Antoine Feval

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  Las clases habían terminado. Marinette, se preguntaba acerca del comentario de Tikki, se sentía confundida, ¿atracción? pero como era posible ella amaba a Adrien estaba segura de ello, si bien frecuentemente se sentía tan nerviosa al hablar con el, le gustaba pero a Chat Dos solo lo había visto en dos ocasiones, esa curiosidad que sentía por el y el palpitar de su corazón debía de ser porque... le agradaba..  

 Para ella el amor tenia que ir en una sola dirección era un todo o nada, ese chico al que admiraba,  que le dedicaba a todos una sonrisa amable, su voz suave, practicaba esgrima, era modelo y hablaba mandarín, como podría sentirse atraída por un chico al que no conocía y ademas aun era un Chat, sacudió la cabeza, estaba segura de que esos sentimientos desaparecerían.

 Al llegar a su casa, subió a su habitación y de ahí subió al balcón, le gustaba mirar la ciudad, hubo algo que le llamo la atención, entre los tejados saltaba Chat...  Dos.

Cunado se dio cuenta ya se había transformado y se dirigía hacia el. 

Felix llevaba unas horas recorriendo la ciudad, buscaba relojerías, gracias a su transformación aun no estaba agotado pero aún no había encontrado al relojero. El sonido de unos pasos acercándose lo hizo voltear, era Ladybug la saludo con su habitual coquetería, se sentó en el borde del tejado y la invito.

Ella sonrió y se sentó a su lado.

-¿Encontraste alguna pista?- Pregunto ella.

- No-. Respondió el mirándola a los ojos brevemente para luego ver la ciudad.

- Lo encontraremos-. Aseguro ella, resistiendo el impulso de tocarlo.

- ¿Me pregunto porque en este mundo eres tan amable conmigo?- Pregunto acercando su rostro al de ella.

El corazón de Marinette comenzó a palpitar mas rápido.

-¿Como soy en tu mundo?-. Pregunto para evadir la pregunta.

- La Ladybug de mi mundo ama salvar a las personas, es admirable, tenaz, orgullosa, su altura es menor que la mía pero me sobrepasa en fuerza, se preocupa por lo que le sucede a las personas que son poseídas y siempre trata de entender la razón que los orillo a eso-.

- Vaya, así que tiene un admirador eh-. Le dijo guiñándole.

- Si,  admito que estoy enamorado de ella pero aun después de mis encantadoras atenciones me trata con frialdad.- Respondió el sonriendo amargamente.

El corazón de Marinette volvió a latir, quería decir algo pero al final no pudo, levanto su mano derecha y jalo un poco la oreja izquierda de el.

-¿No me vas a aconsejar sobre como ganar su corazón?- Agrego el bromeando mientras la miraba a los ojos, ella sonrió y retiro su mano.

- Lo lamento gatito, no se me da bien dar consejos amorosos-. Respondió colocando sus manos en el borde del tejado.

-¿ Te gusta alguien mi Lady?-.

Marinette sintió el calor en sus orejas al escuchar la pregunta.

-Hay un chico en mi clase, yo lo admiro mucho, el es increíble, yo...yo  lo amo-.  Se sintió reconfortada al decirlo en voz alta, con la ciudad a sus pies era como decirlo al mundo.

- Eso es genial mi Lady, estoy segura de cuando el te conozca por completo te amara mas que a nadie-. Las mejillas de ella se incendiaron, Felix  bajo la mirada, el estaba seguro de ello, el amor de ella y Adrien era muto, le alegraba que en ese mundo Ladybug estuviera enamorada del alter ego de Chat Noir pero ¿Que fue esa súbita punzada en el pecho que sintió al decirlo?.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por un timbre proveniente de su bastón, era una llamada entrante de parte de su otro yo.

- Hey Fe...-. Adrien se interrumpió al ver a Ladybug.

- Mi lady que hace con el, acaso me esta engañando-. Dijo el con tono de broma pero su mirada reflejaba inquietud.

Ladybug puso los ojos en blanco y le recordó que no estaban saliendo, mientras Felix se reía, a continuación Adrien les comento lo que había descubierto la florista; Hace varios años el dueño del local había querido rentarlo a un relojero de nombre Antoine Feval sin embargo el se negó, ella no lo conocía personalmente pero obtuvo su dirección la cual le entrego.

Los tres se dirigieron al lugar, el cual se encontraba cerca del edificio abandonado por el cual había llegado Felix,  el lugar en cuestión era una pequeña casa, tenia en pequeño jardín en la entrada que estaba un poco descuidado, un gato de pelaje gris  jugaba entre los hierbajos,  Felix se aproximo al timbre cunado una voz lo detuvo.

-Hey no podemos llegar y llamar a la puerta como si nada podría ser una trampa-. Les susurro Adrien desde el techo. Ambos subieron a reunirse con el.

-¿Entonces cual es el plan Chat?-. Hay que observarlo un poco e investigar los alrededores.

 La casa tenia un jardín interior el cual estaba notablemente mejor cuidado que el exterior  habia bastantes flores entre ellas se destacaba una dalía de color naranja  grande y hermosa Adrien la miro un momento la dalía era la flor favorita de su madre. Habia una ventana grande que daba al patio, en el interior se observaba un pequeño estudio, tenia libreros en el fondo habia algunos sillones de color oscuro y junto a la ventana un escritorio con una laptop, en ella un hombre tecleaba rapidamente, no se dio cuenta de que estaba siendo observado,  tenial cabello negro las canas comenzaban a colorear sus sienes sus ojos negros  miraban atentamente la pantalla, sobre su naris recta descansaban sus lentes  su boca delgada se curvaba ligeramente hacia bajo, una camisa de de manga larga  azul oscuro cubria su piel blanca.

-¿Es el?- Pregunto Ladybug a Felix.

-Si -. Respondio sin necesitar agregar nada mas.


Minuto ceroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora