Venganza Jinyuuriki

Suerte

El resplandor de la habitación fue lo que despertó a Hinata, le dolía mucho la cabeza era como si le palpitara, intento llevarse las manos a su frente para saber si tenía temperatura pero se vio obstaculizada por una cadenas que tenía en ambas muñecas y tobillos. Quiso gritar porque no entendía que estaba pasando hasta que escucho varias voces que decían su nombre al unísono.

- ¡Hinata-Sama!- se acercaron para saber como estaba.

Le pusieron un paño en la frente para bajar su calentura y le ofrecieron agua.

-¿Por que estoy atada?, ¿Donde estoy?-  Estaba asustada y necesitaba una explicación.

-En la segunda prueba de tu examen Chunnin tuviste un accidente, fuiste atacada y envenenada. Afortunadamente Kakashi pudo controlar el sello de tu cuello - dijo una de las damas.

-Pero, ¿Por qué estoy amarrada?

Las mujeres del cuarto cruzaron miradas, no estaban seguras si contarle lo ocurrido. Por fin una de las más jóvenes se puso en frente para hablar.

- En la madrugada despertaste por primera vez, tenías los ojos negros, no dejabas de gritar de una manera aterradora, intentaste atacarnos hasta que logramos que volvieras a estar inconsciente.

Fue entonces que le vinieron a su memoria los recuerdos de ese día. Fue la primera vez que actuaba sin miedo, no dudo ni un segundo a sacrificarse por sus ideales pero a cambio ahora tiene una marca maldita en su cuello que arde como si hubiera sido echa con hierro al fuego vivo. Su gente le tenía miedo y estaba sujeta a su cama.

Quería llorar, habían pasado tantas cosas en tan poco tiempo que no tenía tiempo de pensar las cosas, tenía pánico de pensar que así serían sus días encerrada en ese cuarto tan blanco como sus ojos. En ese momento se abrió la puerta, era Kakashi que estaba esperando el momento en que despertará. Las mujeres se retiraron y lo dejaron solo con la pequeña niña.

- ¿Te arde la marca?

Hinata asintió con la cabeza porque las palabras no le salían, tenía un nudo en la garganta que le impedía estar tranquila.

- Sinceramente no creí que despertarías, las probabilidades eran menos del 20%. Había muchas cosas en tu contra para tu supervivencia pero ahora que te veo puedo decir que tienes mucha suerte.

¿Suerte? ¿Acaso esa era la palabra correcta para describir esto?. Desde muy niña sabía que su destino era volverse líder de su clan gracias a su "suerte" de nacer primero sin embargo esa fortuna nunca vino incluído de talento, siempre siendo la más débil, lenta y torpe.

- ¿Que va a pasar conmigo? - con un hilo de voz logró formula la pregunta que más le atormentaba.

- Conozco a alguien que también ha sobrevivido al sello de Orochimaru, ella sabe cómo tratar esto. Tal vez no podamos curarte pero por lo menos podrás llevar una vida normal en lo que cabe.

-¿No volveré a ser ninja verdad?.

- La combinación del byakugan y el sello maldito, es muy peligroso permitirte desarrollar tus habilidades, lo siento mucho.