¿Acaso tu corazón palpita? ★ Yoonmin ★

Asesinando sueños

Capitulo 19

[Narra Jimin]

La última mirada que Suga me había dirigido me había dado a entender que no serviría seguirlo, no serviría detenerlo, porque no me iba a escuchar.

Suspiré de nuevo.

-¿Qué tienes Jimminie? ¿No te diviertes?

Su voz me trajo a la realidad. Jungkook estaba a lado de mí, sentados en unas mesas en el área que había sido destinada para comer, ambos con unas manzanas de dulce insertadas en un palo en una mano.

Ya había pasado un buen rato desde que habíamos perdido de vista a Yoongi y yo trataba de fingir que me divertía mucho. En realidad, estaba preocupado y arrepentido al pensar en Suga, pero al recordar a quién tenía a mi lado mi corazón se alegraba... aunque admito que no de la forma en la que esperaba.

No dejaba de repetirme que no era mi culpa y que Suga debía disculparme, porque era comprensible que yo actuara así. Jungkook había sido mi primer y más sincero amor, fuerte y con historia. Si Yoongi estuviera en mi lugar y yo en el suyo yo lo hubiera comprendido perfectamente...

O eso decía yo.

-Claro que me divierto Kook –le dije sonriéndole-. Solo estaba pensando en unas cosas...

-Ah...

Entonces sentí algo sobre mi mejilla. Jungkook había pegado su manzana sobre mi piel con una sonrisa divertida. La retiró y se rió al ver mi expresión.

Entonces se acercó y pasó su lengua por el caramelo de mi mejilla. Yo me sonrojé y al mismo tiempo sentí mi cuerpo hormiguear.

-Prefiero el caramelo de tu piel que el de la manzana –musitó en mi oído.

Mordió mi mejilla juguetonamente y luego me dio un beso sobre el área que había mordido. Yo estaba derritiéndome.

-Jungkook... estamos en público, no hagas esas cosas –le pedí ruborizado.

-¿Qué cosas? –inquirió con fingida inocencia mientras pasaba su lengua por su manzana acaramelada de una forma muy, MUY perversamente sensual.

-Esas... –murmuré bajando la vista con las mejillas ardiendo y sintiendo otro tipo de calor en la planta baja.

Jungkook soltó una risita.

-Chimchim es tan fácil hacerte ruborizar –me dijo acariciando mi cuello-. Eres adorable.

Me jaló un poco hacia él y pasó su experta lengua por mi labio inferior haciéndome soltar un corto suspiro con los ojos cerrados.

Solo un segundo después estábamos enlazados en un voraz beso al que no me pude resistir aunque lo intenté.

Y al demonio la gente, al demonio la discreción ¡Al demonio todo, yo estaba en mi nube y por primera vez en años era...!¿"Feliz"...?

[Narra Yoongi]

La habitación se hallaba oscura, no me molesté en encender las luces ¿para qué? No quería ver nada, no quería que supieran que estaba ahí, ni siquiera quería estar ahí.

-Estúpido Jimin ingenuo y malagradecido –mascullé con rabia.

Las lágrimas ya habían abandonado mis ojos minutos atrás, dejando solo sus silenciosos surcos resentidos. Ya no pensaba llorar, ya no pensaba sufrir. Ya no más.