Minuto cero

Cita

En este momento su concentración era lo más importante, tenía que mejorarla, el tenía algo de soñador, aunque pocas personas lo suponían debido a su expresión por lo general seria, su comunicación escasa y su afición por la lectura provocaban que las personas a su alrededor lo catalogaran de frio, calculador y probablemente sin corazón o al menos así había sido hasta ahora que había terminado en este mundo.

Sin embargo su habilidad para cerrar sus oídos, concentrándose exclusivamente en lo que estaba haciendo, le estaba fallando. La imagen de Marinette o a veces la de Ladybug aparecía constantemente en su cabeza.

Antoine nuevamente le llamo la atención.

Se encontraban practicando en objetivos cada vez más delgados. En esta ocasión se trataba de una lata, tenía que destruir la capa de pintura que la cubría.

Cat Black volvió a cerrar sus ojos, visualizo el grosor de la capa de pintura. La pintura y solo la pintura-. Se repitió.

-Cataclismo-. Dijo con voz calmada, abrió los ojos y toco la lata. Sintió ese cosquilleo, una leve explosión de energía surgir de su palma para estrellarse con la lata, retiro su mano. La pintura comenzó a agrietarse y a desprenderse en algunas partes. Antoine se acerco tomo la lata para examinarla, con la uña de su pulgar rasco la superficie, la pintura se desprendió, el aluminio estaba intacto.

Cat Black lo miraba expectante.

-Muy bien hecho-. Lo felicito sonriendo, le entrego la lata para que el pudiera comprobarlo.

La sonrisa que le devolvió Felix fue como la expresión satisfecha de un niño. No era para menos que estuviera entusiasmado, le tomo casi tres semanas lograrlo. Antoine también se entusiasmo por su logro, para el significaba que Felix creía en él y practicaba los ejercicios de visualización que le encomendaba.

-Quiero intentarlo de nuevo- Dijo Cat Black. Antoine le recordó su acuerdo de usar el cataclismo solo una vez al día, tenía que reponer adecuadamente la energía que usaba. Cat hizo una mueca pero no insistió, Antoine era un sujeto raro, era inflexible en algunas cuestiones, una de las cuales era el uso del cataclismo.

Entusiasmado por el progreso obtenido, deshizo su transformación y se dirigió a la cocina para alimentar a Plagg. Dejo el queso en la mesa del comedor, Plagg comenzó a devorarlo de inmediato, Felix tomo asiento mientras lo observaba, pensaba en las semanas transcurridas desde que visitaron al Maestro Fu. Esporádicamente aparecían akumatizados habían vuelto a aparecer pero contrario a lo que predijo Fu tenían fuerza y habilidades comunes. El se presentaba para ayudar, era algo que le hacía sentirse útil, también porque podía reunirse con Ladybug... y Chat Noir por supuesto.

Recordó la mirada disgustada de Chat Noir. Tanto si estaba como Chat o Adrien se comportaba evasivo con él y en algunas ocasiones solía interrumpir las charlas que tenía con Ladybug.

-Así que esta celoso-. Se dijo en voz baja. Plagg quien había terminado de comer movió sus orejas al escucharlo

-Vaya si que tardaste en notarlo, entonces ¿por fin te presentaras como su rival en la despiadada guerra del amor?-. Le pregunto en tono burlesco.

Felix soltó un bufido.-No se dé que estás hablando-.Respondió mientras hacia una mueca y sus orejas se sonrojaban. –Descansa saldremos esta noche-. Agrego en tono amable, salió de la cocina con las orejas aun rojas, Plagg al notarlo soltó una carcajada.

Después de salir de la cocina se dirigió al baño, quería darse una ducha, "Rival" porque haría algo así, se pregunto en voz baja, el rubor volvió a asaltar su cara, los recuerdos de Marinette comenzaron a desfilar por su mente, el tono de su voz, su olor dulce, su oscuro cabello, su encantadora sonrisa e infinidad de detalles invadieron su cabeza involuntariamente tuvo una reacción física, avergonzado miro la parte baja de su cuerpo. No es que fuera la primera vez que le pasaba, tampoco es que no supiera que hacer a continuación, si no que fuera Marinette quien lo provocaba era lo que lo hacía sentirse avergonzado, su cuerpo le estaba poniendo en evidencia la atracción que sentía por ella y algo un poco más profundo que estaba surgiendo en el, algo que no estaba dispuesto a aceptar, algo que no podía pasar decía una pequeña voz en su cabeza, algo que no debe pasar sentencio la voz.