Visita inesperada

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Cuatro años después

-Abuela..-un pequeño niño de cabellos azabaches llamaba a su abuela para que le prestara atención mientras caminaban, estaban regresando a casa ya que el pequeño iba a la escuela maternal, por pedido de su madre y abuela, pues querían que hiciera amigos y se divirtiera con niños de su edad.

-¿Qué pasa Levi?-pregunto su abuela bajando la mirada para ver al pequeño que  sujetaba su mano izquierda.

-¿Crees que a mamá le guste el dibujo que hice?-pregunto el niño con emoción en su voz.

-¡Claro que si Levi!, tu dibujo es muy lindo-dijo la anciana en un tono alegre.

-¡¿EN SERIO?!-pregunto de nuevo el niño con los ojos muy abiertos.

-¡Por supuesto pequeño!-dijo la anciana alegremente al ver la expresión de niño. 

-¡ENTONCES VAMOS RÁPIDO QUIERO QUE YA LO VEA!- decía el pequeño empezando a correr y jalaba a su abuela de la mano para que caminara más rápido.

-Jajajaajajajaj Levi cálmate, mamá no se ira a ningún sitio, además solo nos faltan dos calles para llegar a casa- decía la anciana muy divertida e intentando calmar un poco al impaciente niño.

A los pocos minutos llegaron a casa, la anciana fue directo a la puerta y la abrió con la copia de la llave que Kuchel le había entregado.

-¡MAMI!¡MAMI!-comenzó a gritar el pequeño niño dirigiéndose rápido hacia donde se encontraba su mamá que estaba trabajando con su maquina de coser.

-¡HOLA MI AMOR!-decía Kuchel mientras se daba la vuelta para abrazar a su hijo.-¿Qué tal te fue en la escuela?-preguntaba curiosa.

-¡MUY BIEN!¡HICE UN DIBUJO!-gritaba entusiasmado el pequeño.

-Ha estado impaciente todo el camino porque quería mostrarte lo más pronto su dibujo-decia la anciana mientras cerraba la puerta tras de ella.

-Bien, entonces quiero verlo-decía Kuchel dirigiéndose a su hijo.

Mas rápido que apurado Levi rebusco en su mochila para luego sacar una hoja de papel en la que había realizado su dibujo. Levi no era muy bueno dibujando, pero como en la escuela le habían pedido que hiciera un dibujo de su familia dio su mayor esfuerzo.

-¡AQUÍ ESTA!-dijo mostrandole la hoja a su mamá y su abuela.

-A ver dámelo para verlo mejor- decía su mamá extendiendo la mano para que Levi le entregara la hoja- Si no me equivoco esta de aquí soy yo, esta es tu abuela y este pequeño de en medio eres tú, Levi-decía Kuchel mientras con su dedo señalaba a cada uno de los dibujos.

-¡SI!-dijo el pequeño feliz-La maestra nos pidió que hiciéramos un dibujo de nuestra familia y eso fue lo que hice.

-Te felicito Levi es un dibujo muy bonito- dijo la anciana mientras veía el dibujo.

-Eso es cierto mi vida, este es el dibujo más hermoso que he visto-dijo la azabache para luego darle un gran abrazo a su pequeño.

-¡ESTOY FELIZ DE QUE TE GUSTARA MI DIBUJO!-decía Levi con alegría en los brazos de su mamá

Estuvieron así riendo los tres por un rato más, hasta que llego la hora de cenar.

Se encontraban los tres en casa de Kuchel tomando té negro que era el favorito de Levi y comiendo pan con algo de mantequilla.

-Ya se acabo la mantequilla-dijo Kuchel al ver que el recipiente estaba vació.

-No hay problema, yo tengo mantequilla en mi casa,iré a traerla- decía la anciana mientras se ponía de pie-Ahora regreso-dijo antes de salir dejando la puerta medio abierta, que por el movimiento del viento se termino cerrando.

El hilo rojo del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora