Capitulo 11

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Me fui a cambiar pues casi era hora de la practica con Rose, ahora teníamos 2 horas adicionales de entrenamiento una hora antes del horario lectivo y la otra después.

Cuando llego nos sentamos en una colchoneta de frente y comencé primero con la teoría.

-¿cuál será el primer problema con el que te toparas en un enfrentamiento con un strigoi?

-¿Qué son inmortales?

-Piensa en algo más básico.

La vi analizarlo pero por poco tiempo.

-que son más fuertes y grandes que yo.

Rose era pequeña pero eso no era en realidad un problema grave.

-Eso lo hace difícil pero no imposible. Es perfectamente posible usar el peso y la altura de una persona contra ella.

Me gire y comencé a mostrarle llaves, marcando perfectamente cada paso y cada movimiento. Los aprendió los golpes bastante rápido como era de esperarse, su mirada mostraba una gran impaciencia así que casi al final de la clase le permití poner en práctica lo recién aprendido.

-Adelante. Me miro sorprendida. –intenta golpearme.

No se lo tuve que repetir de nuevo, cuando se acercó la bloquee con suma facilidad y termino tendida en la colchoneta, luego lo volvió a intentar como si pudiera tomarme desprevenido y termino igual que la primera vez.

-Vale ¿Qué echo mal?

-Nada.

-Ya te habría dejado inconsciente si no hubiera metido la pata.

Me causo algo de gracia su comentario, se estaba olvidando que yo llevaba años haciendo esto.

-Nada de eso. Todos tus movimientos han sido correctos, pero es la primera vez que lo intentas y yo llevo años haciéndolo. Le explique.

Movió su cabeza y me puso los ojos en blanco, cosa que odiaba pero me causo gracia su reacción lo que ella no entendía es que lo había hecho perfecto estaba sorprendido y orgulloso.

-Lo que tú digas abuelito ¿me dejas intentarlo de nuevo?

-ya nos hemos pasado de la hora ¿o es que no quieres arreglarte?

-Diablos, si, si quiero.

Me lo imagine, hoy era día de conclave era día de los santos, era bastante tedioso estas reuniones de la realeza y por supuesto yo era unos de los guardias que debía cuidar del eventos y también debía darme una ducha. Me di la vuelta y unos segundos después sentí y escuche a Rose en mi espalda, de verdad creía que podían sorprenderme, era tan adorable, me di la vuelta y con suma facilidad y la tire al suelo y la deje bien tendida, todo esto me causaba gracia.

-No echo nada mal. Se quejó como niña pequeña.

La tome de las muñecas y le ayude a levantarse.

-Un grito de guerra te delata. Procura no gritar la próxima vez.

Yo encontraba esto de lo más divertido, me relaje un poco.

-¿Habría alguna diferencia si no hubiera gritado?

Lo pensé un poco.

-No probablemente no.

Me di cuenta que aun la tenía agarrada de las muñecas, su piel quemaba ante mi tacto, estábamos tan cerca nuestros muslos y torso se tocaban y de nuevo la mire como aquella noche cuando la encontré con Jesse, estaba sudada y respiraba con fuerza pero aun así se veía hermosa, Rose era muy bella y solo un tonto no lo notaria pero no era solo su físico lo que me desconcentraba, ella era apasionada y fuerte, era de esas personas que nunca pensaba en su bienestar, solo en el de los demás, era especial y no se parecía a nadie que hubiera conocido, ella derretía todo en mi interior.

∞ Academia de vampiros por Dimitri ∞  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora