Venganza Jinyuuriki

Una carnada

- ¿Sabe donde se encuentra Tsunade?- preguntó uno de los Anbu

-¿Que si lo sé?, yo mismo iré por ella- Jiraiya mostró una gran sonrisa que expresaba confianza.

El personal de élite tenia sus dudas, no sabían en cuanto tiempo regresaría o si cumpliría con su palabra. Al ver esa inseguridad, el legendario Sanin dijo:

-Para que confíen en mi no partiré solo, me llevare a unos Chunnin que eh estado ayudando con sus entrenamientos. La zona donde se encuentra Tsunade no es peligrosa, estarán bien y regresaran conmigo sanos y salvos.

-¿Que le diremos al pueblo cuando noten que no esta el Hokage?

-Mientan, digan que esta herido y lo están curando, no tardare mas de 3 días.

Antes de aprobar su noción se realizo una pequeña junta entre los Anbu, los votos a favor ganaron y se le otorgo el permiso.

-¿Que pasara si Tsunade se niega a ser Hokage?.

- Si eso ocurre,  aceptare serlo yo - respondió con firmeza aunque él sabia que seria cuestión de  solo convencerla.

Partiría con los primeros rayos de sol pero antes tenia que encontrar a los niños y empacar sus cosas. Las personas que llevaría en su viaje estaban algo ocupadas, después del atentado en Konoha cada quien tomo un rumbo distinto, Sakura visita constantemente a Hinata que sigue en cama inconsciente y Sasuke se interno en el bosque a entrenar con el kunai clavandolos en los tronco para lograr mejorar sus habilidades lo mejor que podía. Las cosas están tensas entre ese dúo, cada uno tenia sus problemas que aunque ellos no lo creen son similares.

Jiraya fue primero por el joven de cabellos negros, que gracias al ruido que hacia fue sencillo localizarlo. Antes de acercarse más, quiso ver sus avances con el arma y su sincronización con esta, cosa que era de esperar que fuera muy bueno gracias a su sharingan. 

Sasuke escuche el crujir de una rama por los arbustos, ahora toda su atención estaba en descubrir quien ocasiono ese sonido y si solo era un animal o alguien que lo estaba asechando. Pego su espalda al tronco para asegurarse no tener puntos ciegos, tomo el kunai con fuerza y con determinación lo lanzo hasta el lugar donde creyó que fue la fuente del ruido. Espero una reacción, algún grito o contraataque, pero para su sorpresa solo vio salir un pequeño sapo que él juraría haber visto enojado.

Bajo la guardia, soltó una pequeña risa en tono de burla y antes de que pudiera hacer algo, observó como iba cayendo una bomba de humo ante sus ojos y activarse. Se tapó el rostro con los brazos y cuando el aire difuminó aquella niebla pudó identificar su agresor. 

- ¿Jiraya?

- El mismo.

- ¿Que rayos haces aquí? - esta enojado por haber caído en semejante trampa.

- Vengo por ti, empaca tus cosas.

- ¿Que? ¿a donde?

- Si preguntaras menos ya lo sabrías. Vamos por la quinta Hokage.

El Uchiha no dijo nada, con solo esas palabras se había enterado de los resultados del atentado a Konoha, apretó los dientes mientras mantenía una expresión de enfado que revelaban su ira por no ser capaz de hacer nada al respecto.

- ¿Por que habría de ir yo?, seré solo un estorbo.

- Los necesito a los dos, a Sakura y a ti.

-¿Para que? ¡¿Como carnada?! porque si no es así no entiendo que utilidad tenemos que no tengan los Anbu.

- No reclames y vayámonos ya casi obscurece y tenemos que levantarnos muy temprano - estaba cansado y lo unico que quería ahora era tomar un baño caliente antes de dormir.

- ¡No! no voy a ir a ningún lado - se planto firme en la tierra con las intenciones de no moverse de ahí aunque eso significara no volver a casa.

- Entonces, será por la fuerza, espero estés listo porque acabas de hacer enojar a un Sannin legendario - se tronó los nudillos y se preparó para dar el primer golpe.