que pudo decir.

–Solo se que hay nueve, no creí encontrar uno en esta aldea. Eh tenido que escapar de la mía por los mismos motivos que tu lo estas haciendo.

Un sentimiento de identificación mutua los inunda a ambos, provocando que se sintieran cercanos a pesar de apenas conocerse.

Pero entonces, entre los arbustos aparece un ninja de la hoja con  cabello de una color blaquesino, su banda de regulación le cubria su ojo izquierdo y tieniauna mascara negra que le tapaba la boca. La reacción de ambos nuevos compañeros fue tarde y sin previo aviso se lleva a Naruto rápidamente sujetandole los brazos dejándolo así totalmente inmovilizado.
Aunque estuvo en un forcejeo continuo mientras era llevado no pudo evitar llegar ante el tercer Hokage. Fue arrodillado a la fuerza con los brazos en la espalda a los pies de Sarutobi.

– Uzumaki Naruto, se te acusa de robar un pergamino sagrado y de intento de fuga. ¿Como te declaras? – El lugar esta infestado de ninjas que lo miran con rostros de indiferencia y odio, sin embargo el Hokage parecía mas bien, decepcionado.

(En esta historia el Hokage es igual en personalidad que en la serie original, solo que al ser un delito lo que cometido Naruto debe de juzgarlo como las leyes dictan).

–¡Eso que importa!, soy el zorro de las nueve colas y eso nunca va a cambiar– Los ojos del chico se han vuelto rojos y sus pupilas son ahora como unas agujas verticales.

Todos los ninjas del lugar se pusieron en modo de defensa con kunais en mano. La tensión se sentía en el aire de manera agresiva y oscura.

–Encierrenlo– Fue lo único que pudo decir el Hokage y se dio la vuelta  rápidamente porque le destrozaba ver como se llevaban al hijo del cuarto Hokage como un delincuente.

Dos ninjas tomaron de los brazos a Naruto y se llevaron a la fuerza.

–¡Ya verán!, ¡Algún día destruirse esta aldea! ¡Ese es mi camino ninja!– Fue lo ultimo que llego a escuchar de Naruto el Hokage.