Los tres hermanos

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-JAJAJAJJAJAJAJAAJJAJA ¡DE VERDAD NO PUEDO CREERLO! AJAJAJAJAJAJAJJAJA ¡EL GRAN KENNY ACKERMAN! JAJJAJAJAJAJAJA¡ÉL QUE ES CAPAZ DE ENFRENTARSE A VARIOS MATONES Y SALIR ILESO FUE GOLPEADO POR UN CINCOAÑERO! JAJAJAJJAJAJAJAJJA

-Keyden, estoy a punto de romperte algunos huesos-decía Kenny en un tono amenazador.

-Esta bien, me calmo-decía Keyden tratando de controlar su risa.

Después de la discusión con Kuchel, Kenny fue directo a la casa de su otro hermano Keyden, el hermano de en medio.Le dio un par de puñetazos a la puerta hasta que su hermano le abriera, Keyden al notar la expresión de Kenny supo que no le había ido para nada bien, pero se lo esperaba ya que conocía a la perfección el carácter de ambos y sabía que cuando ese par peleaba podían desatar la tercera guerra mundial.

-Ahora hablando en serio, tú si que no tienes remedio alguno al haber dicho eso-le reprocho Keyden a Kenny.

-¿Y porqué?-pregunto curioso Kenny.

Keyden también sabía que si algo malo pasaba Kenny iba a contar su versión de los hechos, así que le pidió que llevara una grabadora para saber que era lo que en realidad había pasado.

-Para empezar esto no es como tu trabajo, estabas hablando con nuestra hermana; segundo no puedes decir lo primero que se te venga a la cabeza cuando estas enojado y tercero sabes que después de esto tendremos que esperar a que la fiera se calme ¿no?- le dijo Keyden con voz seria.

Eso era verdad, Kenny en su momento de ira había dicho lo primero que se le vino a la cabeza a su hermana.

La verdad era muy diferente.

La madre de los tres Ackerman había sufrido mucho desde el principio, cuando la menor de sus hijos se fue de casa y su esposo no movió ni un dedo para impedirlo.Luego al enterarse que había sido echada a la calle y que estaba embarazada le pidió a su esposo que fuera por ella lo cual él no hizo.

Al pasar los años la mujer se harto de su esposo y amenazo con divorciarse de él si no se tragaba su orgullo y traía devuelta a su hija con su nieto o nieta. Dándole de plazo  un año para que lo haga.

Kenny y Keyden sabían como era su padre y hasta que acabara de tragarse su orgullo para ir por su hermana su sobrino o sobrina ya sería mayor de edad, así que ellos decidieron intervenir.

-Te dije que me dejaras ir a mí, siempre que ustedes se juntan es señal de que se va a desatar el apocalipsis-decía Keyden.

Kenny estaba sentado en un sillón y Keyden estaba sentado en frente de él en otro, se pusieron a pensar que podían hacer ahora que Kenny había metido la pata con su hermana, mientras bebían cerveza.

-Si tal vez tengas razón, después de todo tú eres el de carácter manso-decía Kenny en tono burlón mientras le daba un sorbo a su cerveza.

-Que gracioso Kenny-respondió Keyden de forma sarcástica.

En efecto, Keyden no era igual a sus hermanos , él  era tranquilo, cómico y un tanto callado. A pesar de su carácter alegre, trabajaba duro y se preocupaba mucho por su familia. Tambien en apariencia era diferente  era alto, no tanto como Kenny, su cabello era de color castaño claro y era corto, sus cejas eran un tanto gruesas del mismo color, con ojos pequeños de un color gris como sus hermanos y una pequeña barba poco notable. Vestía una camisa blanca simple con un chaleco marrón encima.

Recordaba que su hermana era muy dulce cuando estaba de buen humor, pero cuando se molestaba su carácter era mucho peor que el de Kenny.

-Y ¿en cuanto tiempo crees que se calme?-pregunto Kenny para seguir con el tema.

El hilo rojo del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora