Capítulo 3

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Kyle en multimedia
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—Bien, chicos, soy la Consejera Naomi  —dijo la señora del megáfono cuando todos entramos a su oficina y nos colocamos parados frente a su escritorio.

Ella estaba sentada en el otro lado del escritorio. Su oficina era bastante normal. Era de madera, como todas las cabañas en el campamento, y tenía unos cuantos trofeos o certificados en las paredes. Naomi era una señora de baja estatura con cabello castaño y ojos claros que me recordaban al chico de la motocicleta. Dejó su megáfono encima de su escritorio mientras nos examinaba con la mirada.

Luego de mirarnos por lo que pareció ser horas, se levantó de su silla y caminó hacia nosotros quedando de espaldas a su escritorio y frente a nosotros.

—Yo soy Julie Thompson —dijo Julie rompiendo el silencio y extendiéndole su mano a Naomi con una simpática sonrisa. Esta se la tomó y nos miró a los demás expectantes.

—Yo soy Ryan Lawrence —dijo él imitando a Julie. Luego, todas las miradas se posaron sobre mí.

—Soy Elizabeth Reynolds —dije imitando a Ryan y a Julie. Naomi me tomó la mano.

—Elizabeth Reynolds —dijo y me miró más detenidamente—, tus padres me hablaron de ti y de la razón por la que estás aquí.

Yo solo me limité a mirarla sin expresión alguna. No me sorprendía para nada el hecho de que mis padres le hayan dicho a Naomi sobre lo que hice. Honestamente, me hubiera sorprendido si no lo hacían. De seguro que le advirtieron lo problemática que podía ser y ahora Naomi me odia sin siquiera conocerme. Me pasaba muy seguido. Así fue como empezó mi hermosa relación con el profesor de matemáticas.

—Tendré mi ojo puesto en ti —dijo entrecerrando los ojos y contuve las ganas de reír.

No sabía por qué pero cada vez que un maestro o quien sea me regañaba, me daban unas inmensas ganas de reírme. Sorprendentemente, manejé tener una cara neutral. O eso espero.

Asentí dando por terminada la conversación y, por el rabillo del ojo, me di cuenta de las miradas curiosas de Ryan y Julie. Las miradas de todos nosotros volaron de mí hacia el chico de la motocicleta.

—Kyle Williams —dijo el chico con una descarada sonrisa de lado y sin extender la mano hacia Naomi.

—También tendré mi ojo puesto en ti —dijo Naomi como hizo conmigo y apuesto a que mis ojos estaban igual de curiosos a los de Ryan y Julie hace un momento.

Yo fruncí el ceño levemente y, mientras Naomi caminaba de vuelta a su silla detrás del escritorio, miré al chico de la motocicleta que ahora tenía nombre. Él pareció darse cuenta de mi mirada sobre él porque volteó a verme.

Por unos segundos, me miró detenidamente y yo alcé las cejas esperando que hiciera o dijera algo. Kyle solo se limitó a guiñarme un ojo y volvió a mirar a Naomi. Fruncí el ceño aún más por su actitud. ¿Y este quién se creía que era?

—Chicos, el trabajo es simple. Solo tienen que llevar a los chicos a sus talleres y, de vez en cuando, limpiarán o ayudarán en actividades del campamento. Dormirán en las mismas cabañas que los demás y espero que su comportamiento sea impecable y ejemplar —dijo mirándonos a mí y a Kyle como haciéndonos saber que eso último era para nosotros. ¿Qué rayos había hecho él que fuera tan malo?

Asentí. No entendía a Naomi. Sí, he hecho cosas peores que pintar y dañar la oficina del maestro de matemáticas. Pero Naomi estaba exagerando. De seguro que no pasará nada interesante en todo este verano.

Naomi siguió hablando sobre las reglas del campamento y yo solo fingí escuchar a pesar de que esto parecía ser otra clase torturadora.

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Guerra de ConsejerosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora