Lo único que Yoongi quiere es ser un rapero, pero sus padres quieren que sea escritor. Condenado por ello, entra con una muy mala actitud al colegio, donde le tocará compartir dormitorio con el problemático Minho y sus amigos.
Sin embargo...
Íbamos caminando por la plaza de nuevo. Ya llevaba mis tenis y ahora caminaba con las manos en los bolsillos y una sonrisita, Jimin a mi lado aún no se callaba:
-¡...y cuando lo tiraste al suelo no sabía ni que lo golpeó...! ¡La mejor parte fue cuando quiso levantarse y lo hiciste caer de nuevo y... y...!
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-Bueno ya, no fue nada increíble...
-¿¿Cómo que no?? –se exasperó-. ¡Si no hubiera intervenido el guardia, Jungkook hubiera tenido que volver arrastrándose a su casa!
-Por cierto ¿qué planeabas cuando te acercaste?
-Pues lo que logré. Que Daehyung y él pelearan. No se si se reconcilien, pero lo dudo... –luego suspiró ensoñadoramente-. Ah... dulce venganza... es como la hermana que nunca tuve el privilegio de tener.
-Te pudo haber lastimado –reproché un poco enojado.
-Pero Súper Suga venía conmigo, osea que no tenía nada que temer –sonrió colocándose detrás de mí, rodeando mi cuello con sus brazos y dejando colgar sus manos sobre mi pecho. Recargó su barbilla entre su brazo y mi cabeza-. ¡Mi héroe!
Y besó mi mejilla.
-Valla y yo creía que hoy me comportaba muy nena...
-¿Qué acaso no quieres ser mi superhéroe?
-Depende ¿Quién eres? ¿Lois Lane o Marie Jane? –inquirí pensativo.
-Ahm... ¿Batichica?
-¿Ehhh?
-Es mucho más sexy –se encogió de hombros-. Y quiero que seas Batman.
-¿Y porqué sería yo Batman?
-Porque el traje de superman es demasiado gay y el de spiderman muy pegado de la entrepierna.
-¿Y eso qué?
-¿Crees que voy a dejar que cualquiera te admire en semejantes trajes? –saltó un poco paranoico y haciéndome reír-. No, no, no. Mejor Batman que solo sale de noche y no se puede admirar adecuadamente.
-Bueno, bueno, está bien –me reí deteniéndome y girando para quedar de cara a él-. Entonces Batichica... ¿qué hacemos ahora?
-Vallamos a la tienda de música de la que venían Jungkook y Daehyung –me sugirió-. Quizás veamos algo que te guste.
-¿Tienes treinta mil para una guitarra?
-¿¿EHHH??
Yo solo me reí y lo abracé. Nos besamos sin importar que el número de transeúntes había aumentado en la plaza, ignorando miradas y murmuraciones. Luego lo tomé de la mano y fuimos hacia la tienda.
