25 de diciembre 8:35 pm
Kuchel se encontraba sentada en su casa cociendo una ropita para su bebé, como no sabia si era niño o niña ya que no se había practicado ninguna ecografía decidió hacerla de color blanco.
Los últimos tres meses coser se había vuelto su trabajo ya que la despidieron de su trabajo de asear oficina por que le dijeron que estar cerca de los químicos durante mucho tiempo podría hacerle daño en su estado, para su fortuna tres días después de haber sido despedida escucho que estaban solicitando una costurera a unas calles de donde vivía, Kuchel sabia cocer por que de niña se la pasaba todo el día haciéndole vestidos a sus muñecas; principalmente su trabajo consistía en remendar ropa ya se camisas, pantalones, polos, vestidos, etc; un mes después paso a confeccionar ropa, para cuando se acercaba a su noveno mes de gestación pregunto si podía tomar prestados los moldes que eran para confeccionar la ropa de bebes, sobre todo la de recién nacidos, lo cual le permitieron
Este nuevo trabajo no le daba tanta ganancia como en anterior, pero la única ventaja que tenia es que podía llevarse todo el retazo de tela que quedaban del día.
Últimamente estaba juntando todos los retazos que podía, pues había usado todo el dinero que había ahorrado para poder comprar una cuna para cuando el bebe nazca, no le importo que fuera de segunda mano solo que aun estuviera en buen estado para que el bebe pueda dormir allí.
Cuando por fin acabo de cocer puso la ropita en la silla y decidió irse a descansar, en ese momento sintió un fuerte dolor en la parte baja del abdomen, el dolor comenzó a aumentar y en ese momento sintió que algo bajaba por sus piernas; como llevaba puesto un camisón largo solo tuvo que alzarlo un poco para ver que su fuente se había roto.
Trato de mantener la calma y empezo a caminar a duras penas pues el dolor se hacia mas intenso cada minuto que pasaba, salio de su casa y se dirigio a tocar la puerta de enfrente.
-Doña Florencia....doña Florencia- llama mientras tocaba la puerta lo mas fuerte que podia.
Segundos despues la puerta se abrio
-¿Que sucede Kuchel?- pregunto la anciana viendo que la azabache se retorcia de dolor.
-YA VIENE..-Fue todo lo que dijo la azabache.
-¡POR TODOS LOS CIELOS!Pronto te voy a llevar a tu casa- dijo la anciana para luego llevar a Kuchel hasta su casa.
-Pense que aun me faltaba una semana- decía Kuchel mientras entraba a su casa
-En el caso de las primerizas el parto puede adelantarse o también atrasarse- decía la anciana mientras cerraba la puerta para después acostar a la azabache en su cama-Ahora tienes que pujar- dijo mientras doblaba las piernas de la azabache para después separarlas un poco.
-No puedo me duele- decía la azabache mientras le empezaban a salir lagrimas por el gran dolor que sentía.
-Tendrás más dolor si no lo haces- dijo la anciana en un tono serio, ahora había entrado en su rol de obstetra.
Durante dos horas Kuchel estuvo pujando, el dolor cada vez seguía aumentando mas, tambien su temperatura corporal,estaba bañana en su propio sudor y sentía que su columna iba romperse en algún momento por el incesante dolor.
-Ya estoy viendo su cabeza, continua lo estas haciendo muy bien.- le decía la anciana para motivarla.
Unos minutos mas pujando fueron suficientes para escuchar a un pequeño ser llorar anunciando su llegada al mundo.
-¡FELICIDADES TIENES UN HERMOSO NIÑO!- dijo la anciana mientras limpiaba al pequeño ser con un pedazo de tela que encontró y para después enrollarlo en una manta.
-¡MI PEQUEÑO!-dijo la azabache sosteniendo al bebe en sus brazos, mientras lloraba pero esta vez de felicidad al por fin conocer a ese pequeño ser que estuvo dentro de ella por nueve meses.
-¿Y como se va a llamar el pequeño?-pregunto curiosa la anciana
-Levi.... Levi Rivaille Ackerman- dijo la azabache mientras le daba un beso en su pequeña frente, ella siempre había deseado llamar así a su niño.
-Que bonito nombre- decía la anciana acercándose un poco al bebe que al parecer estaba dormido- Hola Levi, soy Florencia, es un gusto conocerte- dijo en un tono mas bajo para no despertar al bebe que se encontraba durmiendo plácidamente en los brazos de su madre
Final del segundo capitulo.
Bueno sorry por este capitulo corto, es que ya no se me ocurre nada más.
Lo actualizare cuando se me ocurra otra cosa.
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El hilo rojo del destino
RandomLa vida a veces nos pone en situaciones muy difíciles para ver que tan fuertes y capaces somos de salir adelante y seguir con nuestros sueños, y también nos pone pruebas en cuanto al amor para saber que tan dignos somos de dicha persona a la que pro...